DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS
Por: Rolando Monje Gómez
El país completa dos semanas de manifestaciones, que han estado liderado sobre todo por jóvenes. Este grupo poblacional, en especial las mujeres, es el que se ha encontrado cada vez con más obstáculos para conseguir un empleo o acceder a la educación.
Según el Dane, el 26,6% de los colombianos entre los 14 y 28 años estaban en esa situación entre febrero y abril de 2021, algo más de tres millones de personas, entre hombres y mujeres. Los jóvenes hombres que no estudian ni trabajan representan el 8,8% (1’095.000 personas), mientras que por el lado de las mujeres son el 17,8% (2’203.000 personas). Entre los dos sexos dentro de esta categoría de edad, las mujeres representan el 66,8% y los hombres el 33,2%.
Los jóvenes que no estudian ni trabajan presentan las siguientes características: el 43,3% de los hombres frente al 27,2% de las mujeres están cesantes; el 10,6% de los hombres y el 6,4% de las mujeres están aspirando a algún trabajo. El 56,7 de las mujeres y el 12,9 de los hombres se dedican a oficios del hogar y el 33,2% de los hombres se dedican a otras actividades, al igual que el 9,7% de las mujeres.
Neiva es la segunda ciudad del país con la más alta cifra de desempleo en la población joven con el 29,6%, solo superada por Riohacha con el 31%.
Frente a este panorama que vive la población joven en nuestro país, estos dos ingredientes, educación y trabajo, se suman a los múltiples motivos que han llevado a que Colombia complete dos semanas de protestas, por las que en los últimos días el Gobierno ha tenido algunos acercamientos con representantes de los sindicatos, jóvenes, y otros sectores para llegar a acuerdos y parar la ola de violencia, de bloqueos y afectaciones a la economía.
El aumento del desempleo en Colombia viene desde el año 2015. Una de las causas posibles es la automatización de muchos procesos en las empresas, lo que hace que se reemplacen trabajadores por máquinas.
Los jóvenes al no tener experiencia son riesgosos y más costosos para las empresas, lo que hace que tengan menos probabilidad de ser contratados, especialmente, aquellos sin educación superior o que no sepan algún oficio. La crisis económica destacada por la pandemia agravó esta situación. Hay jóvenes, especialmente aquellos de bajos recursos, que tienen pocas oportunidades y que no están estudiando ni consiguen empleo.
Si se compara la tasa de desempleo del primer trimestre del 2021 con las que se han registrado desde el 2015, es la más alta desde los últimos cinco años. Entre los motivos que explican esas dificultades están la falta de experiencia, el dominio de un segundo idioma y la falta de conocimiento técnico.
Frente al panorama crítico para los jóvenes, que son clave para el progreso del país, la pregunta que surge es ¿Cuál es el camino que tienen el Gobierno, las empresas y el sector educativo del país para darles más oportunidades a esta población?
Según especialistas en el tema laboral, más allá de programas gubernamentales como Matrícula cero o Mi primer empleo, lo primero que tiene que hacer el Ejecutivo es sintonizar la formación de los jóvenes en Colombia para que estén alineadas con las necesidades del mercado laboral. Otra de las alternativas es que se generen incentivos a las empresas para que contraten de manera formal jóvenes.
Además se deben otorgar apoyos e incentivos al emprendimiento y promover el acceso a educación para el trabajo de alta calidad (certificaciones) a los jóvenes que ni estudian ni trabajan en áreas de alta demanda por parte del sector productivo.
Igualmente, pensar en el mercado laboral y en la educación de los jóvenes permitirá entender parte del descontento que vemos en su participación en las movilizaciones de las últimas semanas. Se deben realizar alianzas público privadas y con la academia para identificar potencialidades en la capacidad productiva de las ciudades y que los jóvenes sean los llamados a esta reactivación.
De acuerdo a la Consejería Presidencial de la Juventud, “la política tiene que ser integral en términos de emprendimiento, pertinencia, empleadores, empleo juvenil, que son requisitos para la formulación de las nuevas habilidades y acompañar de una política de ciclo laboral”.
“El Gobierno ya avanza en un pacto con los jóvenes para superar esos obstáculos, así como en la formulación de una política pública, que ya está plasmada en un documento Conpes, que está en este momento publicado para comentarios”.