Para este espacio de Botalón les ofreceremos una reflexión del poder significante de la palabra y su innegable impacto en el devenir social, dentro del contexto del día de Idioma.
Por Juan Arturo Peña Labrador
Siguiendo con su tradición veinteañera sin solución de continuidad, los miembros de la tertulia El Botalón, de cuerpo de presente y a través del medio virtual, asociados y no asociados, detuvimos por un instante el candente ambiente político y económico para realizar una reflexión del poder significante de la palabra y su innegable impacto en el devenir social, dentro del contexto del día de Idioma conmemorado 23 de abril en alusión al día de la muerte de Cervantes Saavedra.
Siguiendo la lección del lingüista y filósofo Noam Chomsky de que “Lo que no existe en el lenguaje, no existe en el pensamiento” realizamos una disertación de la forma como el individuo aprehende a través de conceptos imperiosamente montados en palabras que llegan a nosotros a adrede y en ocasiones espontáneamente, pero que si son “digeridos” en el entendimiento se agregarán a nuestra forma de interpretar el mundo, de tal manera que terminarán de una u otra moldeando el pensamiento desde el punto de vista ético, estético y político, y por inercia, se proyectarán en la sociedad.
Nada escapa al vehículo natural de la comunicación que es el lenguaje verbal –esto sin negar que existen otros lenguajes como la música, las simbologías y las expresiones metalingüísticas como señas y gestos- de tal manera que cualquier conocimiento o concepto llega a nosotros a través del canal de la palabra, organizado y sustentando, desde luego a través de proposiciones (ideas completas con sentido) respecto de las cuales y de acuerdo a su nivel de complejidad, serán aceptadas, rechazadas y en un estadio mayor de criticidad, asociadas y confrontadas con un conocimiento previo, que podría en un momento determinado derivar en un replanteamiento de nuestro criterio.
En voz de filosofo colombiano Estanislao Zuleta desde su obra “Arte y Filosofía” existen en materia de aprendizaje y aprehensión del conocimiento criterios prestablecidos respecto de los cuales ciertas personas negarán discusiones o cuestionamientos, de tal manera que se convierten de en ocasiones en “prejuicios conceptuales y de conducta” que no permiten cuestionamiento alguno. Esta forma de conocimiento dogmático no es patrimonio exclusivo de algunas religiones, dadas en muchas ocasiones a enervar verdades universales, sino que se pueden dar en el campo de las doctrinas políticas, gustos musicales, aficiones deportivas, xenofobias y otras formas de adoctrinamiento que le restan al discurso el recurso de la demostración tan lucidamente planteado por Estanislao en el capítulo primer de la obra mencionada.
De otra parte Rodrigo Luri Medrano expone que los patrones estéticos, éticos y morales de la sociedad van variando con el devenir del tiempo, de tal manera que algunas conductas humanas reprochadas otrora, pueden tener una valoración distinta en el presente, como sucede solo por citar un ejemplo, con la homosexualidad, en otro tiempo condenada socialmente y determinada incluso como delito, pero que en la sociedad contemporánea, revestida de nuevos criterios en materia de individualidad y Derechos Humanos, tiende a verse de manera más respetuosa por considerarse una decisión privada.
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En materia de esteticidad quien podría afirmar hoy en día por ejemplo que la música jazz o el tango, en otro tiempo relegado al arrabal (lo popular) hoy en día tenga una valoración estética que llega incluso a lo clásico, esto por supuesto sin demeritar los gustos particulares frente a esta expresión artística. O quien podría decir hoy en día que en materia de política se ha superado conceptos de la forma como su pueden superar los conflictos sociales a través de aplicación, no de un concepto de justicia retributiva sino a la aplicación del concepto de justicia transicional. En ese sentido llegamos de la venganza a la reconciliación, puesto que hemos “digerido”, si se nos permite utilizar el término, una nueva manera de solucionar los conflictos.
Hablamos en la Tertulia del concepto y valor de “mínimo vital” expuesto por la Corte Constitucional como una idea de protección a los ingresos mínimos del trabajador para subsistir, de “la identidad de género” como opción individual de toda persona, del concepto de “familia” que por supuesto ha tenido inmensas variaciones en su estructuración moderna en razón a la evolución que la misma sociedad ha tenido respecto del concepto; de hecho ante el silencio del legislador ha sido la Corte Constitucional, como garante de los valores axiológicos de la Constitución, la que ha decantado el tema como ha sucedido en asuntos como el matrimonio entre personas del mismo sexos y el aborto entre otros.
Para demostrar que inevitablemente el lenguaje tiene efectos y enerva criterios que pueden llegar a sorprendernos, al exponer en la tertulia sobre los derechos de las mujeres, el poeta Rubén Darío Rodríguez autor del canto poético Amores Pasajeros (segunda edición) realizó una intervención afirmando que el “perdón” es nocivo para los derechos de las mujeres. Hecha la aseveración por parte del poeta, este aclara: “Desde la primera vez que una mujer perdona una agresión por parte de la su pareja, queda condenada a seguir corriendo la misma suerte”
Gracias a los contertulios por escuchar nuestra disertación, abrebocas espero, para otras discusiones sobre los temas de nuestra sociedad, las afirmaciones de la exposición obedecen a un pensamiento particular y por supuesto están sujetas a discusión, que resulta exquisita en la Tertulia El Botalón. ¡Ha! Olvidaba decir: en la velada estuvo presente uno de los mejores instrumentos de comunicación para el crecimiento espiritual y mental de todo ser humano: la música. Gracias.
