La capital del departamento debe convertirse en un modelo a nivel nacional en mantener un proceso permanente de siembra de árboles, con el fin de atenuar las altas temperaturas que posee la capital. Igual situación sucede en otras regiones del país, donde se busca crear conciencia ambiental. El cambio climático es, en definitiva, la gran amenaza global. Y no es una amenaza futura sino una presente, que refleja consecuencias desastrosas a través de desastres naturales que afectan a los más vulnerables, de manera natural y material. El peligro que existe es el aumento de la temperatura en 2 grados en los próximos 30 años, se constituye en una seria amenaza para la supervivencia de los seres humanos. Por este motivo las comunidades claman de la implementación de una política ambiental seria y coherente con el desarrollo de las ciudades.
La problemática ambiental está afectando a toda la población mundial, y que han empezado afectar la dinámica productiva que están relacionados con el aumento de la pobreza. En los países latinoamericanos, que hacen parte de la Amazonia, la gran fuente de emisiones de gases de efecto invernadero es la deforestación, que no tiene como origen una actividad económica, sino procesos migratorios sustentados en condiciones de pobreza. Pero las predicciones meteorológicas para 2022 presentan un panorama aún más desalentador. El fenómeno de El Niño, agravado por el cambio climático, seguirá generando caos durante la primera mitad del año. Pero lo peor ocurrirá si antes de que termine el año llega La Niña.
Mientras el gobierno nacional libra una lucha frontal contra la deforestación, en Neiva, se están generando estos procesos que necesariamente van a contribuir con el aumento de la temperatura en esta localidad. Es importante que, si se realizan grandes obras de infraestructura, se deben tener en cuenta la no afectación del sistema arbóreo de la capital del departamento. Es una tarea tan compleja como urgente. Y hay que empezar por lograr que esta ciudad, sin distingo de nada, entienda lo que aquí está en juego es el futuro de la población actual y de las futuras generaciones. Dicho esto, hay que advertir sobre la necesidad de que la acción estatal se produzca de forma integral y articulada, para que rinda los frutos esperados.
El tema es complejo de entender y se ha prestado para todo, incluso para hacer señalamientos de corte clasista o argumentar estrategias a fin de impedir que se adelante una obra, y, por supuesto, para alimentar causas políticas y partidistas. Nunca el viejo adagio según el cual ‘del árbol caído todos hacen leña’ se había ajustado tanto a la realidad como en esta ocasión.
