Un soldado profesional, quien presta sus servicios en Facatativá, radicó una tutela en contra del Ejército. Asegura que lo obligan a asistir a misa, que sus superiores tratan distinto a quienes no profesan la fe católica y que la institución no ofrece espacio alguno a otras religiones.
Entre tanto, en febrero pasado, un soldado profesional tuvo que pasar al frente, ponerse a discreción y revelar su orientación religiosa. Entonces, uno de sus superiores formó un pelotón frente a la capilla y preguntó quién no iba a participar de la misa, en el Batallón de Infantería N°39 en Facatativá, Cundinamarca. Los católicos participaron del evento, que se celebra cada ocho días, y a quienes piensan diferente les fue asignada la tarea de mover el pasto que estaba frente al casino. Este soldado, agnóstico, se cansó de evidenciar una ausencia de neutralidad religiosa en el Ejército y hoy es autor de una tutela que busca la protección del derecho fundamental a la libertad de cultos.
