Por Hernán Guillermo Galindo M
Fotos José Rodrigo Montalvo
Los vendedores, lustrabotas, comerciantes y habituales visitantes del Parque Santander en el centro de Neiva se encontraron con un sorpresivo cambio del lugar. Ciudadanos y organizaciones ambientales realizaron una brigada de limpieza, poda y mantenimiento de jardineras y plantas del entorno que le devolvieron la belleza a este lugar que venía abandonado.
Sandra Martínez, una vendedora informal de tintos y bebidas calientes en un carrito improvisado y que habitualmente atiende su clientela entre los pensionados o los otros comerciantes en el Parque Santander en el centro de Neiva, se encontró ayer lunes con una sorpresa, el parque estaba con una cara distinta.
“Llegué esta mañana como lo hago todos los días de lunes a viernes a mi lugar de trabajo y la sorpresa es que las jardineras, los corredores y todo el entorno del parque, lucían en inmejorables condiciones de presentación”, dice con cara de asombro.
Y es que normalmente el parque que todos consideran como la sala de recibo de la ciudad, bien sea como punto de encuentro, de descanso o simplemente de paso, se ha ido dejando en un descuido por parte de quienes lo frecuentan y lo peor aún por quienes tienen la obligación de hacerle el mantenimiento adecuado.
Esta nueva cara del Santander, se debe a una jornada que realizaron en el fin de semana organizaciones ambientales, empresas de aseo, Policía Comunitaria y neivanos del común. En la misma se logró recolectar materiales como plásticos, vidrios y desechos de todo tipo, que afectaban la imagen de uno de los puntos de encuentro más frecuentados en la capital del Huila.
“Ojalá esto se convierta en algo habitual, que no sea algo esporádico, es una necesidad y entre todos debemos tener sentido de partencia por nuestra ciudad, comenzando por las autoridades que son las llamadas a liderar y a dar ejemplo en torno al buen uso de este lugar emblemático en la ciudad”, opina Fidel Fierro, un trabajador de una empresa de mensajería que llega a una de las sedes bancarias a hacer un trámite personal.
Al hacer un recorrido por el Parque Santander se puede observar; jardineras en perfecto estado que muestran la majestuosidad de las plantas que contienen, los corredores en los que algunos visitantes comparten un refresco, un tinto o simplemente hablan de la actualidad regional o nacional están limpios, lucen aseados, se notándose así el paso de la brigada de aseo.
Las plantas también fueron podadas, complementando un paisaje agradable por el cual andar por el parque, que hoy muestra una cara diferente, la misma que se observa en quienes están allí. Todos se contagian, es como cuando se estrena un vestido nuevo, hay sonrisas, alegría, son sentimientos que contagian.
“No hay nada más agradable que llegar a un lugar y encontrarlo limpio, aseado, se puede uno sentar o simplemente caminar, todo debería permanecer siempre así. Ojalá me equivoque y no es por ser aguafiestas o negativo, pero en dos o tres días venga y esto vuelve a estar en condiciones no tan agradables como las de hoy”, sostiene Sigifredo Duarte, un pensionado que está tomando chicha que venden de manera informal.
Los propios comerciantes que también fueron participes de la jornada de ornato y aseo, indicaron que fue un labor dura, pero muy gratificante al ver este espacio libre de suciedad y abandono.
Unos de los que se mostraron complacidos con esta labor de embellecimiento de la sala de recibo de Neiva, fueron los embellecedores de calzado que tiene su centro de trabajo frente a la Catedral de la Inmaculada.
El presidente de la agremiación de estos profesionales del calzado, Cristóbal Quintero Pérez, se refirió sobre cómo encontraron el lugar en las horas de la mañana de este lunes cuando llegaron a laborar. “Es muy bueno lo que hicieron, porque este parque estaba bastante abandonado, gracias a los ambientalistas y quienes participaron en la jornada de aseo, todo se ve amplio, quedó bien gracias a Dios”, dice.
Sobre una queja que han presentado siempre los lustrabotas que encuentran su lugar de trabajo sucio, con desechos y toda clase de basura, comenta que se ha mejorado gracias a los patrullajes permanentes de la policía que levantan los habitantes de calle que piensan en dormir allí, “en eso se ha mejorado también en cuanto al control a esas personas que venían y solo dejaban desorden”, reitera.
En algo coinciden quienes se dedican a lustrar calzado en este sector del centro de la capital huilense, y es que siempre están prestos a participar en este tipo de brigadas ambientalistas porque es su lugar de trabajo y de paso están en la sala de recibo de Neiva, argumentan.
Los turistas que normalmente llegan hasta el parque, bien por curiosidad o porque se quieren llevar un recuerdo en imágenes de su visita a Neiva, en esta oportunidad se encontraron además un sitio agradable.
Pilar Bermúdez y su compañero Jairo López, que llegaron el fin de semana de Isnos, buscan llevar una foto para el recuerdo de su viaje a la capital del departamento. Una foto en la pila, en la estatua del prócer Santander o frente a la Catedral, al igual que el edificio de la Gobernación, son las preferidas, sin dejar atrás la iglesia colonial ubicada en uno de los extremos del parque, son las preferidas para los turistas como estos jóvenes del sur del Huila.
“Aunque no venimos en plan de turismo como tal, sí es la primera vez que llegamos a Neiva”, comenta Pilar, quien agrega que vinieron a averiguar sobre los trámites para el pasaporte, “es que pensamos ir en junio a Europa”, sostiene.
“Aprovechamos para darnos un paseíto por el parque Santander antes de emprender el retorno esta tarde o mañana, una vez logremos solucionar lo del trámite”, agrega, Jairo.
La jornada que le cambió la cara a este emblemático lugar, es un ejemplo de unión, de sentido de pertenencia, de cultura ciudadana, que ojalá no se quede en un ejercicio de momento, y de paso motive a las autoridades a asumir su rol frente a lo que les corresponde, como en el caso del tema de ornato y medio ambiente en la ciudad.