DIARIO DEL HUILA, COMUNIDAD
Por: Hernán Galindo
Los parques y las zonas verdes siempre serán importantes en las ciudades. En Neiva, estos pulmones de la ciudad son mantenidos y atendidos por la Secretaría de Infraestructura del Municipio. Aunque, en algunos casos son cuidados directamente por las comunidades o ayudan a las autoridades en el cuidado y protección.
Diario del Huila visitó el parque San Juan Bosco, ubicado en el barrio Altico, frente al colegio Salesiano San Medardo, carrera 14 entre calles 4 y 5, zona de tradición residencial que de a poco ha recibido presencia del comercio. Aún, así, conserva su entorno habitual bajo la vigilancia del colegio María Auxiliadora.
Aunque no está en total abandono, la primera impresión que se toma quien llega al lugar es que al separador de dos vías de amplia circulación de carros, a un costado del Parque de los Periodistas, no le hacen un mantenimiento permanente y adecuado. Es la queja de vecinos a escasas dos cuadras de la iglesia de San José.
El parque que es relativamente nuevo, pues inicialmente hacía las veces de separador de la avenida, y servía de estacionamiento de carros para hacer los recorridos de los estudiantes o cuando los fieles asisten a servicios religiosos, suspendidos por la pandemia.
Ahora es zona de esparcimiento y de recreo para los residentes en el sector como quiera que además alberga un parque biosaludable, que se fueron extendiendo por la ciudad desde la administración de Pedro Suarez y han sido continuados por los alcaldes Lara y Muñoz.
Nombre de San Juan Bosco
En 1987, recibió el nombre del fundador de la comunidad de los salesianos tras haber sido convertido en parque de la ciudad. En principio era el separador de la avenida que se construyó a finales de los años 70 recuerda don Ramón Sánchez, un pensionado de los seguros sociales quien reside frente al parque, prácticamente desde toda la vida.
“Yo no estaba en Neiva cuando lo convirtieron en parque, pero luego retorné y desde entonces he sido uno de los permanentes cuidadores del espacio público, que desde siempre ha recibido a niños, personas mayores, adultas que lo visitan por distracción, recreación o bienestar. Hace dos años instalaron los que llama juegos, pero que realmente son los aparatos del “parque biosaludable”, destaca.
Una de las situaciones tristes que recuerda es como un habitante de calle que habían adoptado entre los vecinos, lo dejaban pernoctar en las noches y le daban comida, le regalaban cualquier cosa y este a cambio les ayudaba a cuidar y mantener el parque. “Lastimosamente, fue víctima de unos jóvenes delincuentes que le quitaron la vida una noche mientras dormía. Perdimos un cuidador y una buena personas”, señala.
Jaime Ramírez, uno de los vecinos, frente al parque dice que hace pocos años el fue incluido en un programa de mantenimiento de escenarios que realizó la alcaldía y que comenzó en el año 2017 y que incluyó parques en otros sectores de la ciudad como en La Orquídea y Cándido, el Parque de los Niños, monumento al Mármol, Parque Santander, de Los Periodistas, Parque Isla. “Ahora somos nosotros los que nos encargamos del mantenimiento”.
Antes de la emergencia por el Covid-19, alumnos de los colegios se encargaban de hacer un mantenimiento y atender las áreas verdes. Hoy, el sitio luce en algunos aspectos descuidado, con maleza, hierba alta, ladrillos averiados, pintura por hacer, alguna basura y tierra en los alrededores. “No es la mejor imagen”, comenta Lizardo.
Luis Ángel Cortés residente en el sector y exalumno recién egresado del Salesiano, habla con propiedad del parque San Juan Bosco ya que como habitante del barrio hace uso del escenario bien para la práctica deportiva como muchos que madrugan a ponerse en forma en los aparatos del parque biosaludable o simplemente para sacar a su mascota a que rompa con la monotonía del encierro en la casa.
“Normalmente muchas personas vienen a este parque a hacer ejercicio entre las 5 y 6 de la mañana, también es un lugar que por fortuna es seguro, no he presenciado robos, lo mismo opina uno de mis familiares que vive en la calle 5”, manifiesta, mientras camina por el lugar, en medio del ruido de motos y carros.
Sobre el cuidado que está ahora a cargo de la comunidad, recuerda que como estudiante en los grados diez y once una de las opciones escolares para cumplir con la asignación del trabajo social era el mantenimiento del parque con lo que adquirió sentido de pertenencia por este lugar.
El joven, que comenzará su carrera de derecho en la Universidad Cooperativa, envió un mensaje: “Es bueno entre todos velar para que estos escenarios que nos da el Estado se mantengan de manera óptima porque al fin y al cabo son para el servicio de todos. Vecinos y la población neivana en general”.
Otras personas consultadas, como Efraín Pérez, hizo un llamado a Ciudad Limpia “porque los operarios solo amontonaron y no recogieron reciente basuras y deshechos. No sé qué pasó. Ojalá presten un mejor servicio, que sólo no sea cobrar y nada más”, advierte con preocupación.
Otros dicen que El Parque ha estado un poco olvidado, pero entre todos estamos empeñados en recuperarle su buena imagen, sostiene doña María Duarte, otra de las vecinas. “Además, con las clases virtuales se perdió el apoyo de los muchachos del colegio que hacían su servicio social aquí, ojalá regresen pronto a la presencialidad y nos vuelvan a dar una manito con el mantenimiento del parque”, pide, caminando de la mano con un perro, al que saca a diario con una pala y una bolsa de basura.
Riesgo de accidentalidad
Mientras nos desplazamos por el lugar para recoger otros conceptos de los habitantes y visitantes, podemos observar las palomas que vuelan de los techos de la edificación del colegio y buscan el maíz o el arroz que les arroja uno de los vecinos de la calle 5 que tiene una tienda, pero esa será una historia que les contaremos en otra ocasión.
“Uno de los problemas que se vive en este sector al igual que en otras zonas de la ciudad tiene que ver con la movilidad ya que la esquina de la carrera 14 con calle 5 , es lugar de permanentes accidentes , los conductores se comen el pare y es casi que a diario se presentan accidentes en los que se ven involucrados tanto conductores de autos como de motocicletas que dejan heridos e incluso se han presentado muertos, Sería bueno que se mejorara la señalización o que se instalara un semáforo, ya que aunque hay un reductor de velocidad en la calle 5 en el sentido oriente. Occidente poco o nada sirve para evitar los accidentes, indica María Valbuena”, dijo otra de las vecinas.
Por otro lado, otra de las vecinas dice que quienes sacan sus macotas a pasear al parque y de paso a hacer sus necesidades no olviden que el Código de Convivencia contempla multas a quienes no recogen los desechos que dejan. Mariela Leal, que vive en una amplia casona a un costado del parque agrega que “se presentan robos, especialmente rasponazos con ladrones que se desplazan en moto y pese a estar cerca del CAI de los Periodistas, estos aprovechan el descuido de los ciudadanos para hacer sus fechorías. Sería bueno que haya más patrullaje y que los agentes no se mantengan dentro de la estación”, dice.
Ojalá dentro de las políticas de esparcimiento, recreación y aprovechamiento del tiempo libre se pueda seguir brindando a la comunidad parques adecuados, con amplias zonas verdes, árboles de sombra, mobiliario urbano, senderos peatonales y en general bienestar. Todo sumado, contribuye a forjar en los ciudadanos conciencia de apropiación por lo nuestro y recordar que estos espacios son prestados por las nuevas generaciones y serán perpetuados en el tiempo; si nos proponemos su conservación, mantenimiento y sostenibilidad.