DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS
Por: Rolando Monje Gómez
De los 3 países estudiados, Colombia es el país con el Índice de Ánimo Inversionista más alto y esto se explica, tanto por su optimismo y disposición frente a las inversiones, como por el conocimiento y la familiaridad con productos financieros y de inversión. A pesar de este buen puntaje, la mitad de las personas aún debe encontrar una forma de acumular recursos para poder invertir (pagar deudas, salir de crisis, aumentar ingresos).
Los hombres en mayor proporción que las mujeres tienen más clara la probabilidad de invertir recursos en los próximos seis meses, es decir, en el corto plazo. El 40% de los colombianos cree que es probable o muy probable hacerlo. Los hombres, con el 46%, en mayor proporción que las mujeres con el 34%, que sí estarían dispuestas a hacerlo. Los adultos jóvenes, entre los 25 y 34 años, son los más dispuestos a realizar una inversión cercana, según un estudio fue gestionado por Tyba para determinar el Índice de Ánimo Inversionista en Colombia, Perú y Chile.
Con la investigación se buscaba determinar y analizar el comportamiento y conocimiento que las personas bancarizadas frente a las inversiones en tres países de la Alianza del Pacífico: Colombia, Perú y Chile, revelando que los tres países tienen un “ánimo inversionista” medio, con algunas variables importantes entre ellos, ya que algunos se muestran más cautos.
Colombia obtuvo el puntaje más alto (48) en las variables relacionadas con la confianza, actitud hacia la inversión, tenencia de diferentes formas de ahorro y de inversión, además de fuentes de información. Aunque los tres países analizados están en un nivel intermedio de inversión, el país es el que sobresale como el de mayor “ánimo inversionista”, con un resultado promedio de 45.
El indicador que se asocia al nivel de bancarización de los individuos observados, Colombia obtuvo un puntaje de 40, el cual es menor que el de Chile, pero mayor que el de Perú.
La mitad de las personas confían en que sus ingresos van a mantenerse estables, 48% y una tercera parte de los participantes creen, incluso, que van a aumentar, 34%. Los hombres son los que más afirman que sus ingresos van a crecer en el próximo año (37%), mientras que las mujeres el 31%. Los más jóvenes (18 a 24 años), creen, en mayor medida, que sus ingresos aumentarán en los próximos 12 meses, 41% mientras que los mayores de 35 años representan el 30%.
En cuanto a la situación financiera actual, un 21% de las personas reconocen que tienen deudas que deben afrontar, de los cuales un 51% no cuenta con los medios para construir un capital actualmente, el 18% ya ha tomado acciones para separar una porción de sus ingresos y el 23% ya está en “modo inversionista”. Los más jóvenes son los que están en mayor proporción buscando empleo (18 a24 años) 14%.
En conclusión, respecto al ánimo inversionista, la pandemia ha tenido un impacto importante en las finanzas de los hogares y en su percepción acerca del futuro de las mismas. No sorprende que solo una pequeña parte de cada país se describa en una situación que llamamos “modo inversionista”, y que a su vez, más de la mitad se describa en una situación actual que no les permite acumular capital.
Colombia es el país más optimista, tanto por la expectativa que tiene acerca de sus ingresos futuros, como por su disposición a invertir. Sin embargo, los colombianos tienen como prioridad primero salir de deudas y recuperarse de la crisis. Perú por su parte, tiene una opinión más moderada. Los peruanos no están pensando en invertir, y al igual que los colombianos, actualmente su prioridad número uno también es salir de deudas.
De los 3 países el menos optimista es Chile. Los chilenos confían menos en que sus ingresos mejoren y no están pensando en invertir en el corto plazo. Sin embargo, son los que más se describen en situación de “modo ahorro” y este es el primer paso para una vida financiera saludable. Los 3 países muestran una buena disposición hacia el ahorro (casi 1/5 en cada país), y en particular, la población menor de 25 años. Se observa que en general los hombres y las personas entre los 18 a 24 años, tienen una posición más optimista frente a sus ingresos futuros.
Forma de inversión
La forma de inversión que más les interesa a los colombianos es la finca raíz (45%). Esto puede deberse a que efectivamente sea un buen negocio o a un desconocimiento de otras formas de inversión.
Un 51% de los encuestados consideraría poner a trabajar ese dinero. Las mujeres son las que, ligeramente, se inclinan más por tener finca raíz (M: 48% vs. H: 43%). Los hombres se inclinarían más por alternativas financieras (H: 24% vs. M: 17%).
Las personas más jóvenes se inclinarían por negocios (18 a 24 años: 38% vs. 29%, 31% y 26%) e inversiones financieras (18 a 24 años: 27% vs. 19%, 16% y 21%).
