DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
Inició en el Congreso el trámite del ‘Proyecto de Inversión Social’ al que ya le han colgado muchas propuestas y arandelas. Neivanos contribuyeron a ‘armar el Frankenstein tributario’.
El “Gran Consenso del Proyecto de Inversión Social” fue el nombre pomposo con el que el presidente Iván Duque presentó al Congreso de la República y al país el proyecto de reforma tributaria que espera recaudar 15 billones de pesos para programas de la reactivación económica.
Pero como casi siempre sucede con esta clase de iniciativas, uno es el texto que entra del Gobierno y otros, muy distinto, es el que sale del Legislativo por la cantidad de propuestas que le adicionan.
En esta ocasión no parece haber un cambio, según las novedades que ya se han registrado.
A corte del 6 de agosto el proyecto de ley —de solo 35 artículos — ya tenía 252 propuestas de modificación, de los cuales 148 eran para incluir nuevos artículos y el resto para modificar existentes, según informó el portal La Silla Vacía.
Lo que significa que el Gran Consenso va camino a convertirse en un ‘arbolito de navidad’, símil por la cantidad de cosas que le cuelgan, como ya ha sucedido antes, según reconocen congresistas y economistas.
Adornos de la comunidad
Para contribuir a armar el Frankenstein tributario, Diario del Huila consultó a los neivanos que propondrían sumarle al proyecto para su aprobación y vigencia, si tuvieran la oportunidad. Encontramos de todo, ideas aterrizadas, con fundamento, y otras salidas de tono, seguramente porque se trata de un simple ejercicio de ilusión.
Carlos Gómez, comerciante de zapatos, pidió lo más justo sería que el alza de impuestos no toque jamás a las pequeñas y microempresas. “Más bien aprobar ayudas o subsidios para podernos reactivar y generar empleo. La hemos pasado muy mal por la pandemia”, afirmó.
Leticia Patiño, ama de casa del barrio Sevilla, con dos hijos, manifestó que sería interesante poner impuestos altos a las bebidas azucaradas, a las gaseosas, a los ‘frutiños’ y a los alimentos ultraprocesados, a las papas y chitos para que se vuelva más costoso a los jóvenes comprarlas.
“Que amplíen indefinidamente los subsidios creados en la pandemia para los más vulnerables. Para nosotros los más pobres. Pero que esa plata de verdad nos llegue, que no se quede en los corruptos”, expuso Libardo Monje, vendedor de lotería en la plaza cívica.
Personalmente me preocupa que salgan nuevas propuestas en la tributaria y que comience a llenarse de arandelas, inclusive de micos, y un proyecto que para atender a los damnificados de la crisis termine desviado y disfrazado en otra cosa, dijo el abogado Clemente Pérez.
“No se nos puede olvidar ni por un segundo que esta tributaria la estamos haciendo solamente porque Colombia vivió una emergencia fiscal y una emergencia social”, dijo.
Mi propuesta es simple, pero sé que no la cumplirán los ‘padres de la patria’, señaló Josélo Tribiño, mercaderista: “Que el Gobierno base la reforma tributaria en cobrarles más impuestos a las empresas millonarias, que siempre han ganado, y no a las personas, como siempre pasa”.
Luis Carlos López, edil de la Comuna Nueve, respondió que en vísperas de las campañas de Congreso y presidenciales el trámite se salga de las manos por la falta de seriedad de los senadores.
“Los congresistas quieren no solo tener visibilidad de cara a las elecciones de 2022 sino que varios quieren parecer independientes de un gobierno impopular y van a querer hacer populismo con propuestas que no son válidas en perjuicio de los que verdaderamente si se beneficiarían”, explicó.
Vamos a ir viendo, yo todavía no canto victoria, para nada de lo que este Gobierno y el Congreso hagan por este país. Van a ver que todo se quedará en promesas incumplidas, una vez más, expresó Lola Paredes, empleada bancaria y estudiante de derecho de la Universidad Antonio Nariño.
No más IVA
La joven propuso “acabar el IVA general para todos los productos en Colombia, acabar el tal cuatro por mil y cobrar impuestos reales a todo el sistema bancario”.
Lucio Méndez, agricultor de arroz, pidió que se ponga un verdadero subsidio a los insumos, químicos y fertilizantes, que no tengan ningún IVA para proteger la producción de la industria nacional que se ha visto afectada por el crecimiento de las compras fuera del país.
Rocío Mora, economista, señaló sobre este mismo punto que “se elimine el IVA de 19 % y se reemplace por un impuesto al consumo del 8 %. Con ello, se impulsan las compras y ganarían las empresas”.
Y agregó que se dé cabida a incluir artículos que aporten a la generación de empleo, que es uno de los temas más preocupantes de los colombianos en el actual estallido social.
“Por favor, graven las ganancias bancarias. Destinar una parte del dinero que se recauda en peajes privados al presupuesto nacional. Que la matrícula cero se por siempre. No haya IVA para ningún producto de la canasta familiar. Se quieten los impuestos a los colombianos que paseen por el país”, aportó Rodrigo Galindo, contador público.
Y agregó que se reforme la Dian, que presionar a los contribuyentes, que ya ven con terror cualquier visita de los funcionarios de esa entidad estatal. Lo ideal es que se dedique a perseguir a los evasores.
“Bajar los impuestos a los empresarios para que puedan crear empleo sería un buen mensaje”, destacó el tributarista Germán Farfán.
Y añadió que las personas y las empresas acaudaladas en Colombia se divierten haciéndole trampas al erario y ocultando sus fortunas para no pagar impuestos. Eso se debe castigar. Si los que se enriquecen con el desarrollo del país no aportan de acuerdo con su músculo económico al desarrollo de la sociedad, siempre el país será pobre y violento ¡y todos infelices!
“Que no se acaben las cajas de compensación que son las que ayudan en materia social, en el supermercado, en los lugares de recreación a los estratos bajos. Que hagan más canchas de fútbol para los niños”, comento Cecilia Serrato, trabajadora de Electrohuila.
En igual sentido habló el profesor de deportes, Jorge Torres. Pidió que se reabra el Plazas Alcid, se rehabiliten las canchas de tenis de la Villa Olímpica y se concluya el patinódromo de Neiva.
A Libardo Carvajal, tendero del barrio Las Brisas, le parece un gran absurdo “no apoyar en la reforma a las pequeñas empresas y negocios que llevan toda la vida trabajando en el país. En cambio, siempre se apoya a los monopolios y carteles empresariales, a los mismos que les importa un pito el consumidor final y la clase media.
Y concluyó: Falta una postura más radical contra las grandes desigualdades en la sociedad colombiana. Menos carga tributaria a los asalariados y personas naturales, y más impuestos a las grandes. Necesitamos una mejoría en la distribución del ingreso, entre los más pobres y la clase media y media alta, tocando a los más ricos.
Los Neivanos esperan que los recursos recaudados realmente sean destinados a los menos favorecidos.
