Termina el fin de una era. Estados Unidos transporta desde Afganistán a los últimos soldados que quedaban en ese país de Medio Oriente, poniendo fin a una guerra de 20 años que comenzó con la premisa de derrotar el terrorismo de Al-qaeda y terminó con la retoma del poder de los talibanes.
Hoy se cumple la fecha límite que trazó la Casa Blanca para el retiro de sus tropas de ese país. Asimismo, ese es el plazo que dio el grupo insurgente a la coalición internacional para salir del territorio. Por eso, desde esta semana comienza un periodo de transición que perfilará el futuro de esa nación.
Solo entre el domingo 29 y el lunes 30 de agosto Estados Unidos facilitó la salida de 1.200 personas en 26 vuelos militares y dos aviones más de la coalición. En total, desde el 14 de agosto, cuando el grupo talibán ascendió al poder, fueron evacuadas alrededor de 116.700 personas.
El exmandatario republicano, Donald Trump, perfiló desde 2018 la salida de los uniformados estadounidenses de Afganistán, considerando que la guerra contra el terrorismo estaba terminada. Trump desatendió los asuntos globales para centrar su agenda y los fondos federales en cuestiones internas.
En enero de este 2021 el demócrata Joe Biden asumió la Presidencia y, si bien dio una nueva mirada a las relaciones en el ámbito internacional del país, mantuvo en firme el retiro de Afganistán, argumentando que la misión asumida por la Casa Blanca siempre fue luchar contra el terrorismo, y no establecer la democracia.
El general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, anunció en la tarde de ayer el fin de la evacuación de Afganistán. McKenzie detalló que los últimos aviones despegaron desde el aeropuerto de Kabul a las 3:29 p.m., hora de Washington, minutos antes de que comenzará el martes 31 de agosto, en horario de Afganistán.
Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, apuntó “seguimos en contacto con los ciudadanos estadounidenses y seguiremos trabajando para evacuarlos. Nuestro compromiso no se ha ido, a pesar de que hayamos regresado a nuestras tropas a casa”. El presidente Biden planea una alocución sobre este tema en la noche de este lunes.
La comunidad internacional pidió a los talibanes mantener un corredor humanitario para los afganos y ciudadanos de otros países que quieran dejar ese territorio de Medio Oriente. Desde el pasado viernes 27 de agosto, Naciones Unidas proyecto que la nueva crisis de Afganistán puede una nueva crisis de movilidad humana con alrededor de 500.000 refugiados.
¿Qué pasó?
El último soldado estadounidense ha salido de Afganistán, anunció el Pentágono, dejando el país en manos de los talibanes, sus enemigos de 20 años, al final de la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.
«El último avión C-17 despegó del aeropuerto de Kabul el 30 de agosto», declaró el general Kenneth McKenzie en una conferencia de prensa.
El embajador de Estados Unidos en Afganistán y el comandante de las fuerzas militares estadounidenses en suelo afgano fueron los últimos en abordar el vuelo final de evacuación de Kabul, anunció el lunes el Pentágono.
«A bordo del último avión estaba el general Chris Donahue», dijo el general Kenneth McKenzie, comandante del Comando Central de Estados Unidos del que depende Afganistán. «Y lo acompañaba el embajador Ross Wilson».
Más de 123 mil civiles evacuados
«Aunque se completó la evacuación militar, continúa la misión diplomática para asegurar más ciudadanos estadounidenses y afganos elegibles que quieran irse», agregó el jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán.
«Desde el 14 de agosto, durante un período de 18 días, aviones de Estados Unidos y sus aliados han evacuado a más de 123.000 civiles del Aeropuerto Internacional Hami Karzai», dijo también el general McKenzie.
En tanto, , un responsable del régimen talibán, celebró que «hemos hecho historia. Los veinte años de ocupación de Afganistán por Estados Unidos y la OTAN se acabaron esta noche. Estoy muy contento tras 20 años de yihad, sacrificios y dificultades, de tener la satisfacción de ver estos momentos históricos».
¿Qué fuerzas se enviaron?
