DIARIO DEL HUILA, COMUNIDAD
Por Hernán Guillermo Galindo M
Fotos José Rodrigo Montalvo
Varios propietarios de viviendas ubicadas en la IV etapa de la Urbanización Manzanares, en la comuna seis de Neiva, se encuentran preocupados por la falta de atención al llamado que vienen haciendo desde hace 9 años para evitar una tragedia por deslizamiento en la ladera que los separa del barrio Limonar. Las Ceibas EPN, les anunció una visita para la semana que termina, pero no se ha dado.
La visita de Diario del Huila es en esta oportunidad, es en los límites de la IV etapa de la urbanización Manzanares y el barrio el Limonar en la comuna seis de la capital del Huila.
Quienes se quejan son propietarios que compraron sus viviendas hace 35 años y en los menos 25 años, seducidos por la cercanía a una zona verde amplia, un bosque que prometía sombra y bienestar.
Sin embargo, con el paso del tiempo lo que prometía ser un buen lugar para vivir se ha convertido en una zona de alto riesgo para sus vidas y las de sus familias, ante el derrumbe paulatino de la ladera, especialmente en tiempos de invierno. La ladera se ha ido derrumbando, por lo que las casas vecinas se están agrietando y podrían colapsar en cualquier momento.
El problema puntual
“Estamos en la calle 18D sur con carrera 32 de la urbanización Manzanares, y la problemática que tenemos se viene presentando desde la administración Lara Sánchez, en ese momento puse en conocimiento la erosión que viene amenazando la ladera que limita con el Limonar, pero no hubo respuesta alguna”, dice el presidente de la JAC de Manzanares, Edgar Rodríguez.
“Al llegar la actual administración, insistí y puse en conocimiento el caso a las autoridades correspondientes. Hice la misma tarea y unos meses después me llegó la respuesta en la que se decía que estas casas se habían construido en zona de alto riesgo y que le correspondía a las Ceibas EPN y a infraestructura del municipio dar una solución”, explica.
Rodríguez sostiene que en una reunión en el Parque Mirador del Sur, le planteó de nuevo el problema a la gerente de las empresas públicas, Gloria Vanegas, argumentándole que, en caso de ocurrir una tragedia, la responsabilidad sería de la Administración.
La Gerente le envió al topógrafo, Germán Garzón, que llegó con una cuadrilla, hicieron un trabajo en terreno del que se desprende como solución la restitución de alcantarillado y sumideros de aguas lluvias, en la carrera 32 sur entre calles 18D hasta la 18H. “Lo último que conocimos es que el proyecto estaba en manos de una ingeniera que nos llamaría y no me han llamado”, agrega el líder comunitario.
“Con el paso del tiempo cambiaron la ingeniera que es ahora, Sandra Pacheco, que muy formal se comprometió a hacer una visita el martes de la presente semana, no vinieron, comenzó la lluvia, creí que es por eso, pero estamos esperando, hasta la fecha y no han venido”, añade.
La preocupación de la comunidad es que la ladera se sigue desmoronando más y más, solo gracias a dos árboles que hay en la zona se mantiene estable en algo el terreno.
“Si se presenta una tragedia en este lugar, responsabilizo a la actual Administración por lo que pueda suceder”, concluye el presidente de la JAC, Edgar Rodríguez.
Hablan los vecinos
María Victoria Rubio de Falla es una señora de la tercera edad que vive limítrofe con al barranco, y que padece en carne propia los inconvenientes generados por esta falla que se ha ido aumentando con el paso de los meses y los años.
“Llevo viviendo acá 25 años y a medida que fueron construyendo otras casas en material, esto se comenzó a erosionar. Al principio el nivel del terreno era normal y era hasta agradable vivir cerca de la zona verde y al bosque que nos separa del Limonar”, sostiene.
“De unos nueve años para acá comenzó todo a cambiar, el terreno a erosionarse y a ceder. Ya me ha tocado cambiar los pisos, los sardineles, las paredes se están agrietando, el terreno está hundiéndose, al punto que nos tocó no volver a dejar entrar el carro de la basura, es muy pesado y eso acelera la erosión”, agrega la ciudadana.
Otra vecina comenta que la situación se ha ido empeorando con situaciones anexas como la inseguridad y el peligro que los niños se rueden. “Los ladrones la utilizan de vía de escape, hasta con una moto se tiraron por el barranco en una oportunidad, a lo que se suma la oscuridad en las horas de la noche, hemos pedido que reubiquen un poste con luminaria”, relata.
De otro lado, a falta de cultura y sentido de pertenencia por este sector, muchos han tomado el lugar como un botadero de basura a cielo abierto, entonces ahora hay contaminación, plagas, insalubridad que se suman como consecuencia del mal estado del terreno.
El edil hace acompañamiento
Arcenio Castro, edil de la comuna Seis interviene para corroborar lo que cuentan en su queja los vecinos. “Como han dicho los vecinos son unos nueve años de esta problemática. Nosotros hemos solicitado la construcción de unos gaviones que detendrían la erosión en el terreno”, argumenta.
Desde el Limonar hemos adelantado una solución para este terreno que es vecino a nuestro sitio de residencia, así que nos afectamos todos. Hay una alcantarilla que se rebosa y contribuye al deterioro de la capa verde y al colapso del terreno.
“Hemos buscado también que alumbrado público, coloque la iluminación en este punto, lo que parece ya se ha aprobado. Esperamos que haya una solución para nuestra comunidad, finaliza.