En un giro positivo para la economía nacional, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) informó que durante el año 2022, se registró un sorprendente aumento del 8% en el número de personas que ingresaron a la clase media y alta en el país, marcando un hito en la distribución socioeconómica.
La clase media experimentó un crecimiento significativo, pasando de 13,8 millones de personas en 2021 a 14,9 millones en 2022. Este incremento representa la inclusión de más de 1,14 millones de individuos a la clase media, según los criterios del Dane, que considera ingresos per cápita al interior del hogar entre $781.120 y $4.206.033. El aumento porcentual fue del 8,3% en comparación con el año anterior.
En términos regionales, Quibdó lideró el aumento, con un impresionante crecimiento del 25%, seguido de cerca por Cali (18,9%), Medellín (18,8%), Bucaramanga (15,5%), Neiva (14,6%), Ibagué (14,5%) y Tunja (13,6%).
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Asimismo, el Dane reveló que la clase alta también experimentó un aumento, pasando de 1,28 millones a 1,39 millones de personas. Esta categoría se define por ingresos per cápita superiores a $4,2 millones mensuales, reflejando un fortalecimiento en la posición económica de una parte de la población.
Aunque estos datos reflejan un panorama alentador en términos de movilidad económica, el informe también destaca desafíos persistentes. La pobreza disminuyó al 36,6%, con 1,3 millones de personas superando esta condición en el último año. Sin embargo, la vulnerabilidad aumentó del 29,9% en 2021 al 30,7% en 2022, señalando la necesidad continua de abordar las disparidades sociales.
Este impulso económico en 2023 resalta la importancia de políticas y programas que fomenten un crecimiento inclusivo, asegurando que el progreso beneficie a todas las capas de la sociedad.
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