DIARIO DEL HUILA, HISTORIA
Por: Mónica Serrano
La Asociación Interdisciplinaria de Gerontología de Colombia registró en el 2018, que 1 de cada 10 adultos mayores se encuentra en condición de abandono, una situación que convierte al país en uno de los que menos cuida de sus ancianos en América Latina, este escenario se agrava teniendo en cuenta que la población colombiana envejece a pasos agigantados.
Los adultos mayores en muchas partes del mundo son respetados y protegidos, pero en Colombia las personas mayores de 60 años están siendo abandonas en las calles y hospitales, y Neiva no es ajena a esta realidad; Pedro Cano Sánchez a sus 75 años de edad, ha sido atropellado por el abandono de sus familiares, situación que lo entristece y lo agobia, ya que padece de diabetes e hipoacusia mixta que no le permiten valerse por sí mismo.
Corazón humanitario
Hace más de un año, el hijo de Pedro se fue en búsqueda de nuevas oportunidades para el país de España, dejando a su papá en manos de Abigail Lozada, una neivana que con su corazón humanitario le ha brindado el apoyo a este adulto mayor, supliéndole sus necesidades, sin embargo, esta mujer de 61 años de edad, en un accidente perdió la visión total de su ojo izquierdo y parte del derecho, por lo que quedó incapacitada.
“Don Pedro vive en una casa arrendada por su hijo quien se fue para España a buscar nuevas oportunidades, sin embargo, desde que inicio la pandemia no volvió a comunicarse. No sabemos qué le pasó, porque él siempre llamaba y estaba pendiente de su papá. El joven me contó, que vio la necesidad de tener a don Pedro en Neiva, porque su mujer y otra hija que viven en Bogotá, no quisieron hacerse cargo, y por eso él estaba pendiente”, contó Abigail Lozada.
Ante su incapacidad, Abigail manifestó que ella no puede hacerse más cargo del adulto mayor por lo que es vital que sea acogido en un ancianato, “Don Pedro, sufre de vértigo, de los oídos, tiroides, tiene colesterol, una hernia, una posible sinusitis, y no tiene a donde vivir; por lo que le urge ser ingresado a un asilo. Yo le daría posada, pero sufro de la vista y ya perdí mi ojo derecho y el izquierdo me funciona muy poco, a raíz de eso, no puedo estar más pendiente, porque mis ojos no me funcionan ni para cocinar”, agregó Abigail.
“No tengo donde vivir”
Con ojos entristecidos y tocando su blanco cabello, este abuelito de 74 años le contó su historia a esta Casa Editorial, buscando la colaboración de los buenos corazones para poder ingresar a un asilo, ya que no tiene donde vivir, debido a que, la casa en donde le han permitido quedarse se mudan este 30 de mayo, y se quedará practicante en la calle.
“Ahora me estoy quedado en una casa que me dejó instalado mi hijo antes de irse para España, por la Avenida Circunvalar, pero, las personas que están allí se van a mudar por falta de pago, y no tengo a donde quedarme, ya que desde que inició la pandemia no sé nada de la vida de mi hijo”, dijo Pedro.
Caso notificado
Esta Casa Editorial, notificó el caso a la Personería Municipal, en donde se conoció que esta entidad tiene conocimiento de más de 30 casos de abandono de adultos mayores, a quienes se les está haciendo un restablecimiento de sus derechos.
Es decir, en Neiva existe una indiferencia con los abuelitos, así también lo confirmó Shirley Villamizar Villareal, secretaria de la oficina de Desarrollo Social e Inclusión, “Hasta el 20 de noviembre del 2020, en la capital opita se habían notificado 124 casos de abandono de adultos mayores”, afirmó la funcionaria.
Este panorama es cada vez más alarmante, puesto que estas personas en muchos de los casos son agredidos y abandonados por sus propios familiares, convirtiéndolos en seres vulnerables, abuelitos que esperan recibir lo mismo que nos brindaron cuando éramos niños.