Diario del Huila, Entrevista
Por Hernán Guillermo Galindo
Después de 33 años de labores, el ingeniero eléctrico Héctor Jaime Bojacá Otálora se retiró de la Electrificadora del Huila dejando un importante legado, siendo apreciado dentro y fuera de la empresa.
Como un reconocimiento a toda una vida dedicada al sector eléctrico Diario del Huila entrevistó al ingeniero en retiro Héctor Jaime Bojacá.
¿Quién es Héctor Jaime Bojacá Otálora?
Nací en Neiva hace 62 años, pero siendo bebé mi familia se trasladó a Ibagué. Mis padres fueron Héctor Jaime Bojacá Acosta, sastre y luego empleado del poder judicial hasta su jubilación; y Elda Otálora Muñoz, dedicada al hogar. Ambos, me inculcaron amor, respeto y honestidad.
Cuéntenos brevemente de su formación
Estudié primaria en la Escuela ‘Manuel Murillo Toro’ y bachillerato en el Colegio ‘San Luis Gonzaga’ de Ibagué. Ingeniería Eléctrica en la Universidad Tecnológica de Pereira, con especialidades en Transmisión y Distribución de Energía Eléctrica, en Los Andes; Derecho Minero Energético en el Externado; Administración Financiera en la Escuela de Administración y Negocios; y diplomado en Docencia Universitaria en la FET.
¿Cómo se define como persona y empleado?
Soy un hombre comprometido con lo que hago, con amor a mis tareas y propósitos. Busco dar justo y buen trato a quienes me rodean, con alegría, prudencia y coherencia con mis convicciones. Amo a mi familia y tratamos cada día de fortalecernos espiritualmente en Dios.
¿Por qué estudió ingeniería eléctrica?
Desde pequeño me inquietaron los fenómenos físicos y de manera particular la electricidad, aunque tuve una alta inclinación por la arquitectura e incluso por la comunicación social.
¿Recuerda cuál fue su primer contacto en la vida con una tarea eléctrica?
Examinaba aparatos que había en casa, tales como los radio receptores de tubos.
Cómo fue el proceso laboral y profesional.
Gracias a Dios, en unas vacaciones de estudiante tuve la oportunidad de vincularme a Electrolima, en tareas técnicas, por el padre de un compañero, Alfonso Guerrero, era Subgerente Técnico. Ya a nivel profesional sólo transcurrieron algunos días entre la obtención del título y mi vinculación a la empresa.
Y pasaron 33 años…
Estuve en 2 períodos, el primero entre 1983 y 1994; y el segundo entre 1999 y 2021. Aunque la vinculación se dio en un marco de 38 años, trabajé efectivamente 33. Justo en mi proceso de graduación, un ingeniero de Electrohuila (José Alexi Murcia) anunció en la cartelera de la facultad que Electrohuila necesitaba dos ingenieros. A través de mi padrino de bautizo, ingeniero Míller Palomino, logré el contacto con la empresa, con el ingeniero Jorge García -QEPD- quien llevó mi nombre al gerente, doctor Jairo Toro. Me dieron un contrato de prueba por seis meses como ingeniero asistente de la División Electrificación Rural. Para mi segundo período fui llamado por el ingeniero Julio Alberto Gómez al cargo de jefe de la División Comercial. En el intermedio estuve vinculado a Electrotolima, la CHB, InverWorld y A&T.
¿Qué recuerda del primer día en la empresa?
La entrevista con el gerente. Me dijo que la permanencia dependía exclusivamente de mí. Ya se llamaba Electrificadora del Huila S.A. (aún sin el E.S.P. de la Ley 142) y unos meses antes había trasladado su sede a El Bote.
Cuando ingresó, ¿pensó que iba estar tantos años?
No lo tenía claro, pero mi intención era trabajar el mayor tiempo posible y madurar en mi carrera.
¿Por cuántos cargos pasó?
Estuve en 11 cargos de naturaleza variada (administrativa, comercial y técnica) y recuerdo de manera especial el de Subgerente Comercial.
Fue varias veces gerente encargado, ¿le hubiera gustado ser titular?
Lo consideré alguna vez, que Dios me diera la oportunidad de ser gerente titular, pero en los últimos años, dada mi situación de salud, cerré tal opción.
¿Alguna vez se encaramó a una torre de energía?
A una torre como tal, no, sin embargo, al comienzo ascendí a postes.
¿Hubiera clasificado para liniero?
Sinceramente, creo que no hubiera sido el mejor dada mi poca habilidad física.
Cómo podría resumir el cambio o cambios más sustanciales en la empresa en 33 años.
En general el sector eléctrico en Colombia ha sufrido transformaciones importantes a la luz de su regulación. Electrohuila ha crecido dentro de este contexto y cada administración ha aportado a esta evolución, tanto en aspectos técnicos como comerciales, reconociendo el importante esfuerzo de las administraciones anteriores al actual esquema sectorial, buscando su sostenibilidad y su viabilidad financiera, siempre tratando de mejorar integralmente la calidad de sus servicios, permitiendo algunos reconocimientos a nivel nacional e internacional.
¿Cuál cree que fue su principal aporte?
Poder infundir el amor a cada labor, en cada equipo en que estuve.
Si le digo ElectroHuila ¿en qué piensa?
En desarrollo, progreso, bienestar, buena energía.
¿Le hará falta?
Hay una gran nostalgia, sin embargo, tengo unas actividades muy importantes pendientes, en especial en el campo espiritual que considero me ayudarán a un retiro equilibrado.
¿A qué se dedicará en adelante?
Pertenecemos, con mi esposa, a un movimiento católico que trabaja por la espiritualidad de los matrimonios (la pareja y la familia) donde tenemos la oportunidad de aprender y aportar al mejoramiento de la institución familiar, hoy tan deteriorada. También espero contribuir en la docencia a la formación de estudiantes.
Dicen que tiene un gusto especial por la música…
Es una inclinación que tengo desde temprana edad, de manera empírica. Mi esposa tiene un gran talento musical, y mis hijas, que están participando en dos proyectos musicales. Las sanas manifestaciones artísticas ayudan a ennoblecer el alma y el espíritu.
¿Con quién está agradecido?
Ante todo, con Dios, con mi familia, paterna, con mi esposa e hijas; con mis amigos, superiores laborales y mis compañeros de trabajo.