Permanentemente los seres humanos se ven expuestos a las amenazas que se presentan por la ocurrencia de desastres de carácter natural y de origen antrópico que afectan el bienestar general de las comunidades por la alta vulnerabilidad de las zonas en que se encuentran conviviendo con sus unidades familiares. En el territorio huilense se presentan frecuentemente remociones en masa, vendavales, inundaciones, en épocas de altas precipitaciones, los cuales son atendidos con los deficientes recursos humanos y logísticos que poseen los Organismos de Socorro que operan en los 37 municipios del departamento. Actualmente no se avizora una política pública para fortalecer dichos entes que con abnegación, valor y compromiso atienden oportunamente el llamado de las personas damnificadas.
Pero no solamente los huilenses están expuestos a estas clases de emergencias naturales. Nuestro suelo se encuentra enmarcado alrededor de algunas fallas geológicas, que en cualquier momento puede provocar un sismo de gran intensidad en la escala sismológica de Richter. La mayoría de las construcciones de los municipios no cumplen con las normas de sismo resistencia que pueden colapsar en caso de un terremoto. La pobreza genera unos niveles altos de vulnerabilidad que aumenta el riesgo de ser afectados en sus vidas y en sus viviendas porque carecen de las mínimas condiciones de supervivencia cuando ocurre cualquier desastre.
Está demostrado que cuando ocurre un desastre, el ser humano en la mayoría de las veces no se encuentra preparado para atender la emergencia, porque no está educado para tal fin. La población huilense está expuesta a casi la totalidad de dichos fenómenos naturales, sin contar con aquellas amenazas de carácter antrópico. Todas las experiencias presentadas a través de la historia del país han servido de base tener un sistema articulado con la participación de los Organismos de Socorro, Academia, Entidades del Estado, Fuerza Pública y comunidad en general para desarrollar los programas de prevención y atención de desastres en el Huila, como una red institucional para el cumplimiento de esta función.
Por tal motivo los cuerpos de bomberos en los municipios son los que están disponibles las 24 horas para atender toda clase de emergencias. Es inaudito que 19 de 37 municipios del departamento no tengan el apoyo de los municipios. La población de estas localidades se encuentra inermes e indefensos ante la eventual ocurrencia de una tragedia. Todos conocemos que ellos velan por el bienestar y la seguridad de las familias en general. Estos organismos de socorro presentan limitantes para poder prestar la atención adecuada cuando ocurren estos fenómenos naturales o de origen antrópico. Es indispensable que la gobernación del Huila, junto con las gestiones de los primeros mandatarios de los municipios del Huila y los gremios de la producción, unan esfuerzos para fortalecer la estructura bomberil y los demás organismos de socorro.
