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La hojita y su tradición en el San Pedro

Jun 18, 2021

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Diario del Huila, Historia

Por: Juan Manuel Macías Medina

Desde los nueve años, Abel Gualy, un palermuno que se siente neivano, interpreta la tradicional ‘hojita’, según contó, fue un don con el que nació y que despertó luego de ver a Gregorio y Gaspar, una pareja de músicos que ofreció un concierto a través de la radio. Por fortuna, cuenta Abel, los escuchó y como por arte de magia, comenzó a entonar las notas del Sanjuanero Huilense a su corta edad.

Don Abel, quien además es celador de la Universidad Surcolombiana y hace parte de un grupo musical en ese establecimiento, contó la historia detrás de la interpretación de este particular ‘instrumento’ que ameniza los conciertos de música tradicional en temporadas sampedrinas.

“Lo de la ‘hojita’ es una tradición muy antigua, se inició en las zonas cafeteras porque mientras la gente recolectaba el café se dedicaba a tocar la hoja, hay personas que incluso saben hacer sonar la hojita sin necesidad de utilizar las manos. En el caso mío si utilizo las manos. Esta tradición no es solamente del Huila, en varias partes del país como la Costa se interpreta la hojita, aunque no con bambucos, sino con el porro, pero lo hacen muy bien. Fuera del país también hay gente que se dedica a esto, en México, por ejemplo, también hay personas que lo hacen”, explicó.

Pero con la ‘hojita’ no solo se tocan bambucos, rajaleñas y pasillos, en otras culturas también le dan vida a este particular objeto que muy comúnmente se encuentra en el departamento. Don Abel, dice que puede interpretar cualquier hoja, y se le cree, pues las marcas en sus labios son muestra inequívoca que poseen una gran habilidad en ellos.

“La hojita puede ser diferente, yo puedo tocar una hoja de pasto o una hoja de plátano si quiere y la hago sonar bien, pero nosotros lo que utilizamos para hacer lo mejor es la hoja del naranjo, la del mamoncillo. A mí me gusta tocar la hoja de una planta que se llama el naranjuelo. La hoja tiene que tener sus características para que se deje hacer sonar, debe ser lisa preferiblemente”, sostuvo.

Los inicios de Abel con la ‘hojita’

Abel es de Palermo pero lleva más de 50 años en la capital del Huila, el músico, relató cómo se interesó, a sus nueve años, por interpretar sanjuaneros con una hoja.

“Yo soy de Palermo, pero llegué en 1967 a vivir acá a Neiva, en ese tiempo conocí a Gregorio y Gaspar, uno de ellos tocaba el tiple y el otro tocaba la hojita. Una vez, recuerdo mucho, hicieron una presentación y la transmitieron por radio, yo vivía donde actualmente vivo, y me causó mucha curiosidad, entonces arranqué una hojita de un palo de verano que había acá en la casa y la hice sonar. Fue muy bonito porque la hice sonar como lo hago hoy en día. Yo nací con eso”, reveló.

Aunque don Abel interpreta otros instrumentos y ha hecho parte de reconocidos grupos de música tradicional, se percibe un gran aprecio por el sonido agudo que emite la hojita de naranjuelo.

“Desde que tengo conocimiento siempre me ha llamado la atención el folclor del departamento del Huila. Yo he sido de las mejores parejas de pasillo, de bambuco tradicional y también hago parte de un grupo de rajaleñas actualmente. Creo que ese amor por la tradición nació porque en el tiempo en que yo era un niño se hacían los mejores san pedros, eran muy hermosos y nunca voy a olvidar las fiestas de antes”, relató.

A pesar de que a Abel nadie le enseñó a sacarle sonidos a una hoja y aprendió como dice; “por arte de magia”, manifestó que es posible enseñar, por eso, cuando tiene la oportunidad, se dedica a hacerlo.

“Yo le he enseñado a varias personas a tocar la hojita, es un poco difícil enseñar pero han aprendido. Les enseño como ubicar la hoja, como botar el aire y la fuerza con que se debe hacer. Yo nací sabiendo interpretar la hojita, pero también se puede aprender, es un tema de paciencia y dedicación para ir aprendiendo poco a poco”, añadió.

Pero las agudas notas musicales que emite este instrumento no son exclusivas de las fiestas huilenses, don Abel, como buen conocedor de la ‘hojita’, explicó que en diferentes partes del mundo se realiza esta práctica.

“Con la hojita se puede tocar de todo, salsa, cumbia, porro, sanjuanero, bambuco, pasillos, pasodobles. En algunos momentos he acompañado muchachos que tocan música alternativa, ellos me llaman para que interprete la hojita y tener algo dentro de sus canciones del folclor huilense, si se pueden tocar temas alternativos con esto, se puede tocar de todo”, señaló.

Don Abel nació con el don de interpretar la hojita, sin embargo, inició luego de escuchar un concierto de Gregorio y Gaspar.

¿La hojita es un instrumento?

Aunque muchos aseguran que no es un instrumento musical, Abel dice que sí, pues la hoja es capaz de sonar luego de aplicarle soplos vibratorios provenientes desde lo más profundo de su sentir huilense, al igual que cualquier instrumento musical. Poco le importa si es o no un instrumento, lo cierto es que cuando los bambucos se originan del vegetal, llaman la atención de cualquier persona que se encuentre a su lado.

“Para mí, la hojita es un instrumento de viento porque el instrumento de viento es el que usted tiene que sacar, viento de sus pulmones para hacerlo sonar, eso es lo que pasa con la hojita. Además, el Ministerio de Cultura declaró a la hojita como patrimonio inmaterial, fue una labor que se hizo con el Secretario de Cultura y con otras personas”, enfatizó.

Se está perdiendo la tradición

Hay preocupación en don Abel, se atreve a decir que solo hay cerca de 15 personas en el Huila que interpretan la hoja y que cada vez son menos. Según él, vivir de la cultura y las tradiciones es todo un desafío, y quizá, de ahí radica el desinterés de los jóvenes por darle continuidad a las prácticas de sus abuelos.

“A mí me gustaría que hubieran escuelas de formación en donde no solo se enseñara a interpretar la hojita, sino varios instrumentos que son autóctonos de la región, pero es muy difícil porque todo se está acabando, además no hay la cultura de pagarle bien a quienes se dedican a las labores de música tradicional, entonces por eso se pierde el interés en los jóvenes, muy pocas personas viven de la cultura en el departamento del Huila”, concluyó.

Aunque muy pocas personas están interesadas en proyectar el sonido de los bambucos a través de la hoja, don Abel no se resigna, le enseña a su nieto cada vez que puede a ubicar el instrumento en su boca, es tal vez, el último cartucho que le queda.

 

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