Por Hernán Guillermo Galindo M
Fotos José Rodrigo Montalvo
La madrugada del sábado fue de miedo y de alerta para los moradores en el asentamiento la Isla, Los Lagos y sectores aledaños de la comuna seis de Neiva por la creciente del río del Oro y la quebrada la Cabuya. Aunque no se presentó pérdida de vidas o heridos sí debieron evacuar. Las autoridades indicaron que ya se han caracterizado y muchos de los afectados se niegan a abandonar el lugar.
La creciente del río del Oro y de la quebrada la Cabuya, tomó por sorpresa a las cerca de 150 familias que se mantienen en el asentamiento la Isla, en la comuna seis de Neiva. Las lluvias continuas durante toda la noche del viernes y la madrugada de sábado anterior hicieron que el río y la quebrada se salieran de los niveles normales hasta causar inundaciones en las viviendas de muchos que a esa hora dormían.
Diario del Huila, se puso en contacto con los habitantes de estos sectores para conocer qué tanto se han afectado con las lluvias de los últimos días.
“Como ya es costumbre, nos toca estar en alerta permanente en torno al cauce del río del Oro, que fue el que nos causó las inundaciones el año pasado, con las afectaciones que ustedes mismos pudieron constatar”, dice Carlos Guerra, presidente de la JAC de La isla, uno de los sectores más afectados en esa oportunidad por una creciente del río en cuyo trayecto se encuentra el asentamiento en el que residen unas 250 familias.
“Esta creciente fue como la del año pasado, nos tocó evacuar de emergencia porque se nos estaban perdiendo los enseres, lo que nos preocupa es que ya no nos ponen cuidado, estamos a la deriva, hemos pasado noches en vela para poder avisar a tiempo en caso de una emergencia, no podemos bajar la guardia. Esa costumbre de mantenernos unidos y alerta ha permitido que salvemos vidas y en muchos casos parte de nuestros enseres”, sostiene.
En el asentamiento La Primavera Marina Bustos, comenta, “a Dios gracias logramos evacuar a tiempo, hacia las tres de la mañana del sábado bajó la creciente y gracias a las alertas y monitoreo que mantenemos sobre el cauce del río, no se presentaron desgracias que lamentar, sí se perdieron algunas cosas que no logramos sacar a tiempo. Esta inundación fue similar a la de finales del año pasado, aunque bajó más rápido, causó mucho daño y temor”.
Reiteró que los han estado censando dentro del propósito de reubicarnos que tiene la administración municipal.
“Ojalá con lo de la caracterización se dé pronto lo de la reubicación que tanto hemos reclamado a lo largo de todos estos años que llevamos viviendo en estas circunstancias y no por gusto como dicen muchos, no somos invasores, somos familias que buscan salir adelante trabajando honestamente, pero que necesitan que los tengan en cuenta para una vivienda digna”, agrega Marina.
“En la madrugada del pasado lunes 22 de noviembre se había registrado una situación similar en estos mismos sectores, donde resultaron 95 viviendas afectadas y como en un carrusel que se repite en épocas de lluvia, en la madrugada del pasado sábado nuevamente las lluvias nos hicieron salir corriendo”, comenta Ciro Ávila, un habitante del sector.
La verdad es que la situación para la comunidad del asentamiento La Isla complejo, se han convertido en una calamidad difícil de atender, de un lado los habitantes que manifiestan no tener a donde ubicarse y del otro las autoridades que ya les han dado solución y en varios casos han constatado que algunos a quienes reubican terminan retornando al lugar, a veces por negocio.
Ruth Perdomo, quien vive en cercanías a la ribera del río del Oro, señala, “mucho de lo que había aquí quedó totalmente destruido, muchas viviendas en pérdida total, muchas personas quedaron sin sus bienes, electrodomésticos, ropa. La gente no se pone en nuestros zapatos y con facilidad critica que por qué hemos invadido este terreno cerca del río y no nos vamos a otra parte a pagar arriendo. Pero la situación económica es dura, la situación de hoy en día no da para un empleo digno, vivimos del día a día, rebuscando la manera de sobrevivir de las ventas ambulantes y nos alcanza para pagar un arriendo”.
“Debemos enfrentar la amargura y angustia que lo perdimos todo y la negligencia de quienes nos ven como invasores. No tenemos para donde irnos. Nosotros somos mi mamá y dos hijos. Esperar a ver si nos reubican porque es difícil la situación, manifestó otra de las personas asentadas en La Isla”, añade.
El edil que los hace visibles
Arsenio Castro, edil de la Comuna Seis de la capital huilense, es quien alertó sobre esta nueva emergencia que se registró hacia las tres de la madrugada de pasado sábado.
“Ya les he comentado en otras ocasiones que al crecer el río del Oro represa la quebrada La Cabuya, que es la que recoge todas las corrientes del agua de la parte alta de Cuarto Centenario, a raíz de eso se inunda el asentamiento La Isla en su totalidad, allí esta vez son 90 familias las afectadas”, djo.
“Esta creciente fue similar a la de noviembre del año pasado que dejó muchas familias sin techo y en pérdida total de sus enseres. Son personas que viven del día a día en el llamado rebusque. En gran parte también del asentamiento Los Lagos se afectaron 40 familias y en la parte baja del asentamiento La primavera. La solución es la reubicación de estas familias porque ese terreno no se puede legalizar por ser una zona de riesgo de inundación”, agregó.
Por su parte, el presidente de la JAC de La Isla, hizo un llamado urgente a la Administración Municipal de atender y dar solución eficaz a esta problemática que viven cada año los habitantes de este asentamiento.
Las autoridades
“Mantenemos un plan de contingencia para contrarrestar las emergencias que se nos generan por la ola invernal, pero a veces, las personas no atienden los llamados para hacer prevención, arriesgan sus vidas y las de sus familias al ubicarse zonas de alto riesgo. Decirle a la comunidad que estamos atentos a atender cualquier situación de emergencia que se les presente, pero igual recordarles que la mejor manera de evitar tragedias es evitando el riesgo, el peligro. Hacer prevención nos mantiene en buena condición tanto a nosotros como a nuestras familias”, concluye la fuente oficial de la Secretaría de Gestión de Riesgo de Neiva.