Un 38% de los colombianos considera sentirse bien informados acerca de cómo invertir su dinero. Sin embargo, esta proporción parece muy alta si se compara con el 23% que está en el “modo inversionista”. Los hombres son los que se sienten más confiados con sus conocimientos para invertir su dinero (H: 46% vs. M: 30%).
De los tres países, los peruanos son los que mejor se sienten con su nivel de conocimientos acerca de cómo invertir su dinero. En todos los países, en general los hombres y personas mayores de 35 años, son los que se sienten mejor informados para invertir.
Si se compara la proporción de personas que describe en “modo inversionista” de cada país, pareciera que se sobrevalora el nivel de conocimiento propio al respecto.
Ahorro
Para los colombianos, las entidades financieras y cooperativas son las más populares para ahorrar (47%). Esto es coherente con el impulso que tuvo la bancarización y la digitalización durante la pandemia. Sin embargo, un 40% prefiere tener su dinero o una parte de este por fuera del sistema financiero.
Las billeteras virtuales y las cuentas digitales ya tienen un 33% de penetración como vehículo de ahorro, y se espera que este dato siga creciendo de acuerdo a las tendencias de la última década, los métodos sociales de ahorro (cadenas de amigos) son más comunes en Colombia que en los otros dos países.
En Colombia, las personas mayores de 35 años son las que más indicaron que no están ahorrando (35 a 44 años: 14% y 45 a 60: 22%). Mientras que los que menos respondieron “no ahorro” fueron los adultos jóvenes (25 a 34 años: 7%). Lo que podría significar que son los que más están ahorrando.
El dinero no alcanza es la principal razón para no ahorrar (54%). Esto puede ser indicio de un bajo nivel de conocimiento sobre finanzas personales. Pagar deudas se considera incompatible con ahorrar para un 24% de los que no ahorran, lo cual puede indicar que no hay una estrategia clara para gestionar las deudas.
De los tres países, Chile es el que reporta un mayor ahorro en entidades financieras. Esto se debe a que han tenido un proceso de bancarización más fuerte históricamente.
Inversión
La mitad de los colombianos no tiene ningún tipo de inversión (50%). Este fenómeno se observa más en las mujeres que en los hombres (M: 53% vs. H: 46%) y en estratos bajos (Est. 1: 48%, Est. 2: 60% y Est. 3: 52% vs. Est. 4: 37%, Est. 5: 28% y Est. 6: 30%).
Para las personas que ya cuentan con un producto financiero, invertir en alternativas del mismo sistema financiero es la opción más común (17%). Conforme a las opciones de inversión, la finca raíz es la segunda alternativa más frecuente.
La cuenta de ahorros y la tarjeta de crédito son los productos financieros más comunes. Por lo general, la tenencia de una cuenta de ahorros es el primer paso en el proceso de incluir personas al mundo financiero, aunque con el avance de las cuenta digitales está cambiando. Por otro lado, hay una gran diferencia en penetración entre las cuentas de ahorro y las tarjetas de crédito (33%).
Las cuentas digitales vienen ganando terreno en la inclusión financiera (31%). Un 18% de los encuestados afirman tener algún tipo de producto financiero de inversión. Las cuentas digitales (H: 36% vs. M: 25%), los créditos (H: 23% vs. M: 18%), las criptomonedas (H:11% vs. M: 5%) y las cuentas corrientes (H: 7% vs. M: 4%) tienen una mayor acogida por los hombres.
Las tarjetas de crédito tienen menos apropiación entre jóvenes (18 a 24 años: 43% vs. Mayores: 54%, 52% y 53%). Pasa lo contrario con las cuentas digitales (18 a 24 años: 44% vs. Mayores: 35%, 32% y 16%).
En general, los estratos 1 y 2 están menos incluidos en el sistema financiero, lo cual es más evidente en las tarjetas de crédito (Est.1: 39% y 2: 45% vs. Est. 3: 51%, 4: 63%, 5: 73% y 6: 75%) y en los productos de inversión (Est. 1: 10% y 2: 10% vs. Est. 3: 18%, 4: 33%, 5: 35% y 6: 36%).
La cuenta de ahorros es el producto que más convive con las inversiones del sistema financiero, después sigue la tarjeta de crédito y en tercer lugar están las cuentas digitales. Una cuarta parte tienen créditos de libre inversión o educativos.
Metas de inversión
Construir un patrimonio y comprar vivienda son metas contempladas para el mediano y largo plazo. Viajar es la principal meta de inversión que planean los colombianos para el corto plazo, es decir, a menos de un año. Le sigue la meta de ‘anticiparse’, esto puede indicar que perciben algo de incertidumbre.
Estudiar y comprar un vehículo son metas que se planifican para el mediano plazo, es decir, entre 2 y 4 años. Para el largo plazo aparecen metas que están relacionadas con acumular activos.