Diario del Huila, San Juan y San Pedro
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Fotos: José Rodrigo Montalvo
El teatro Pigoanza de Neiva fue sede del Concurso Nacional de composición musical, Jorge Villamil Cordovez que congregó a cinco compositores en la modalidad instrumental e igual numero en la modalidad vocal. Los ganadores fueron; Víctor Hugo Reina Rivera de Neiva, en la modalidad vocal con el tema, Labriego Colombiano. En instrumental el primer lugar fue para David Fernando Ocampo de Bogotá con la composición alquimia.
El Concurso Nacional de composición Jorge Villamil Cordovéz tiene como objetivo estimular a los compositores y autores colombianos en la creación de repertorios plasmados en ritmos de la Región Andina; Pasillo, Bambuco, Chotis, Caña, Danza, Rajaleña, Sanjuanero, Guabina, Polka etc.
El concurso, además, es un sentido homenaje al compositor más representativo de nuestro departamento del Huila como lo es el maestro Jorge Villamil Cordovéz quien dedicó gran parte de su vida a la creación literaria musicalizada en los ritmos andinos en obras que trascendieron fronteras dejando en alto la cultura musical colombiana.
El concurso se realizó en dos (2) modalidades: Modalidad Vocal y Modalidad Instrumental. En esta oportunidad se hicieron presentes para participar, los cinco compositores previamente preseleccionados en las dos modalidades.
Cada participante presentó solo una obra inédita musical, vocal o instrumental, como lo estipulaba el reglamento, sopena de ser descalificado en caso de comprobarse que un compositor/autor participaba con más de una obra, se le excluye de por vida, dice el mismo.
Jurado calificador:
Los encargados de definir los ganadores en cada categoría o modalidad, fueron los maestros Edilberto Liévano, Pablo Andrés Suárez Escobar y Rogelio Arturo Castro García.
Los participantes:
En la modalidad vocal como ganador con un puntaje de 9.23, fue Víctor Hugo Reina Rivera, con la canción Labriego colombiano, segundo lugar fue para el compositor Brayan Armando Lizcano Valencia con la canción, Bambuqueando mis venas. El tercer lugar lo ocupó, Liceth Viviana Mejía de Bogotá con el tema Libertad. En cuarta posición se ubicó, Cervando Claros Méndez de Neiva y su composición, Tiple, canción y añoranza. Y cerró en el quinto lugar la canción Soy Folclore de James Arturo Morales del Espinal.
En la modalidad instrumental el primer lugar fue para el compositor David Fernando Ocampo de Bogotá con el tema Alquimia, segundo lugar determinó el jurado a Diego Sánchez de Bogotá con la canción, guaqueando, la tercera posición la ocupó, Manuel Olaya con el tema el Fantasma, cuarto lugar con la canción, Felipe Sánchez con Ilusión, y el quinto lugar fue para Jairo Pantoja.
En cada una de las modalidades la premiación se estableció, así: primer puesto: cinco millones de pesos ($5.000.000) m/cte. segundo puesto: tres millones de pesos ($3.000.000) m/cte., tercer puesto: dos millones de pesos ($2.000.000) m/cte., cuarto puesto: un millón de pesos (1.000.000) m/cte. Y quinto puesto: un millón de pesos.
La demora en el inicio
Uno de los lunares del concurso de composición musical Jorge Villamil cordovez, fue la demora en el inicio del programa que estaba previsto para las 9 de la mañana de este jueves 30 de junio.
De acuerdo a los organizadores, algunos inconvenientes de logística obligaron al retraso en el inicio de la programación e incluso se alcanzó a pensar en aplazar el evento para las horas de la tarde. Sin embargo, ante la presencia de la totalidad de los participantes y de los integrantes del jurado se determinó la realización del concurso, con cerca de tres horas de demora.
“No hay derecho a que no se tenga todo listo para la realización de este que otrora era uno de los eventos estrella en el marco de la programación del festival”, sostiene Nina Caicedo, una de las asistentes al teatro Pigoanza.
“Es un irrespeto con el público, que al parecer ya poco importa, con los compositores y con el mismo jurado que al igual que todos hacen un esfuerzo para llegar a Neiva y reciben este tipo de trato”, argumenta Tulio López ubicado en la parte central del escenario como espectador.
Todo volvió a la normalidad cunado comenzaron a desfilar por el escenario del Teatro Pigoanza cada uno de los compositores con sus canciones. Al fin quienes llegaron hasta este emblemático escenario de la capital del Huila, son los amantes de la música colombiana en especial de los bambucos, las guabinas, los torbellinos y todos los ritmos de la zona andina colombiana.
La calidad de la interpretación y de la composición fueron premiados con los aplausos del público que, aunque escaso se mantuvo desde tempranas horas en el lugar y espero hasta el final del concurso. Nos asalta en la memoria los tiempos en los que para ingresar tocaba llegar con anticipación o no se podía conseguir un lugar, el escenario se colmaba. Todos querían ser testigos de la cita musical.
Ahora vale la pena analizar qué está pasando, si las nuevas generaciones han perdido el interés por la música de la región andina y se interesan por otros aires. Es algo que tienen que revisar los organizadores.
Opiniones
Sobre el tema opima uno de los músicos y compositor huilense que prefiere el anonimato. “Todo es pura falta de promoción, se limitan a dar a conocer una programación, lo demás va a las redes y mucha gente que no tiene ese acceso se queda sin saber de estos eventos”, sostiene.
José Rivera, también músico, dice que es muy difícil mantener el festival del San Juan y de San Pedro como patrimonio si se presentan situaciones como la vivida en la mañana de este jueves, no es posible que solo se tenga una persona encargada del sonido y la logística para un evento de trascendencia, “ahí mide uno qué tanto interés le pone a cada uno de los eventos”, agrega. “En el caso particular me quedo con lo bueno ya que me encanta la música colombiana y estos aires y ritmos. Además, es satisfactorio saber que en el imaginario musical colombiano se mantienen cultores de nuestra música”, aporta Carlos Pascuas un asistente.