DIARIO DEL HUILA, BOTALÓN
Escrito por: Germán Liévano Rodríguez
Pero indudablemente una de sus obras maestras es “Cuando retumban las tamboras”, ganadora en el Festival del Mono Núñez y que ha servido de temática para muchos grupos musicales y de danzas, en especial el Ballet Nacional de Sonia Osorio y el Ballet Folclórico de Antioquia, para exponer en el exterior y en el país como representativa de nuestra música folclórica.
Rendir un homenaje en vida es una situación que se desea siempre para quienes lo merecen. Desafortunadamente, en la mayoría de las ocasiones los acreedores de un reconocimiento lo logran cuando ya es demasiado tarde y cuando sólo sus dolientes pueden apreciarlo. Por eso debemos buscar la oportunidad para que el homenaje llene de alegría y enaltezca a quienes se lo merecen. De allí que esta semana, en nuestra tradicional tertulia de los martes pudimos aplaudir en persona y celebrar sus bodas de oro artísticas a un gran compositor huilense el maestro José Miller Trujillo más conocido musicalmente como Wiponga, nombre extraído de la historia misma de La Gaitana.
Oriundo de la ciudad de Neiva fue recreado y estimulado por el magnífico ambiente musical del Colegio Salesiano liderado por el inolvidable maestro el Padre Andrés Rosas y guiado por el estricto pero amable Padre Escobar, y así fue descubriendo su capacidad artística no sólo para cantar y bailar sino también para componer. Sus primeros contactos con la música fueron a través de los antiguos radios de dos bandas cuando vivía en Madrid, Cundinamarca y podía solazarse con los distintos géneros musicales de las emisoras capitalinas. Fue impactado por la belleza de la música del maestro Luis Alberto Osorio del cual recuerda en especial El Ruiseñor y Alma del Huila, esta última oficializada como Himno del Huila. Pero también la música bailable y sonora de Celia Cruz y de la cual recuerda “Tongo le dio a borondongo…” le permitió generar una riqueza de ritmos y géneros propicia para sus posteriores creaciones. Paralelamente, se iniciaron hace mas de 50 años las fiestas de San Pedro generando un ambiente óptimo para su desarrollo artístico donde recibió aprendizaje de baile por la iniciadora de la coreografía del sanjuanero como fue la recordada Inés García de Durán y lógicamente potencializó toda su creatividad. Siendo apenas un adolescente con 15 años compuso su primera canción en ritmo de bambuco y la bautizó con el nombre de Antioqueña Bambuquera. Su inspiración fue conocer a una reina antioqueña llamada Rocío Cock Jaramillo y cuya belleza y porte lo estimularon para generar esa linda melodía que mereció el respaldo de su amigo y maestro el Dr. Jorge Villamil Cordovez quien después de su regreso de México lo alentó para seguir adelante su carrera artística. Pero su presentación en público fue en el estadio de basquetbol donde el locutor se limitó a leer su hermosa composición pues no le había compuesto la música, ganándose el aplauso unánime de todos los asistentes. En ese momento sonaba con gran fuerza el hit musical de la Pollera Colorá y como dominaba el acordeón de piano se dedicó a interpretar en múltiples escenarios la música bailable hasta que ya terminando bachillerato decidió pasar de intérprete a compositor. Aprovechando la inauguración de la Concha Acústica en el año de 1972 se hizo conocer ampliamente con su famosa canción “Que vivan San Pedro y San Juan”, siendo su primer disco grabado ni más ni menos que por el Dueto de Emeterio y Felipe quienes por esa época lideraban la música folclórica nacional habiendo logrado una amplia difusión. A partir de esa fecha continuó una larga serie de éxitos musicales como fue el caso de Compadre Elí que fue un auténtico impacto musical bailable en 1977 con la Orquesta los 8 de Colombia recibiendo el premio como el mejor de ese año. Con la misma orquesta tuvo gran éxito en el exterior la obra Color de Cumbia, de su autoría y compartida con su gran amigo el Mono Paternina, compositor y músico costeño que se vino para Neiva para toda la vida y quien fuera su maestro de percusión. Más adelante creó el tema Con El Sol a Tus Espaldas, interpretado por Helenita Vargas. La cumbia Rumbo a las Estrellas, finalista en el Festival de Villavicencio. y otros muy conocidos con el Combo de las Estrellas y Los Tupamaros…
Otras de sus memorables obras son: Inesita, La ronda Sampedrina, Noche de vacas locas, Rumichaca, Con el sol a tus espaldas, El sancocho y la cuchara y El Sanjuanero americano.
Pero indudablemente una de sus obras maestras es “Cuando retumban las tamboras” ganadora en el Festival del Mono Núñez y que ha servido de temática para muchos grupos musicales y de danzas, en especial Ballet Nacional de Sonia Osorio y el Ballet Folclórico de Antioquia, para exponer en el exterior y en el país como representativa de nuestra música folclórica. Disfrutemos su contenido en forma breve:
Cuando retumban las tamboras siempre me voy a tunar
Se oyen cientos de voces que gritan ¡Viva San Juan!
Y todas las bandas del pueblo dan alegre despertar
Y los matachines dicen que San Pedro viene ya.
Añorando aquellos tiempos
Cuando de niño yo aprendí
De los labios de mis viejos
Y de aquellos campesinos cantando en torno de mí
Los picantes rajaleñas, estribillos y refranes
Que me hacían reír feliz.
Retumban las tamboras
Con la puerca y el chucho
Con el sonar del tiple
Que rasga el viejo Lucho.
No importa que crezca la ciudad bonita
Que vuelva el San Pedro a hacer la fiesta opita.
Así nos anima el alma con su riqueza musical que esperamos nos siga prodigando nuevas obras. Mientras tanto, reciba nuestro homenaje aplaudido por todos los contertulios en una muy agradable tertulia en nombre de nuestra tierra en esta admirable celebración de sus primeros cincuenta años de obra artística.
DEASTACADO
Aprovechando la inauguración de la Concha Acústica en el año de 1972 se hizo conocer ampliamente con su famosa canción “Que vivan San Pedro y San Juan”, siendo su primer disco grabado ni más ni menos que por el Dueto de Emeterio y Felipe quienes por esa época lideraban la música folclórica nacional habiendo logrado una amplia difusión.
