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45 de las 59 áreas de Parques Nacionales Naturales están amenazadas

Sep 4, 2021

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DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS

El 76 % de los parques nacionales en Colombia tiene ecosistemas con algún grado de amenaza. El 40 % de los cultivos nacionales están en las zonas de contexto municipal de 11 parques nacionales. El 18 % de la ganadería colombiana se desarrolla muy cerca de los parques nacionales y en el caso de los cultivos agroindustriales la cifra asciende a 55 %.

La iniciativa de la sociedad civil Parques Nacionales Cómo Vamos, hizo un diagnóstico integral de los 59 parques colombianos. En 32 de ellos se registró deforestación y los parques de la Orinoquía son los más afectados ya que concentran el 78 % de la pérdida de bosque. El 40 % de los cultivos de coca del país se ubican muy cerca de 11 parques.

El 18 % de la ganadería colombiana se desarrolla muy cerca de los parques nacionales y en el caso de los cultivos agroindustriales la cifra asciende a 55 %. Sin embargo, no hay investigaciones de cuánto contribuyen los servicios ecosistémicos de estas áreas protegidas a la economía nacional.

Hoy Colombia cuenta con 59 parques nacionales naturales (PNN) que conservan la biodiversidad de más de 17 millones de hectáreas y donde están representados el 64,5 % de los ecosistemas del país.

Estos hallazgos tienen como propósito contribuir a la consolidación de las áreas protegidas que conservan 17‘613.380 hectáreas de biodiversidad y cultura.

“Estos resguardan ecosistemas que nos dan múltiples beneficios, por ejemplo, regulan el agua, mantienen y producen suelos fértiles, y son hábitats para los polinizadores”, señaló la organización y asimismo dio a conocer algunas de las ideas más importantes de este reporte:

Los 59 Parques Nacionales Naturales colombianos conservan el 64.5 % de los ecosistemas del país, lo que se traduce en la protección de una diversidad única que genera contribuciones sociales y económicas, incluso más allá de la jurisdicción de las Áreas Protegidas.

Aun así, 45 de las 59 áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales tienen ecosistemas con algún grado de amenaza. De ellos, los 14 parques del Caribe son los más afectados y, por lo tanto, destaca la importancia de actuar con urgencia para garantizar su conservación y contribuciones.

El reporte menciona que hay indicios de los efectos negativos que puede estar causando la transformación de los territorios donde se ubican los parques, así como el cambio climático, que se refleja en pérdida de glaciares, páramos, corales, sabanas naturales y bosques, “lo que aumenta la necesidad de que el país se prepare para gestionar daños irreversibles”.

La preocupación por el futuro de los parques es aún mayor debido a fenómenos como la deforestación y los cultivos de uso ilícito como la coca, que se presentan tanto en su interior como en los municipios que los rodean. “En 15 de los 59 PNN hay cultivos de coca y deforestación”, resalta la investigación.

Cultivos ilícitos una preocupación

Ante el estado de amenaza de los ecosistemas y el impacto de fenómenos como la deforestación y los cultivos de uso ilícito como la coca, que se presentan tanto en su interior como en los municipios que los rodean, es inevitable la preocupación por el futuro de los Parques.

Desde hace ya varios años hay preocupación por el aumento de la deforestación y cultivos de coca al interior de algunos parques nacionales, y ese fue otro de los hallazgos del Informe 2021 de Parques Nacionales Cómo Vamos.

De acuerdo con el informe, en 15 áreas protegidas del país hay cultivos de coca y deforestación. Llama la atención los casos de los parques Catatumbo Bari (el más afectado), ubicado en Andes Nororientales; Paramillo y Sierra Nevada de Santa Marta, en el Caribe; y Tinigua y Macarena, en la Orinoquía, en los que confluyen la deforestación, los cultivos de coca y hechos de violencia. Para la organización, esto da evidencia de entornos sociales e institucionales muy deteriorados.

Se resaltan los casos de los parques Catatumbo Bari, ubicado en los Andes nororientales, Paramillo y Sierra Nevada de Santa Marta, localizados en el Caribe, y Tinigua y Macarena en la Orinoquía, en los que confluyen, en su interior y a su alrededor, fenómenos asociados a deforestación, cultivos de coca y hechos de violencia.

Los cultivos de coca han dejado su huella en más de una decena de parques nacionales. Sierra de la Macarena es el más crítico con 1.840 hectáreas. Le siguen Paramillo con 1.786 y Nukak con 1.375. El panorama se complica pues hay cultivos ilícitos en zona de influencia de 30 parques nacionales.

De acuerdo con el informe de Parques Nacionales Cómo Vamos, las mayores concentraciones de cultivos de coca se encuentran alrededor del parque Catatumbo Bari —15,5 % de toda la coca sembrada a nivel nacional—. El 40 % de los cultivos nacionales están en las zonas de contexto municipal de 11 parques nacionales, resalta el informe.

