Diario del Huila, Comunidad
Por: Juan Manuel Macías Medina
Sin tener en cuenta sus riquezas culturales y agrícolas, durante años, Algeciras se convirtió en uno de los últimos sitios que los colombianos y huilenses desean visitar, y esto se debe, según Wilson Perdomo, a la profunda incidencia que han tenido los grupos armados al margen de la ley que han azotado durante más de 50 años al municipio.
“Yo crecí con la palabra guerrilla, desde que estaba muy pequeño miraba cuando los grupos armados se tomaban el pueblo. Es tanto el estigma que tenemos que cuando nace un niño en Algeciras, muchas veces lo registran en otras partes con el fin de esquivar la estigmatización, uno dice que es de Algeciras y la Policía y el Ejército lo requisan hasta más no poder, solo por ser algecireño, tenemos ese estigma, pero ser algecireño no quiere decir que seamos guerrilleros”, sostuvo.
Aun con el estigma de ‘pueblo guerrillero’ que la historia le ha propuesto a Algeciras, sus habitantes se rehúsan a perder lo que sería la más importante de las batallas, “apostarle a la cultura”.
“Algeciras tiene muchas cosas buenas por mostrar, necesitamos que el Estado haga más presencia en estas zonas, se deben apoyar más las iniciativas de la comunidad y permitir que los espacios culturales y deportivos, como los que estamos realizando, se puedan dar de mejor manera. Queremos quitarle la fuerza a los grupos delincuenciales y a los grupos organizados”, agregó el líder.
Génesis de Paz, música para Algeciras
Sustituir el sonido de las ráfagas de fusil a las que se estaban acostumbrando los habitantes de Algeciras por el sonido de trompetas, flautas, clarinetes y violines de la banda musical Génesis de Paz, es quizá, el más ambicioso proyecto que se le ha ocurrido a Wilson, quien aseguró que la vida misma confluyó para encaminar a los más jóvenes de Algeciras en la música.
“La idea de crear una banda musical nació cuando en una reunión con amigos les dije que tenía ganas de crear una banda musical, uno de ellos, el maestro de música Jairo Yesid Hernández, me dijo que tenía unos instrumentos empolvados en la casa y me propuso utilizarlos, y se ofreció a enseñar, pero también necesitábamos otro maestro porque uno para cuarenta era muy poquito, y lo conseguimos”, agregó.
Sin intervención estatal, Wilson, decidió emprender el camino al cambio en la cultura de los jóvenes, por lo que dispuso de un ‘Plan Padrino’ para que cualquier persona que desee aportar un grano de arena a quitar de los pequeños la idea de tomar las armas, lo pueda hacer.
“La idea es que las personas a las que les guste apoyar estas nobles causas, puedan colaborar por medio de un ‘Plan Padrino’. Si una persona quiere apadrinar un niño, lo único que tiene que hacer es abonar $35.000 mensuales, nosotros ponemos las instalaciones, la silletería, los instrumentos, los dos instructores que son profesionales y el mantenimiento de los instrumentos”, dijo.
Wilson ya ha logrado convencer a 14 personas para que apadrinen algunos niños, todavía hay 36 esperando, sin embargo, el líder tiene claro que en seis meses Algeciras va a escuchar el sonido de los instrumentos entonando melodías.
“Tenemos en la lista cerca de 50 niños y, hasta el momento, 14 personas han decidido apadrinar. El próximo 15 de abril, vamos a hacer la inauguración de la escuela musical. El ‘Plan Padrino’ se creó porque los niños que viven en esta zona son muy pobres, no podemos pedirle a los papás $35.000 porque se quedan sin comer una semana”, agregó.
Perdomo es consciente de que si se hubiera trabajado con los infantes desde hace algunas décadas, tal vez la historia de este municipio, ubicado en las faldas de la cordillera Oriental, no hubiera tenido que sufrir el flagelo de la guerra.
“Si estos proyectos hubieran existido desde hace 30 o 40 años, muy probablemente a Algeciras no le hubiera tocado vivir esas situaciones de violencia y todo sería muy diferente. Los niños de Algeciras se fueron a hacer parte de grupos ilegales en las montañas porque no tenían otra alternativa, no había estos espacios culturales, no tenían de otra”, resaltó.
Sin el aporte de Jairo Yesid Hernández, maestro musical, el proyecto no hubiera tenido cabida, pues es el hombre de los instrumentos y un amante de la enseñanza.
“Yo he sido director de las bandas musicales de varios municipios del departamento del Huila, a mí me gusta enseñar música especialmente a los niños. Estamos en pandemia y no estamos haciendo nada, no podemos perder la oportunidad de enseñar y lo vamos a hacer gratis. Queremos ser una banda piloto que provea músicos a la banda municipal y, por qué no, sacar profesionales de la música, en Algeciras hay mucho talento. Yo siempre había querido conformar una banda y llevo cerca de ocho años recolectando instrumentos, se me dio la oportunidad y estamos trabajando en eso”, concluyó el músico.
Campeonatos de fútbol, teatro y cine para los niños
Como si fuera poco, la banda musical no es la única actividad que se tiene preparada para los menores de Algeciras. La realización de campeonatos de fútbol y actividades de teatro y cine, no solo demuestran el afán que tienen los algecireños por borrar la lamentable historia que les tocó, sino también su espíritu comunitario, y es que no esperaron a nadie para iniciar el recorrido.
“Para entretener a los jóvenes, nosotros como comunidad quisimos hacer un encuentro deportivo también, hay un equipo que conformó un excombatiente y jugará con los jóvenes de la Ciudadela 20 de Julio. Después del encuentro deportivo habrá una obra de teatro para los niños y después, vamos a tener ‘Cine al Parque’, para eso, nos apoyó la Policía prestándonos un video beam para proyectar la película”, agregó Wilson, vocero de los realizadores.
El sentir comunitario es para los algecireños lo primordial, no tienen ningún interés económico, no hay sueldo, lo único que reciben a cambio, es que disminuyen, de una u otra forma, la probabilidad de que los jóvenes que ven películas, patean un balón o interpretan un instrumento, decidan agarrar un arma.
“Hay que tener en cuenta que no hay ningún interés con esto, lo único que nosotros obtenemos es satisfacción y alegría. Llevamos más de 50 años pasando situaciones dolorosas y es hora de cambiar eso, los algecireños debemos tener más sentido de pertenencia y realizar más actividades de este tipo”, concluyó Perdomo.
Los habitantes de Algeciras están empecinados en darle un giro de 180 grados a su historia, les molesta cuando Algeciras suena para referirse a un hecho violento, y es que son más de 50 años los que han escrito con sangre la triste realidad de la ‘Despensa Agrícola’. Lo cierto, es que aunque los proyectos no son de gran cobertura ni manejan recursos incontables, son el punto de partida para voltear la página.