En Navidad en es común que muchos pidan permiso antes de sentarse; que alguien le «robe» un beso a alguien, o que el que diga «sí», pierda. Así son los aguinaldos, unos juegos tradicionales en los que se apuesta algún regalo durante la época decembrina y que han acompañado a los colombianos durante años.
Los aguinaldos en son apuestas entre dos personas que participan de uno de los juegos. Quien gane recibe del perdedor «objetos, dulces, galletas, vinos, cosas personales, o se deja al gusto de cada uno de los apostadores», dice Milina Muñoz en su libro «Juegos de salón: Penitencias, los aguinaldos, la baraja o juego de naipes».
Se juegan exclusivamente en el mes de diciembre, aunque pueden variar según el departamento: por ejemplo, dice Muñoz, en el departamento de Nariño, en el suroccidente del país, se juegan del 16 al 24 de diciembre, que coincide con la Novena al Niño Dios; mientras que otros lugares como en los departamentos de Huila y Cauca, en el occidente de Colombia, puede incluso jugarse hasta del 16 de diciembre hasta el 6 de enero.
Entre los juegos más populares están:
- «Tres pies»: consiste en poner un pie en medio de los dos pies del oponente cuando este esté distraído.
- «Al hablar y no contestar»: hay que eludir cualquier pregunta con el fin de no responder. El que conteste, pierde.
- «Con su permiso me siento»: hay que pedir permiso para sentarse; pierde el que se siente sin haber pedido permiso y el otro lo descubra.
- El beso robado: Cuando la otra persona esté completamente descuidada, se aprovecha para darle un beso en la mejilla o la frente.
- «El sí y el no»: Cada persona elige una de las dos opciones para responder de esa manera a cualquier pregunta. El objetivo es que la otra persona se equivoque de respuesta, entonces pierde.
El que gana un punto grita: «¡Mis aguinaldos!» y gana el regalo quien más puntos tenga durante el tiempo que acuerden jugar.
