Por: Hernán Guillermo Galindo M
La Fundación ‘Misión con las Manos de un Ángel’ celebró nueve años de actividades atendiendo a los habitantes de calle en Neiva. La conmemoración se realizó en el CAI del Malecón del Río Magdalena con la presencia de su inspiradora Angélica Torres, y contó con el apoyo de diferentes entidades y organizaciones como el Programa de Proyección Social de la facultad de Educación Física, Interactuar, USCO.
La cita fue el pasado sábado en el CAI de la avenida circunvalar, en la zona del Malecón del río Magdalena a donde todos los sábados llegan los integrantes de la Fundación ‘Manos de un Ángel’ a llevarles atención a los habitantes de calle de la ciudad de Neiva.
La fiesta fue para ellos, precisamente, con torta, cena y entrega de ropa, regalos y sorpresas. Además, pudieron compartir una programación integral en la que se recrearon, al tiempo que se les brindó, mejoramiento personal, cuidado en salud, entre otras.
La sorpresa para los habitantes de calle de este sector de la capital del Huila, fue la presencia de la inspiradora de esta fundación, Angélica Ramírez Torres.
Diario del Huila, acompañó esta celebración con los integrantes de la Fundación.
“Primero, la gloria es para Dios, porque de él es que viene este deseo, este sentir, un proyecto y una obra que nació en Dios, que es por él y es para él. Es maravilloso ver como a través de estos nueve años hemos podido reunir muchas familias, con el mismo deseo de ayudar y servirle al prójimo, poder ofrecer amor, un plato de comida, compañía, para alimentar tanto su cuerpo como su alma y su espíritu”, comentó Angélica Torres.
Sobre la etapa de su vida que la motivó a crear la Fundación ‘Misión con las Manos de un Ángel’, refiere; “Hay cosas que pasan en la vida, que son parte del proceso para crecer, que se deben vivir, para valorar, para aprender y eso es lo que me tocó vivir para aprender a amar, a valorar, a servir y hoy lo único que me queda de ese momento es aprender que estamos en el mundo con una misión, una labor, un propósito de servir, de disponer nuestras manos y nuestro corazón en ayudar a los demás”, reflexiona.
Al indagarle si quedan cicatrices, argumenta; “el dolor se va, las heridas se cierran, pero las cicatrices quedan, cada vez que las ves te recuerdan lo fuerte que eres en Dios, que has salido de una y puedes estar listo para la otra, es lo que te hace fuerte”, comenta.
Angélica vive ahora en Estados Unidos, en donde es feliz, no por el hecho de vivir allá, sino “por poder caminar en Jesús, que es mi roca, mi sustento, me ha regalado un esposo maravilloso y unos hijos increíbles que le dan paz a mi vida diariamente”, agrega.
Desde los Estados Unidos está pendiente de la Fundación, atenta a las redes sociales, mostrando lo que el equipo en Colombia realiza, y dándola a conocer a otras personas para que a su vez aporten y ayuden. Aunque está radicada en el país del norte, no olvida su ciudad y su país, por lo que dos o tres veces al año viene como en esta oportunidad para la celebración de los nueve años de la Fundación, dice finalmente Angélica.
Alma y nervio en Colombia
La psicóloga Kay Dilett López, es la directora de la Fundación ‘Misión con las manos de un Ángel’, quien se muestra feliz de llegar a este aniversario, siempre atendiendo a los habitantes de calle.
“Si, señor, hoy nos encontramos celebrando nueve años, estamos como siempre cada ocho días con los hermanitos de la calle que reciben todo nuestro amor. Hoy traemos, junto con el programa de Educación Física, Proyecto de proyección social, interactuar USCO, actividades de recreación”.
“Se unen a esta celebración, la ESE Carmen Emilia Ospina, en brigada de salud y junto con los miembros de la Fundación ofrecemos además peluquería, les vamos a entregar ropa y les reiteraremos hábitos de aseo que siempre les recalcamos a ellos”, comenta.
En torno a los nueve años, Kay dice; “La fundación Misión con las manos de un Ángel ha crecido con todas las personas que se han querido unir al servicio, somos una familia que comenzó muy pequeña y ahora somos más de cincuenta miembros sirviendo cada ocho días a los hermanitos de la calle”.
La población que atienden es rotante, pero piensan que el más antiguo lleva con ellos unos cinco años. “Nuestra vocación es de servicio a los hermanitos de la calle y de paso invito a los neivanos a que miremos a los habitantes de calle no con desprecio, sino con amor, ellos tienen historias de vida y así como reciben dan mucho amor”, finaliza Kay López.
Otros protagonistas
En esta celebración se hicieron presentes distintas entidades que tienen una vocación y misión similares a la de la Fundación, como la Policía de infancia y adolescencia, la Personería, entre otras.
A nombre del Proyecto Interactuar USCO, una alternativa de ocio solidario para la comunidad, se pronunció el coordinador, Juan José García; “Normalmente trabajamos con un grupo de diez estudiantes que nos colaboran, dos que somos de Interactuar y el jefe del programa Ángel Miller Roa, es una experiencia muy bonita y enriquecedora tanto para nosotros como para la comunidad”, relata.
Miller Roa, el jefe del programa de Educación Física, agradece la presencia de Diario del Huila en este tipo de actividades sociales y dice que, “en esta oportunidad llegamos con un doble propósito, atender a esta población vulnerable y de paso participar en la celebración de los nueve años de la Fundación, Misión con las manos de un Ángel. Queremos darle un rato de esparcimiento a los habitantes de calle, son seres humanos que tienen historia de vida y no debemos olvidar que como personas en cualquier momento por circunstancias de la vida podemos caer en una situación vulnerable”, sostiene.
La Policía de Infancia y Adolescencia se hizo presente en esta oportunidad para brindar recreación. El Intendente Jaury Valencia, orientó el grupo en esta oportunidad, “nosotros tenemos como misión, garantizar los derechos de nuestros niños y en caso de que se vulneren, establecer la ruta para que se restituyan. Invitó a que quien conozca de posibles casos de vulneración de los derechos de los menores a denunciar a través de las líneas 141 de Bienestar Familiar o el 123 de la Policía Nacional”.
La celebración se prolongó hasta las siete de la noche, momento de retornar cada quien a sus hogares con la satisfacción de haber compartido con otros una tarde de integración que nos deja una reflexión sobre la misión en la vida.
