Al cumplirse 19 meses de haberse posesionado el presidente del cambio, Gustavo Petro Urrego, se siguen intensificando los actos terroristas en la ciudad de Neiva, que tienen desesperados a los habitantes del departamento del Huila, por el accionar terrorista de las organizaciones subversivas que hacen presencia en este territorio, que están presionando el pago de extorsiones y vacunas a las oficinas que desempeñan funciones similares a la Dian, ubicadas en las montañas de la geografía huilense con la anuencia del gobierno nacional, y que tienen desesperados y atemorizados a las familias y al sector productivo para que paguen los impuestos de guerra, so pena de ser sujetos de atentados terroristas si se resisten a cumplir con estas vacunas. Así no les gusten a los funcionarios del alto gobierno, que se resisten a aceptar que estos hechos sucedan en las regiones del país, porque viven aislados del accionar delincuencial, porque se encuentran a espaldas de lo que está ocurriendo en las regiones. Su retórica barata y sus ideas lunáticas y cósmicas están generando una incertidumbre entre el constituyente primario. Deben aterrizar en la tierra, Deben colocar los pies en la tierra.
Lo que está ocurriendo es muy grave. El accionar de las Fuerzas Militares y de la Fuerza Pública, está diezmado. No existen acciones ofensivas. Solo defensivas. Son expulsados de los puestos de control en algunos municipios del país por la presión de estas organizaciones criminales. La sociedad está inerme del accionar gubernamental. No estamos en la oposición. Solo queremos expresarle al gobierno nacional que debe reorientar su política publica de la sana intencionalidad para buscar la Paz Total que hasta el momento ha sido un fracaso total. Recuerden que no están sentados en las mesas de diálogos con los angelitos de la guarda. Mientras se está dialogando, estas organizaciones se están fortaleciendo militar y económicamente. El gobierno nacional no puede ceder espacios, ni perder el dominio del control territorial, ni la autoridad en el país.
El segundo hecho terrorista ocurrido a medianoche del lunes anterior en menos de 10 días, en el barrio Diego de Ospina de esta ciudad, cuya onda explosiva se escuchó en un kilómetro a la redonda, generó nuevamente temor y zozobra entre los neivanos. No hay derecho que a pesar de los ingentes esfuerzos que realizan las autoridades municipales y departamentales para contrarrestar este accionar criminal, se sigan presentando estos hechos terroristas en esta localidad. Hay necesidad de rodear a los organismos de seguridad sobre cualquier situación anormal que se llegue a presentar. No podemos dejar al garete, el espacio para que estos delincuentes desarrollen libremente su accionar criminal. Los buenos son más. Así los áulicos y afectos de los movimientos políticos afectos al gobierno nacional digan lo contrario, no vamos a perder la prospectiva para sacar adelante y consolidar la paz de nuestro país.
