DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS
Por: Rolando Monje Gómez
El proyecto de ley que autoriza a municipios, distritos y departamentos para adoptar la sobretasa a la gasolina corriente, motor extra y Acpm, fijará una tarifa de 1.270 pesos por galón de gasolina y de 1.775 pesos por galón de extra, es decir los costos adicionales que tienen hoy bajo el viejo modelo, y extenderlos hasta el 2023, cuando aumentará de acuerdo al registro de Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Para el caso del Acpm, se busca que se mantenga en 301 pesos por galón hasta 2023, cuando se presentará un aumento de ocho pesos y en 2024 aumentará a nueve pesos, con lo que en ese año el aumento pasará a representar un valor de 319 pesos.
Se estableció que la base gravable de la sobretasa a la gasolina y Acpm será determinada por el volumen de venta calculado en galones. Se tendrá en cuenta el valor de referencia establecido por el Ministerio de Minas y Energía, y esto se ajustará según la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
La importancia de este tributo para las finanzas de la Nación y de los departamentos y municipios está basada en que financia una parte importante de los sistemas masivos de transporte en Colombia, mientras que un porcentaje de este va destinada a infraestructura vial.
El proyecto de ley determinó que la sobretasa a la gasolina corriente en su tarifa general será de 940 pesos por galón en municipios y distritos, y la de la gasolina extra, de 1.314 pesos, mientras que en Bogotá sería de 1.270 pesos para la gasolina corriente.
La aprobación de la sobretasa a los combustibles tuvo un tránsito espinoso en los pasillos del Congreso por las condiciones coyunturales del país.
La Asociación de Ciudades Capitales de Colombia, Asocapitales, resaltó que de no aprobarse el proyecto de ley, las finanzas municipales y departamentales sufrirían un descalabro del que, dadas las condiciones actuales, hubiera sido difícil reponerse. El proyecto es de especial relevancia para impedir que se dejen de recaudar más de 2.7 billones de pesos al año por parte de las entidades territoriales y el Gobierno Nacional, pues esta sobretasa es uno de los principales ingresos de municipios y departamentos, que garantizan el funcionamiento de los Sistemas Masivos de Transporte y se invierten en la malla vial local.
La idea central detrás de las discusiones fue evitar que los municipios recibieran un menor porcentaje de ingresos, por lo que la fórmula señalada fue la distribución equitativa de mitad y mitad entre departamentos y la Nación, con destino a la inversión de obras de la red vial secundaria.
La sobretasa será distribuida 50% para el mantenimiento de la red vial y 50% para la red vial de los departamentos, incluido el Distrito Capital. Solo le queda ser aprobada en la plenaria de la Cámara de Representantes.
«Se reitera la importancia que tiene este tributo para las entidades territoriales, siendo prioritario modificar su base gravable, no solo en cumplimiento de una orden constitucional sino a fin de tener un mayor recaudo, con el objetivo de que pueda ser invertido en los proyectos de mayor necesidad de municipios y departamentos, así como en el mejoramiento de los indicadores, y sobre todo para enfrentar las consecuencias negativas que ha generado la pandemia por covid-19 en las finanzas territoriales», se lee en el documento del proyecto.
Por otro lado, la base gravable, el hecho generador, la declaración, el pago, la causación y los otros aspectos técnicos serán iguales a los de la sobretasa de la gasolina, en lo que no sea expresamente definido para la sobretasa al Acpm.
Este proyecto de ley modifica las leyes 488 de 1998 y 788 de 2002 que autoriza a los municipios, distritos y departamentos para adoptar la sobretasa a la gasolina motor extra y corriente.
¿Y los precios?
El comportamiento del precio depende principalmente de los costos de transporte del combustible. Sin embargo, la nueva propuesta prevé un crecimiento en la tarifa acorde con la variación anual del IPC. En ese sentido, el precio de venta al público se incrementaría acorde con la inflación.
De acuerdo a las proyecciones, el precio promedio de venta al público de la gasolina para el consumidor podría llegar a aumentar en $1.000 de aquí a 5 años, solamente por sobretasa, sin prever los demás elementos para fijar el precio del combustible. A esto hay que sumarle el factor de la inflación e impuestos futuros a los hidrocarburos.
Según el informe de la Comisión de Estudios del Sistema Tributario Territorial, el recaudo de la sobretasa a la gasolina ascendió a $2,1 billones, en 2019, donde $1,6 billones fueron ingresos de los municipios y $500.000 millones de los departamentos.
En lo que tiene que ver con la sobretasa al Acpm, en 2019 éste representó ingresos por concepto de $310.000 millones. Desde 2013 el recaudo de la sobretasa a la gasolina ha crecido en promedio 5,9 % en términos nominales, mientras que el total de los impuestos territoriales registra una tasa promedio de aumento de 9,3%. La sobretasa a la gasolina en los ingresos tributarios de los entes territoriales ha disminuido, pasando de 8,8 % al inicio de la década a 5,7 % en 2019.
La Corte Constitucional ya había fijado un plazo de dos legislaturas para que el Congreso de la República defina el futuro de este impuesto.
