El gobierno de Dina Boluarte oficializó un nuevo estado de excepción en Lima y otras regiones del sur, tras más de un mes de huelgas en su contra.
DIARIO DEL HUILA, INTERNACIONAL
La presidencia de Perú declaró en la mañana de ayer que alargará el estado de excepción. La medida, que ya había sido decretada desde hace varias semanas, se prolongará hasta febrero en busca de apaciguar a los manifestantes que hace más de un mes han protestado contra la presidenta Dina Boluarte.
El estado de emergencia implica que la Policía puede cooperar con las Fuerzas Militares e intervenir “para resguardar el orden público” en medio de las protestas. Además, autoriza a que, durante el tiempo que rija la medida, varios derechos constitucionales se suspendan.
Además, suspende los derechos constitucionales de inviolabilidad de domicilio y las libertades de tránsito por el territorio nacional, reunión y libertad y seguridad personales.
La decisión gubernamental se produce cuando se anuncian movilizaciones desde el sur de Perú hacia la capital peruana a partir del lunes, en una acción que las autoridades califican de “asonada a Lima” en un intento de desestabilizar a Boluarte.
La norma precisa, además, que la Policía Nacional del Perú mantiene el orden interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Incluso, hay un apartado en el que se menciona “el empleo y uso de fuerza de los militares” desde el inicio del decreto. El anuncio se comunicó en el diario oficial El Peruano. De acuerdo con la nueva medida ejecutiva, desde este domingo las regiones de “Lima, Cuzco, Puno, Callao, Apurímac” y “Madre de Dios” estarán bajo la vigencia del decreto.
El pasado 15 de diciembre, Dina Boluarte, presidenta del país, anunció una medida similar en todo el país. Sin embargo, desde entonces ha habido un incremento en las movilizaciones dentro del país y muchos más enfrentamientos entre marchantes y fuerza públicas. Solo en un día de marchas, la región de Puno, al sur de Perú, registró un balance de 17 muertos en medio de las protestas.
“Rechacemos la violencia”
Boluarte se dirigió al país el viernes tras la renuncia y reemplazo de los ministros del Interior, Trabajo y Mujer.
La presidenta instó al Congreso a acelerar los trámites para realizar elecciones anticipadas en abril de 2024 y pidió perdón por las muertes provocadas por la crisis.
“Pido perdón por esta situación y por lo que se haya dejado de hacer para evitar estos acontecimientos trágicos. Pero, así como pido perdón, pido que rechacemos la violencia”.
Diversos colectivos, sobre todo de los Andes sureños, exigen la renuncia de Boluarte, a quien consideran responsable de la violencia.
Asimismo, piden el cierre del Congreso controlado por la derecha y la realización inmediata de elecciones.
Los pedidos de libertad de Castillo -en detención preventiva mientras se le procesa por supuesta rebelión- y la formación de una Asamblea Constituyente también hacen parte de la agenda.
Algunos grupos de manifestantes de estas regiones amenazan con viajar a Lima para una “toma de la ciudad” que obligue a Boluarte a renunciar y que genere un marco que obligue a elecciones lo antes posible.
“Tenemos la decisión de ir a Lima (desde el lunes), sí o sí. No podemos indicar la hora, porque lo que queremos es viajar en unidad”, dijo Julio Vilca, un dirigente de la provincia de Ilave, en la región Puno.
Los mismos motivos
Las marchas en Perú tienen motivos de larga data. Por ejemplo, uno de los principales motivos dentro de las huelgas peruanas es la liberación de Pedro Castillo. Castillo, cabe recordar, llegó al Ejecutivo al lograr convencer a todas las regiones del sur que votaran por él. Así pues, Cuzco, Apurímac, Arequipa, Puno y otros estados movilizaron su apoyo en las urnas por él.
Vale la pena recordar que, en un mes de protestas, la mayoría de los puntos de concentración de manifestantes se han concentrado en el sur del país. Precisamente en esos lugares donde Pedro Castillo triunfó con el 80 % de los votos.
En adición, los manifestantes exigen que haya un cierre o renovación total del Congreso peruano. Para ellos, los congresistas usurparon el poder a Pedro Castillo y no obedecen a representar al pueblo peruano.
Finalmente, una de las peticiones más conocidas es la “por nuestros muertos”. Hasta el momento, Perú registra 49 personas muertas en poco más de 40 días: más de un muerto diario.
Habría manos oscuras
Las autoridades insisten en que detrás de las protestas hay sectores ultrarradicales, incluidos remanentes del grupo guerrillero Sendero Luminoso.
Como prueba, han presentado la captura esta semana de una exintegrante de esa organización, Rocío Leandro, conocida dentro del grupo como “Camarada Cusi”.
Según un portavoz de la Policía, el general Óscar Arriola, Leandro financiaba las acciones vandálicas que dejaron una decena de muertos en la región Ayacucho. Definió a la senderista como “una asesina marxista, leninista, maoísta”, financiaba las acciones vandálicas que dejaron una decena de muertos en la región Ayacucho.
“Cusi” y siete personas capturadas junto a ella pretenden formar un nuevo grupo terrorista llamado Nueva Fracción Roja, dijo la policía.
Organizaciones de izquierda como el partido Perú Libre, por el que fueron elegidos en 2021 Castillo y Boluarte, rechazaron la versión de la policía al considerarla una estrategia para criminalizar la protesta.
Boluarte propuso adelantar las elecciones a abril de 2024, pero los manifestantes rechazan su oferta.
