Óscar Gutiérrez Reyes, director Ejecutivo Nacional de Dignidad Agropecuaria y vocero de Dignidad Cafetera, señaló que en la Asamblea Cafetera Nacional de hoy en Armenia se decidirá si se realizarán movilizaciones ante el descontento con el Gobierno Nacional por su escaso apoyo durante la crisis del sector cafetero.
Diario del Huila, Entrevista
Hoy, la ciudad de Armenia, Quindío, será el epicentro de la Asamblea Cafetera Nacional, que espera acoger a más de 400 personas provenientes de todo el país afectadas por la crisis cafetera que las ha llevado al borde de la quiebra.
Diario del Huila conversó con Óscar Gutiérrez Reyes, director Ejecutivo Nacional de Dignidad Agropecuaria y vocero de Dignidad Cafetera, sobre la crisis que afecta al Huila y otros departamentos cafetaleros, el limitado respaldo del Gobierno Nacional y las posibles conclusiones que emergerán durante este evento. Gutiérrez aseguró que es muy probable que los caficultores opten por salir a las calles a manera de protesta.
¿Cuál es el propósito de la Asamblea Cafetera Nacional programada para hoy en la ciudad de Armenia, Quindío?
Desde hace más de un año, prácticamente desde el inicio del mandato del presidente Gustavo Petro, nos hemos dedicado a intercambiar opiniones y documentos, participar en reuniones y foros, y llevar a cabo entrevistas con la ministra de Agricultura, el ministro de Hacienda, el gerente de la Federación de Cafeteros, así como con funcionarios de diversos niveles. Nuestro objetivo ha sido abogar por la resolución de los principales problemas que afectan a los productores agropecuarios.
En los primeros días del gobierno, nos enfocamos en la situación de las cooperativas y las pérdidas que habían experimentado, buscando soluciones adecuadas. A medida que el tiempo transcurrió, la situación de los precios del café se ha agravado, colocando a los caficultores en una posición sumamente complicada. La Asamblea, en este contexto, se centrará en la toma de decisiones con respecto a la realidad actual que están enfrentando los productores.
¿Cuáles serán esas decisiones?
Es altamente probable que se tomen medidas con respecto a la movilización de los productores, ya que, a pesar de las numerosas reuniones mantenidas con el Gobierno Nacional en busca de soluciones, hasta ahora no se ha logrado un avance significativo. La decisión que ha prevalecido entre la comunidad es la convocatoria a una movilización social cafetera, ya que no visualizamos otra salida a esta problemática.
Algunos miembros de estas colectividades depositaron su confianza en el Gobierno del presidente Petro. ¿Cómo perciben la realidad y la falta de compromiso de esta administración?
En Dignidad Cafetera y Agropecuaria, no adoptamos una postura a favor o en contra de un candidato en particular. Cada individuo dentro de la organización ejerce la política de acuerdo a su comprensión, pero la entidad en sí no puede tomar decisiones que puedan romper la unidad gremial necesaria para la defensa de los intereses y derechos de los productores. En este sentido, algunos respaldaron al presidente Petro mientras que otros no lo hicieron. La realidad es que, a pesar de las expectativas generadas por el presidente en diversos temas, su acción se ha mostrado limitada, restringida y poco receptiva, ofreciendo escasas soluciones no solo a los caficultores, sino también a todos los sectores en general.
Como director ejecutivo nacional de Dignidad Agropecuaria y vocero de Dignidad Cafetera, ¿Cómo evalúa la situación en el departamento del Huila?
La situación en el departamento del Huila es preocupante y compleja, con desafíos significativos. La temporada de verano ha ocasionado un daño considerable, afectando la calidad de la próxima cosecha de café que se avecina. La reducción del factor de rendimiento de 94 a 88 implica que los productores recibirán ingresos menores por la recolección, dado el impacto severo de la roya y la broca. A pesar de que el precio propuesto es de un millón cuatrocientos mil pesos, en la realidad será prácticamente imposible para los productores alcanzar esa cifra al vender sus productos. Muchos se enfrentan a pérdidas, algunos apenas logran equilibrarse, y son pocos los que podrán obtener ganancias.
Además, la seguridad en la región es un tema complejo, con la presencia de expresiones de grupos armados que generan preocupación no solo entre los caficultores, sino también en el resto de los productores agropecuarios. Aunque la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, ha visitado el Huila con regularidad y ha mantenido reuniones con nosotros, lamentablemente, no se vislumbran soluciones concretas para los problemas planteados. Los intentos de solución presentados hasta ahora son limitados y favorecen a un grupo reducido de caficultores, como en el caso de la asignación de recursos para fertilizantes, excluyendo a departamentos enteros.
Estas medidas son insuficientes, carecen de una visión a largo plazo y no comprenden la complejidad del momento actual en el campo. Si queremos mantener la producción cafetera, es necesario realizar un esfuerzo financiero y económico considerable para sostenerla de manera efectiva.
En nuestro país, contamos con algunas leyes como la de Insumos Agropecuarios, la estabilización de precios del café y el FAIA. ¿Qué tan beneficiosas han resultado ser para el agro colombiano?
Indudablemente, los beneficios han sido escasos. Un ejemplo revelador es el caso del Huila, que, a pesar de contar con una producción cafetera considerable, tan solo dos municipios se vieron favorecidos por el FAIA, una situación que carece de sentido. Al analizar otras políticas, como las líneas específicas de crédito, se constata que tampoco abarcan volúmenes significativos de productores. El tema de la renovación de cafetales también se limita a una política de alcance reducido que no engloba a la mayoría de los productores.
Es evidente que el gobierno no está verdaderamente comprometido en impulsar de manera efectiva la producción cafetera, sin comprender plenamente la importancia del café en la vida agrícola del país.
Otros sectores sociales están convocando movilizaciones, entre ellos la minga social indígena, que comenzó su movilización hoy. ¿Podríamos estar presenciando otro estallido social?
La respuesta a esta pregunta dependerá de cómo la gente perciba la situación, ya que, sin la participación y opinión de la ciudadanía, cualquier análisis carece de fundamentos sólidos. Es crucial estar atentos a las acciones que tome el Gobierno Nacional, ya que la falta de soluciones por parte de este puede generar un clima propicio para el surgimiento de inconformidades entre numerosos productores, desembocando en movilizaciones y manifestaciones.
En la Asamblea de hoy, recibiremos delegaciones de los principales departamentos del país, con representantes de Nariño, Cauca, Valle, Risaralda, Antioquia, Huila, Tolima y Santander. Esta asamblea reviste una gran importancia al contar con una representación significativa de diversas regiones.
¿Cuál será el mensaje contundente que Dignidad Cafetera y Agropecuaria transmitirá al Gobierno Nacional?
En el día de hoy, se llevarán a cabo decisiones de gran relevancia. Nos encontramos en un proceso de consulta activa con la comunidad, y las acciones a emprender dependerán directamente de las expresiones y opiniones de la gente. Estas podrían manifestarse a través de movilizaciones, plantones u otras medidas más allá de lo convencional. Serán los más de 400 delegados que participan hoy quienes proporcionarán la directriz a seguir en este crucial proceso.