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La carne y los huevos, se volvieron bienes de lujo

Ene 25, 2022

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DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS

Por: Rolando Monje Gómez

Fotografías: José Rodrigo Montalvo

La pérdida de poder adquisitivo a la que se están enfrentando los jefes de hogar en todo el país es muy real, no es solo un hecho de percepción. Según el Dane, en su más reciente reporte de la inflación, a diciembre, ubicó a la carne de res como el alimento que más se encareció en 2021, evidenciando un alza acumulada de 33,03 %. La canasta de huevo AA, que es el que más se vende, en este momento está entre $12.000 y $13.000, en promedio a $400 la unidad.

Comenzando el año, las tiendas de abarrotes y las carnicerías tienen algo en común: los víveres de la canasta básica parecen haberse convertido en bienes de lujo y los clientes inconformes, más de uno sorprendidos por los altos precios.

Los comerciantes tratan de entregar las mejores respuestas a los reproches de los compradores, explicando que a ellos también les han subido los precios, pero no valen mucho los argumentos que tienen.

El comprador hace cuentas y repasa su presupuesto, vuelve a preguntar a cómo queda lo que está necesitando y toma decisiones. No me despache el kilo de esto, deme una libra nada más. Esa misma petición se replica con el tomate, las papas, la cebolla, el plátano y, en general, con toda la compra.

Esto también afecta a los comerciantes porque necesitan buen capital para comprar más surtido. Sobre todo, en las tiendas de barrio, mucho de lo que venden es fiado y no siempre alcanzan a recoger el dinero necesario para pagarle al mayorista. Entonces, por lo general, quedan debiendo y el proveedor les reduce la cantidad del pedido. Es una dificultad que afronta todo su gremio.

La pérdida de poder adquisitivo a la que se están enfrentando los jefes de hogar en todo el país es muy real, no es solo un hecho de percepción. La consultora Raddar había indicado en su más reciente informe que el salario mínimo, hasta noviembre de 2021, había perdido un 2% de su capacidad de compra, que en términos simples, el pago rinde menos porque los comestibles vienen en una cascada de aumento desde el año pasado, por lo que los consumidores cada vez merman más la cantidad de sus compras.

Por lo general, una familia compraba cinco o seis libras de res, hoy esa cantidad se ha visto reducida a tres o cuatro y lo que más están consumiendo son los cortes intermedios porque remplazan las carnes magras o pulpas. El incremento de la carne el año pasado estuvo entre un 35 % y 40 % y las ventas cayeron más o menos en esa misma proporción.

En promedio el huevo más económico se encuentra en un precio de $400.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en su más reciente reporte de la inflación, a diciembre, ubicó a la carne de res como el alimento que más se encareció en 2021, evidenciando un alza acumulada de 33,03 %.

Entre las carnes que más piden los compradores están la posta, el morrillo, la tabla y el solomo extranjero. El kilo de estos cortes, en promedio, puede estar costando entre $25.500 y $26.000, aunque varía dependiendo el sector en la ciudad y el lugar en donde se compre. Las carnes de tercera, como el pecho, tapa de costilla, tres telas y cáscara de la punta pueden estar entre $18.000 y $20.000 por kilo.

Por lo general las carnicerías tienen unos costos fijos que van en alza, mientras que las ventas cada vez caen más.

El huevo ¿La alternativa?

El precio de la proteína animal ha obligado a buscarle un sustituto y, frente a ese panorama económico, los huevos han cobrado más protagonismo en la canasta familiar, pero eso no quiere decir que estén más a la mano del bolsillo de la gente, pues desde que empezó la pandemia, los precios vienen aumentando mucho de precio: un día bajan y tres días suben.

La canasta de huevo AA, que es el que más se vende, en este momento está entre $12.000 y $13.000, sale en promedio a $400 la unidad. Antes de la pandemia esa misma canasta costaba $8.000, incluso hasta $7.000 se podía encontrar en algunas distribuidoras. Ese valor es demasiado para un producto como el huevo.

Frente a la situación, los comerciantes están sacrificando el margen de ganancia para tratar de ponerle un techo a los precios, por lo que en muchos casos se han visto obligados a convertirse en emprendedores de oportunidad con miras a obtener ingresos extra, pues a la venta de los huevos le añaden comestibles que tengan buena demanda en un momento determinado.

