DIARIO DEL HUILA, COMUNIDAD
Por: Hernán Galindo
Chapinero es un corregimiento ubicado en zona rural, en el oeste de Neiva, donde predomina el clima frío y de páramo. Limita al norte y al oeste con el municipio de Aipe; al este y sureste con el corregimiento de San Luis; y al sur con el de Aipecito.
Como toda comunidad del campo colombiano se siente abandonada y desatendida por el Estado. “Son muchas las necesidades para solucionar problemas que permitan mejorar la calidad de vida de una población tan vulnerable”, afirma la edilesa María Doris Mosquera Pérez, de 45 años, casada con Dagoberto, agricultor, y madre de 7 hijos.
El listado de peticiones es largo: obras como vías, espacios comunitarios, mejoramientos de vivienda, soluciones de agua potable y saneamiento básico, electrificación rural, entre otros, son de importancia para todos los habitantes de las 9 veredas que alberga Chapinero, donde habita decenas de familias neivanas.
“Cultivamos café que nos da para medio vivir, cuando está en buen precio. Además, plátano y yuca, pero no para comerciar porque nos vale más el transporte que un racimo. Para nosotros viajar a Neiva en mixto hay 5 horas de viaje en una carretera con trayectos en mal estado”, comenta con amargura, para evidenciar lo marginados que están del centro de poder del municipio, mientras al fondo cantan unos gallos y ladran perros callejeros.
Prioridad el alcantarillado
Pero dentro de ese paquete de prioridades hay unas más urgentes que otras. La principal para el centro poblado es la solución al problema del alcantarillado, “que desde hace años nos tiene cansados, por los malos olores, la suciedad y los riesgos como focos de contaminación y toda clase de enfermedades”, aseguró Mosquera que tiene la casa en la vereda El Jardín.
Aseguran haber acudido durante varios años ha diversas instancias y autoridades para defender y reclamar sus derechos sin respuestas positivas, pese a los compromisos y palabras, que parece irse por la misma alcantarilla de la problemática, como lo señala el presidente de la Junta Local, Aníbal Valderrama.
Están listos y dispuestos a que los convoquen para armonizar propuestas o para discutir qué tipo de obras se deben hacer, con la participación de la mano de obra de las comunidades y vecinos beneficiados, si es necesario.
“Estamos pidiendo al alcalde Gorky Muñoz que, por favor, nos colabore con el alcantarillado de nuestro centro poblado ya que se encuentra en mal estado porque la tubería está muy dañada, desde hace tiempo se ha venido deteriorando por el uso y la calidad de los elementos”, dijo.
El pozo de absorción ya se rebotó, colmó su capacidad y el agua sucia, residual, está cayendo a la quebrada La Manga, contaminándola, causando problemas de salud a la comunidad de Chapinero.
Más problemas
Otra de las urgencias es la pavimentación o cementación de las pocas calles. “Cinco”, cuenta María Mosquera. Denuncian que cada vez que llueve, los caminos destapados se llenan de agua y barro, se convierten en terribles lodazales. Y si es verano, la tierra reseca se levanta en polvaredas y afecta a los niños en el colegio.
“Ojalá se haga realidad ese sueño de tener una calle en buen estado. Decente. Donde se pueda caminar en cualquier época del año, pero, lastimosamente ya llevamos varias administraciones con la misma reclamación y no es posible que nos soluciones este lío”, comentó el presidente de la Junta de Chapinero, Iván Barreto.
El problema también lo plantearon en el Plan de Desarrollo del Municipio. “Esperamos que el Alcalde y los políticos que han ofrecido ayuda nos colaboren y nos cumplan con una necesidad tan urgente para la comunidad, aplazada de solución durante años”, agregan vecinos
Los chapirenunos además urgen mejoramientos de vivienda o planes de vivienda que les permita tener una casa digna para la familia. “Que se atienda las necesidades básicas habitacionales de nuestra gente, mucha en condición vulnerable, situada en zona rural, es otro anhelo. No un capricho”.
También piden por atención e inversiones en los acueductos veredales. Ejecutar proyectos para garantizar, de forma definitiva, el suministro de agua potable en las zonas campesinas, “pues hacemos parte del municipio de Neiva, del departamento del Huila. Sería una verdadera dicha”.
Y es que como ellos, muchos de los habitantes neivanos consideran que el mayor problema que existe en el campo es la falta de agua tratada. Se estima que el 80% de las veredas carece del líquido con las condiciones exigidas para el consumo humano.
Luz y Sisbén
La ampliación de redes eléctricas es otra solicitud sentida porque en gran medida la mayor parte de habitantes de Chapinero vive en comunidades pequeñas, en lugares alejados, que enfrentan la falta de energía eléctrica, de luz, con sus consecuencias para el bienestar general.
Y a continuación especifican que “podría ayudar con la participación de la comunidad, de gente que sepa del tema, para apoyar el diseño, la elaboración, la evaluación y el control del plan de electrificación que se requiera emprender para dar el mejor resultado social”.
La atención la salud es otro requerimiento. ¿Por qué? Con los ajustes recientes al Sisbén varias familias o miembros se quedaron por fuera. “Cuando se hizo la encuesta muchos no estaban en casa y otros porque no venían en el listado. Nos han respondido que iban a mandar para hacer el ajuste, pero no ha llegado nada”, indicó Mosquera.
El Sisbén es el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales, que permite clasificar a la población de acuerdo con sus condiciones de vida e ingresos. Esta clasificación se utiliza para focalizar la inversión social y garantizar que esta sea asignada a quienes más lo necesitan.
“Sí existe el compromiso y la voluntad de la administración municipal, de las entidades identificadas con las peticiones, seguramente la población del corregimiento de Chapinero y sus veredas recibirá pronto buenas noticias, durante años aplazadas o incumplidas”, afirman los presidentes Valderrama y Barreto.