En 32 de los 59 parques existe pérdida de bosque que, para 2018, sumaba un total de 20 977 hectáreas, siendo la Orinoquía la región más afectada con el 78 % de la deforestación, sobre todo en áreas protegidas donde confluyen ecosistemas andinos, orinoquenses y amazónicos. Solo el parque Tinigua perdió el 50 % de sus bosques, seguido por Sierra de la Macarena con el 17 %, dice el informe.

Acuerdos de uso, ocupación y tenencia

Según el Censo Nacional Agrícola en 49 de los 59 PNN viven cerca de 23.200 campesinos. Sobre las comunidades indígenas y afrodescendientes se tienen pocos datos. A lo anterior se suma que en 56 áreas, para el periodo de estudio, estaban registradas 17.634 unidades productivas agropecuarias.

En ese sentido, los PNN con mayor número de unidades productivas agropecuarias (más de 1.000) son Pisba, en la territorial Andes Nororiental; Sanquianga y Farallones, en el Pacífico; y Paramillo, en el Caribe.

Además, según el informe, esta situación hace necesaria la implementación de acuerdos de uso, ocupación y tenencia, “como instrumentos que se relacionen de manera directa y proporcional con las áreas con más habitantes y unidades productivas, con el fin de hacer una gestión de la conservación con los habitantes de los parques”. Solo el 44 % de los PNN cuentan con este tipo de instrumentos.

Aporte a la economía

Las contribuciones de los PNN a la economía nacional representan un gran beneficio para Colombia. Por lo tanto, resolver preguntas como cuánto contribuyen los Parques Nacionales a la polinización de los cultivos agroindustriales aledaños, o qué sería del ganado de lugares como Córdoba, Valledupar o las zonas bajas de la Sierra Nevada sin la regulación del agua y otros servicios ecosistémicos que se generan en los Parques puede ser una oportunidad para mejorar su valoración, identificar otros ingresos y promover nuevas dinámicas económicas y sociales en los contextos territoriales.

Según el Censo Nacional Agropecuario hay más de 17 000 unidades productivas —empresa, negocio, asociación, productor o grupo de personas que realizan actividades con ánimo de lucro— dentro de 56 parques nacionales, sobre todo en los ubicados en los Andes occidentales y nororientales.

Otra de las conclusiones del informe resalta que en 49 parques habitan más de 23 000 personas, aunque no hay información sobre las comunidades indígenas y afrodescendientes. Esos son datos en los que Colombia está en mora pero lo que sí se sabe es que 24 parques se traslapan con resguardos indígenas, seis de ellos con comunidades afro y otros dos con territorios indígenas y territorios afro.

Si solucionar los conflictos con las personas que habitan dentro de las áreas protegidas es una necesidad, también lo es conocer el valor de las contribuciones de los parques a la economía nacional.

“Resolver preguntas como cuánto contribuye a la producción ganadera la regulación del agua en los parques nacionales o cuánto contribuyen los parques a la polinización de los cultivos agroindustriales aledaños, puede ser una oportunidad para identificar otros ingresos y promover dinámicas económicas que reconozcan la ecodependencia y la conservación como base para generar valor”, se lee en el informe.

Por ejemplo, poco más de 5 millones de animales —ganado vacuno, caprino y ovino— se crían cerca de los parques nacionales y esto corresponde al 18 % del inventario nacional ganadero y la mayoría se desarrolla alrededor de los parques Sierra Nevada de Santa Marta, Cocuy y Sierra de la Macarena.

En cuanto a los cultivos agroindustriales, casi un millón de hectáreas, es decir, el 55 % de lo sembrado a nivel nacional, se encuentra en los alrededores de parques nacionales. La mayoría de estos cultivos están en los alrededores de los parques Las Hermosas, Nevado del Huila, Yariguíes, Sumapaz y Munchique.

Otra conclusión que se destaca en el informe es que la pobreza multidimensional en los municipios que albergan parques nacionales fue en promedio de 51,4 %. Y el asunto es más grave, ubicándose por encima del 60 %, en muchos de los parques de las regiones Amazonía y Pacífico. Los que presentan mejores condiciones suelen estar ubicados en la cordillera de los Andes o cerca de ciudades importantes.

El informe hace un llamado a “fortalecer, en particular, la información y su acceso sobre los parques marinos y costeros, los inventarios de biodiversidad, aspectos sobre la salud de los ecosistemas y el estado de los valores objeto de conservación, así como a consolidar los diálogos de conocimientos en los Parques Nacionales cuyos territorios son compartidos con comunidades étnicas”.

45 de las 59 áreas de Parques Nacionales Naturales están amenazadas

Parque Nacional Natural Nevado del Huila.

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