EE.UU. invadió Afganistán en octubre de 2001 para derrocar al Talibán, a quien acusaban de albergar a Osama bin Laden y otros líderes de al Qaeda vinculados a los ataques del 11 de septiembre.
El número de tropas estadounidenses creció a medida que Washington arrojó miles de millones de dólares para combatir la insurgencia talibán y financiar la reconstrucción del país, que en su máximo nivel alcanzó 110.000 efectivos en 2011.
Otros países también formaron parte de las tropas extranjeras en el país, incluyendo otros miembros de la alianza de la OTAN.
No obstante, EE.UU. aportaba por mucho el contingente más grande de un solo país.
La OTAN finalizó formalmente su misión de combate en diciembre de 2014, pero mantuvo una presencia de 13.000 soldados para asistir en la capacitación de las fuerzas afganas y apoyar los operativos antiterroristas.
¿Cuánto dinero se ha gastado?
La gran mayoría del gasto en Afganistán ha sido asumido por EE.UU. Entre 2010 y 2012, cuando en un momento EE.UU. tuvo a más de 100.000 soldados en el país, el costo de la guerra creció a casi US$100.000 millones anuales, de acuerdo con las cifras del gobierno estadounidense.
A medida que el ejército de EE.UU. cambió el foco de operaciones ofensivas para concentrarse más en la capacitación de las fuerzas afganas, el costo cayó marcadamente.
Para 2018, el gasto anual era de unos US$45.000 millones, según informó un alto funcionario del Pentágono al Congreso de EE.UU. ese año.
De acuerdo con el Departamento de Defensa de EE.UU., el gasto militar total en Afganistán (desde octubre de 2001 hasta septiembre de 2019) había alcanzado US$778.000 millones.
Además, el Departamento de Estado de EE.UU. -junto con la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID) y otras agencias del gobierno- invirtieron US$44.000 millones en proyectos de reconstrucción.
Eso lleva el costo total -basado en datos oficiales- a US$822.000 millones entre 2001 y 2019, pero no incluye el gasto en Pakistán, que EE.UU. utiliza como base para las operaciones relacionadas a Afganistán.
¿Dónde ha ido a parar todo el dinero?
El grueso del dinero gastado en Afganistán ha sido para operaciones de contrainsurgencia, y los requisitos de las tropas, como alimentación, vestido, cuidados médicos, pagos especiales y prestaciones.
Los datos oficiales demuestran que desde 2002, EE.UU. también ha invertido unos US$143.270 millones en actividades de reconstrucción en Afganistán.
Más de la mitad (US$88.320 millones) se gastaron en reforzar las fuerzas de seguridad afganas, incluyendo el Ejército Nacional y la policía.
Casi US$36.000 millones han sido asignados a sistemas de gobierno y desarrollo, mientras que cifras menores fueron destinadas a los esfuerzos antidrogas y asistencia humanitaria.
Parte de este dinero ha sido malgastado en desperdicio, fraude y abuso a lo largo de los años.
En un informe al Congreso de EE.UU en octubre de 2020, la agencia de vigilancia responsable de supervisar la reconstrucción en Afganistán estimó que unos US$19.000 millones se habían perdido de esta forma entre mayo de 2009 y el 31 de diciembre de 2019.
¿Y qué del costo humano?
Desde el inicio de la guerra contra el Talibán en 2001, se han registrado más de 3.500 muertes de la coalición, de las cuales más de 2.300 han sido soldados estadounidenses.
Más de 450 soldados de Reino Unido han muerto. Además, otros 20.660 soldados de EE.UU. han resultado heridos en combate.
Pero estas cifras de bajas son ínfimas comparadas a la pérdida de vidas entre las fuerzas de seguridad y los civiles de Afganistán.
El presidente Ghani dijo en 2019 que más de 45.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas habían muerto desde que había asumido el poder cinco años atrás.
La investigación de la Universidad de Brown en 2019 estimó que el número de vidas perdidas entre el ejército nacional y la policía en Afganistán era más de 64.100 desde octubre 2001, cuando empezó la guerra.