DIARIO DEL HUILA, COMUNIDAD
Por: Hernán Galindo
Fotos: Tatiana Ramírez
El Parque Leesburg o del Amor y la Amistad se encuentra en el barrio Quirinal, en la carrera 7 con calle 21 en la zona central de Neiva. Se construyó como un aporte en la década de los 70 de la ciudad de Leesburg, California, Estados Unidos, a la capital del Huila.
Hace algunos meses el parque fue objeto de una remodelación que le dio un nuevo impulso a su cara amable, como punto de reunión de las familias que habitan en su entorno o de quienes laboran en su zona de influencia.
Diario del Huila en sus frecuentes visitas a los sectores populares de la capital del departamento, llegó hasta este lugar que converge con todos los puntos cardinales de la ciudad.
La ubicación en la carrera 7 y carrera 6 con calles 21 a la 18, le da al parque un punto privilegiado para el comercio, la educación, la salud y otras actividades como la recreación.
En las cercanías del parque Leesburg o del Amor y la Amistad se encuentra, por la calle 21, una de las sedes de la Universidad Corhuila, por la carrera Séptima la sede de la Clínica Oftamoláser, jardines infantiles y laboratorios clínicos, así como sede de centros de atención médica.
Aunque ha tenido que sufrir los embates de las marchas de los últimos días, el parque se mantiene relativamente en buen estado. Los actos de vandalismo se centraron básicamente contra el CAI, ubicado en uno de los costados de la carrera Séptima con calle 21 o avenida Tenerife de la ciudad.
Los senderos peatonales tanto por la carrera Séptima como por la calle Sexta. Al igual que por las calles 18 y 21, permiten caminar cómoda y tranquilamente por el lugar. Al llegar por la carrera Séptima, además del CAI de la Policía que está en la parte alta, se encuentran senderos verdes que llevan a una zona de arborización en la que está ubicado un parque infantil.
Seguimos el recorrido por la carrera Sexta, desde la cual se puede observar la integralidad del lugar de encuentro, en el que en ocasiones se realizan asambleas de los educadores agremiados en el Huila. Como parte central se observa un kiosco de venta de café, comidas rápidas y refrescos.
Ana, una de las dependientas, amablemente nos atiende y cuenta: “El parque es seguro con la presencia de la Policía y además todos somos solidarios. Entre todos nos cuidamos por lo que hace rato aquí no se presentan robos o atracos”.
Su compañera Claudia se acerca y precisa: “Hace falta más aseo permanente, ya que el mantenimiento de las zonas verdes y comunes prácticamente nos lo dejan a los dolientes de cada lugar. Nosotras mantenemos nuestro lugar de trabajo en buen estado, pero toca estar pendientes de los lugares comunes”, agrega.
Avanzando hacia el oriente, en la esquina de la carrera 6 con 21 se encuentra ubicada una zona de juegos mecánicos para niños, que se abren al público especialmente los fines de semana.
En el sitio encontramos a Julio, un joven de unos 25 años que está haciendo limpieza. “Yo soy el encargado del mantenimiento de los aparatos mecánicos. También me encargo de operar cada juego para los niños”, dice.
Al indagarle sobre el sentido de pertenencia en el lugar que está aseando, comenta que son los niños los más ordenados. “Ellos incluso le llaman la atención a los padres cuando olvidan recoger un papel o arrojan algo al piso”, agrega.
En el parque del Amor y la Amistad se encuentran otros de los aparatos de los llamados parques biosaludables, que se pusieron de moda en Neiva desde hace dos administraciones. El estado de los mismos es relativamente bueno.
Camilo, un joven que está haciendo ejercicio nos recibe un poco con reserva y pide que no lo vayamos a fotografiar. “Aquí vienen a hacer ejercicio personas de todas las edades, en especial en las horas de la mañana o al caer la tarde”, refiere y sigue ejercitándose en el aparato para fortalecer piernas.
Nos trasladamos ahora a la carrera Séptima en donde se ha abierto una zona de venta de cholados, bebida que se trajo desde el Valle del Cauca hace algunos años y que en principio se encontraba en Neiva solo en la antigua Concha Acústica, hoy Parque de la Música.
Son varios los consumidores de este refresco que mezcla frutas, hielo y helados entre otros como ingredientes que son el principal atractivo para los consumidores habituales o casuales.
Juana Ramírez, una estudiante de la Corhuila, hace una pausa en el consumo de su bebida y nos cuenta: “El parque es un lugar muy agradable, por la seguridad y por las amplias zonas peatonales por lo que se está muy cómodo para poder dialogar o compartir”, como en el caso de este día que decidió consumir un cholado.
El día de nuestra visita coincidió con el comienzo de una de las marchas de protesta programadas en los últimos días por lo que los policías del CAI, no nos pudieron atender. Lo único que nos comentó uno de los patrulleros, detrás de las vallas que protegen el CAI, ubicado en la parte alta del parque: “no entiende porqué vandalizan un sitio que es para el esparcimiento y el lugar de trabajo de ellos que sirve para dar seguridad y tranquilidad a quienes visitan y laboran en el Leesburg”.
Al descender del centro de atención inmediata de la Policía se encuentra una especie de “minitorta”, graderías para la presentación de espectáculos a pequeña escala. “El lugar es aprovechado por los estudiantes de la universidad o de los colegios aledaños para la realización de obras de teatro o bailes”, narra Marta Salas, profesora de uno de los jardines infantiles que están cerca al parque.
Ya de salida avanzamos hacia la calle 18 por la carrera Sexta y al caminar por ésta encontramos a un grupo de pensionados que departen al calor de un tinto.
Jorge Luis García Lara, uno de los contertulios nos recibe amablemente y acepta entregar un concepto sobre el lugar. Acaba de salir de una cita médica. “El parque es un lugar tranquilo, agradable. Como ve aprovechamos para departir con los amigos en estos encuentros en los que rememoramos de nuestros tiempos y para hablar de política, deportes y otros temas. Arreglamos el país entre todos”
Jorge Medina, otro de los pensionados que forman un semicírculo para mantener el distanciamiento social, aprovecha para decir; “sería bueno que ubicaran baños públicos. Me parece que es algo urgente. Vienen señoras con niños y a dónde los llevan a hacer sus necesidades. Uno mismo a veces se ve en apuros y tiene que irse”, comenta.