Es verdad que la compra de huevo puede mermar, pero la ventaja para los comerciantes del huevo en este momento es que la carne está demasiado costosa y las personas de menor poder adquisitivo no tienen la facilidad de comprarla, por lo que para los más pobres no hay otra opción que el huevo. Aunque con los precios tan inestables, parece se pusieron de moda, las gallinas de los huevos de oro.

Según el Dane, el huevo también encabezó el ránking de los alimentos que más aumentaron su valor en 2021, cerrando el calendario con un alza acumulada de 18,36 %. Así mismo, los lácteos incrementaron 10,64 % donde los precios reportados han sido: leche en polvo $23.250, queso campesino $17.000, queso cuajada $12.000, aunque es de resaltar que estos últimos productos han estado presionados por el alto precio del dólar, teniendo en cuenta que los productores deben importar insumos y materias primas para la producción.

La producción de huevo el 2021 cerró con una producción de 17.029 millones de unidades, llegando al nivel más alto desde que se tienen registros. En el año 2019, antes de la pandemia, la producción promedio mes fue de 1.199 millones de unidades, en el 2020 se llegó a 1.365, y en el 2021, fue de 1.149 millones. Pese al crecimiento acumulado en los dos últimos dos años del 18.6%, la demanda creció más del 24%.

En el período de pandemia (2020 y 2021), los colombianos incrementaron el consumo en 42 unidades de huevo año adicionales. Dinámica a la que contribuyó los programas sociales, y, también la sustitución de proteínas de mayor a menor precio relativo, en la cual el huevo es ganador.

En general los productos de la canasta familiar han incrementado sus precios.

Los granos también

Productos básicos de la canasta como el fríjol, las lentejas y los garbanzos han evidenciado variaciones considerables en sus valores. E enero de 2021, un kilo de fríjol tipo cargamanto blanco costaba $6.500 y para la misma fecha del presente año la tarifa quedó en $11.000. En las tiendas minoristas, igualmente están costosos otros productos como el aceite, un litro que normalmente se conseguía entre $5.000 y $5.500 hoy se consigue en $9.000 o más.

El cerdo y el pollo

Si bien la res se lleva el primer lugar en el escalafón de los alimentos que más subieron en 2021, el cerdo por ejemplo tuvo un aumento acumulado de 23,57 % y los cortes más demandados, como el cañón, la pierna y el tocino, no bajan de $20.000 el kilo. La carne de ave igualmente terminó el año pasado con un alza anual de 26,35 %.

En este caso, una pechuga de un kilogramo puede costar hasta $14.000, un par de muslos pueden estar en $7.000 y el pollo entero congelado se encuentra desde $8.800 y más el kilo. La carne avícola tuvo un incremento sustancial después del primer trimestre de 2021, toda vez que los tres meses de paro vividos desde abril afectaron la cadena de suministro para la crianza de los animales.

Según la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), debido a los incrementos en los costos de los insumos y a las crisis de contenedores y marítima, los precios del huevo y el pollo se mantendrían altos en el 2022.

De acuerdo a la información del Dane, se ha dado un aumento el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el caso del huevo del 13% y del pollo en 24%. Esa tendencia podría mantenerse en 2022. El costo de la materia prima ha aumentado en más del 40% de un año a otro. Han aumentado los costos de producción y algunos de estos se ven reflejados en el aumento del IPC a todos los consumidores”.

Lo que dijo el Dane

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, comunicó que el índice de precios al consumidor, IPC, el cual mide la variación de los precios de los productos y servicios que hacen parte de la canasta de los hogares colombianos, registró un incremento del 5,62 % en 2021, lo cual se traduce en uno de los más altos en los últimos años.

Solo el componente de alimentos y bebidas no alcohólicas cerró el año con un alza del 17,23 %, siendo la papa (111 %), los aceites comestibles (47,48 %), la carne de res (33,03 %), la carne de aves (26,35 %) y las frutas frescas (24,29 %), los rubros que registraron los mayores incrementos.

En definitiva, a los colombianos, la canasta familiar se les está convirtiendo en una división de gasto sumamente costosa a raíz del incremento progresivo en los alimentos más básicos para las familias.

Las frutas y verduras no se quedan atrás en los precios elevados.

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