Salario mínimo legal
Por fin se logró un acuerdo histórico entre las centrales obreras, los gremios de la producción y el gobierno nacional para establecer el salario mínimo legal mensual que regirá a partir del 1 de enero próximo. Este consenso permite que tendrá un incremento del 16%, quedando en $1.160.000. El auxilio de transporte tendrá un aumento del 20%, el cual quedó definido en $140.000 para la próxima vigencia. Así cerca de 3 millones de trabajadores recibirán $1.300.000 mensuales en 2023. Ha sido considerado un aumento justo, dada la situación social y económica en que se encuentra sumida la sociedad colombiana dada la coyuntura que está presentando la economía colombiana.
Esta propuesta gubernamental fue aceptada sin discusión por estos actores, que fue avalada por el presidente Gustavo Petro Urrego, junto a su equipo de gobierno. Se convierte en un consenso histórico para los trabajadores colombianos que devengan un salario mínimo mensual. Se espera que este aumento real que superará el 3%, signifique un alivio para los exiguos salarios que perciben el 50% de los asalariados que devengan este nivel de ingresos.
Muchos expertos de la opinión pública consideran que es una jugada maestra del primer mandatario de los colombianos, dado su nivel de imagen que ha venido decayendo en los diferentes sondeos que han realizado periódicamente las empresas encuestadoras. Con ello se busca recuperar el tiempo perdido. provocado por las erradas decisiones en materia de política económica que han sido rechazadas por la mayoría de la opinión pública.
El reto de la Casa de Nariño no era sencillo. En un año marcado por una alta polarización política que presenta la sociedad colombiana y la más profunda crisis social y económica en que se encuentra sumida las familias colombianas en décadas, tanto la productividad como el costo de vida registraron niveles históricamente altos, como lo refleja el incremento de la inflación que posiblemente se acercará a final del año en un 13%. Mientras los empresarios ofrecieron en la mesa de negociación se mantuvieron en silencio y las centrales obreras aspiraban a un aumento del 20%, se logró este valioso acuerdo. Una brecha así de grande era difícil de concertar.
Acertó el Gobierno Nacional al dejar primar la prudencia por encima de la tentación de decretar un salario mínimo tan elevado que habría descarrilado el tren de la reactivación. Ante la alta inflación, con este incremento se busca mantener levemente en términos reales el poder adquisitivo de los trabajadores, mientras deja la puerta abierta para la generación de empleo formal. Es inevitable el contraste entre este nivel de aumento del mínimo y el ajuste salarial a los congresistas para la actual vigencia, que es considerado exagerado, (cerca de tres salarios mínimos mensuales actuales), lo cual obliga al Legislativo a cambiar estas reglas que hoy los favorecen de manera tan inequitativa.
