DIARIO DEL HUILA, HISTORIA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Fotos: Tatiana Ramírez
Esta es la historia de Edward Esneyder Rivas, un patrullero que hace parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios del departamento del Huila, un joven de 27 años que ama su profesión, pero que también respeta el pensamiento de cada uno de los colombianos. Muchas veces al país se le olvida que ellos son tan humanos como quienes marchan, manifestantes y uniformados, todos son seres humanos con familias que los esperan al terminar el día.
El Patrullero Edward Esneyder Rivas Castro del municipio de Garzón con 27 años de edad es integrante del Escuadrón Móvil Antidisturbios del departamento del Huila, lleva actualmente 7 años haciendo parte del ESMAD, primero inició en la ciudad de Medellín y luego de tres años pidió traslado para la capital opita.
Rivas Castro ha tenido la oportunidad de recorrer diferentes ciudades de Colombia portando este uniforme negro como miembro del ESMAD, ha hecho parte de diferentes operativos en donde las alteraciones al orden público obligaban su presencia.
“Yo fui a la escuela de policía Gabriel González ubicada en el Espinal (Tolima) a realizar el curso Técnico Profesional en Servicio de Policía, y estando allá me seleccionaron por mis capacidades para ser parte del ESMAD, y acá ya llevo 7 años”, dijo el patrullero.
Según Rivas Castro la experiencia que vivió en Medellín fue muy buena y enriquecedora para su profesión, aprendió muchas cosas, conoció personas y culturas diferentes, sin embargo, el estar lejos de su familia hizo que pidiera el traslado.
“Todo fue muy bueno allá pero era muy aburridor estar viajando, estaba muy lejos de mi casa, a 14 horas entonces siempre que me daban el permiso me iba para Garzón a ver a mi familia, a mis padres Rubén Darío y Rosa Inés, mi esposa y mi hijo”, indicó Edward.
Ser parte del Escuadrón Móvil de Antidisturbios a Edward le ha permitido conocer varias ciudades de Colombia, hasta Leticia y la Guajira ha podido ir a comisionar con su equipo, además de conocer las problemáticas que vive el país, por lo que la gente lucha día a día.
Durante estos más de tres meses de paro nacional el trabajo que ha tenido que hacer el patrullero ha sido bastante arduo, también porque les ha tocado viajar a otras ciudades a ayudar en los diferentes actos de protestas y de violencia que se han llevado a cabo.
“Lo más duro que me ha tocado vivir en estos meses ha sido el desbloqueo de la vía Buga-Tuluá porque eso estaba bloqueado más o menos de 4 a 5 kilómetros, generándose un delito del Código Penal colombiano tipificado en el Artículo 353A. Obstrucción a vías públicas que afecten el orden público. Nosotros como funcionarios encargados de hacer cumplir la ley debemos actuar y mantener el orden para evitar afectar los derechos de los demás ciudadanos por eso desde las 4 de la mañana estuvimos en un procedimiento desbloqueando la vía hasta las 10 de la noche, fue bastante duro, sin descanso y sin relevo, era un sol bastante fuerte, el calor era impresionante y eso fue algo bastante desgastante, además porque también nos disparaban con armas de fuego, afortunadamente ningún compañero de mi sección resulto herido”, relató el patrullero.
Elementos
Los elementos que utilizan los integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios son de letalidad reducida, y son dotados por la institución.
“Al momento de dotarlos hacen peritaje y estudios técnicos para saber el impacto que pueden generar pero son elementos de letalidad reducida, elementos de disuasión y de aturdimiento, utilizamos el gas lacrimógeno, las fumígenas que son las de humo, las granadas de aturdimiento y las granadas de impacto”.
Durante estos siete años que lleva Edward como integrante del Esmad nunca ha salido lastimado por ningún elemento letal, expresa estar bendecido por las oraciones que su señora madre Rosa Inés siempre hace para su protección.
Cada integrante tiene una función, la de Edward es manejar todos los elementos de mano, como las granadas, el extintor y lo que se le denomina gancho y cuerda.
“Gancho y cuerda es cuando bloquean las vías y empiezan a quemar llantas, nadie se va acercar ahí, entonces por eso tenemos una cadena que al final tiene un gancho, eso lo lanzamos y corremos la llanta para poder abrir vía, también soy el encargado de todas las granadas de mano, el gas, aturdidora, y al momento de alguna captura siempre nos toca a nosotros que en mi sección somos dos”, relató el patrullero.
“También somos seres humanos”
Para Edward es válido todo el tema de las protestas públicas y pacíficas, pues cada quien tiene su motivo para salir a marchar y manifestarse, sin embargo, los últimos hechos que han ocurrido en la capital opita donde se observa vandalismo por parte de jóvenes, eso no lo acepta pues no hace parte de ninguna protesta.
“Esa no es la manera de exigir algo, el vandalismo no hace parte de ninguna protesta, ellos tienen un odio hacia nosotros los policías y siempre buscan dañar algunas de las instalaciones como los CAI, y las cosas no son así… para eso existen las leyes que los protegen a ellos cuando realizan manifestaciones pacíficas, y como dicen, ‘los derechos suyos terminan cuando empiezan los derechos del otro’ porque aquí todos tenemos derechos”.
Muchas veces al país se le olvida que ellos son tan humanos como quienes marchan, manifestantes y uniformados, todos son ciudadanos con familias que los esperan al terminar el día.
“Uno muchas veces también se cansa, a uno lo lastiman, a veces son procedimientos de todo el día que lo agotan a uno, muchas veces ellos no están allá generado desordenes pero uno si tiene que estar pendiente de cualquier alteración al orden público que pueda afectar los derechos de los ciudadanos, eso genera desgaste físico, aunque nunca he pensado en tirar la toalla porque siempre le veo el lado bueno, siempre pienso en mi motivación para seguir adelante, esta fue mi vocación y no tengo porque rendirme”
Su familia
Edward tiene esposa y un hijo que residen en el municipio de Garzón que puede ver cada mes, él labora 25 días y descansa 5, los cuales aprovecha para ir a visitar a su familia, muchas veces cuando los días laborales se extienden el tiempo para ver a su familia también, aunque siempre le reponen esos días.
“Por cada cinco días de trabajo es un día de permiso, pero siempre gracias a la gestión de los comandantes podemos salir unos días de más porque hicimos alguna cosa entonces nos van a compensar un día más, entonces siempre salimos con 6 o 7 días, pero por ejemplo ahora que estas situaciones que se han presentado yo duré desde mayo y salí a principios de julio a descanso, entonces salí con 16 días porque desde el mes de mayo no tenía descanso”, dijo Edward.
Según el, cada quien debe respetar la profesión que se ha escogido, pues el ama lo que hace, ama cuidar a la ciudadanía, respetar la institución y defender a los colombianos.
“Cada quien escogió su profesión y yo estoy aquí es por vocación, y eso deberían de respetar los demás”.