Científicos de la Universidad de Gante, en Bélgica, dieron a conocer un estudio que alerta sobre el impacto negativo de las heces de los perros en la biodiversidad.
El estudio belga concentra el análisis en cuatro reservas naturales de Gante, en el norte del país, donde descubrieron que los perros aportan una media de 11 kilos de nitrógeno y 5 kilos de fósforo por hectárea.
Lo que podría resultar perjudicial para la biodiversidad, pues si bien resulta beneficioso que se fertilice la naturaleza, lo que sucede en las conclusiones que dejó el estudio es que excedían los límites legales de fertilización.
«Descubrimos que las cantidades de nitrógeno y fósforo que quedan en áreas concentradas alrededor de los senderos excedieron los límites legales de fertilización para la agricultura. Bastante sorprendente, ya que nuestra investigación es sobre reservas naturales», señaló el académico.
