DIARIO DEL HUILA, HISTORIA
Por: Rolando Monje Gómez
Laura Vargas Ramírez, es una joven de 29 años, nacida en Neiva, que luego de graduarse de bachiller del Gimnasio Yumaná, decidió viajar a Bogotá a estudiar arquitectura, facultad de la que se graduó en la Universidad Javeriana.
Sin embargo, al ingresar al mundo laboral sintió que no iba por el camino correcto y en esa búsqueda decidió viajar fuera del país a seguirse preparando y es así como llegó a Savannah, Georgia, donde se inscribió a la Savannah College of Art and Design (SCAD) para adelantar una maestría en diseño de producción.
Hoy Laura hace parte del mundo del cine, ya cuenta en su hoja de vida acreditación en varias producciones tanto cinematográficas, como para televisión y teatro, del que se siente maravillada.
Aunque sabe que su recorrido apenas empieza, tiene muchas expectativas y metas que quiere hacer realidad en no mucho tiempo, en esta especialidad que la llena de mucha pasión. Diario del Huila dialogó con ella sobre cómo ha sido su trabajo en estos años en Estados Unidos, diseñando para producciones de distintos formatos.
¿Por qué cambiar la arquitectura por el diseño de producción?
El arte y el cine especialmente siempre han tenido un lugar principal en mi vida, y antes de decidir estudiar y luego trabajar en diseño de producción, siempre los veía cómo algo que me apasionaba pero no como una posibilidad para mí, o cómo algo a lo que pudiera dedicarme. No sabía ni siquiera que uno podía estudiar para estar en un set, o tampoco sabía la cantidad de cargos y empleos que genera una película o un corto.
Pero durante mis años estudiando arquitectura, (en donde ya fui aprendiendo y aplicando bases de diseño que son fundamentales para mí hoy) fui conociendo personas con carreras diferentes a las tradicionales, conocí de otras culturas, vi muchas películas y sobre todo, investigué mucho. Fruto de todo eso di con el diseño de producción y decidí que era una convergencia ideal de todo lo que me apasionaba: diseño, arte y cine. Así que más que un cambio, la arquitectura es la base que me permitió expandirme al diseño de producción.
¿Pensó en algún momento de su vida estar haciendo este trabajo?
No, principalmente porque no sabía que existía. Y aún si lo hubiera sabido al graduarme del colegio, lo hubiera visto muy difícil porque irse por la artes nunca es lo convencional ni lo que dé más estabilidad. Y sigue siendo así. Pero ahora que ya lo estoy ejerciendo, no me arrepiento. No ha sido fácil, obviamente, es mucho trabajo, físico y mental, y son días de rodaje que parece que no acaban. Pero me divierto muchísimo, aprendo todo el tiempo, he conocido personas invaluables y ver el resultado final siempre es lo más satisfactorio. A veces como que no me la creo.
¿En cuántas producciones ha trabajado?
Entre películas, video musicales y cortometrajes, por ahora unas 12. En teatro sólo he hecho parte de una, que fue mi trabajo final de la maestría y mi primera vez diseñado para el escenario. El teatro era algo completamente ajeno para mí pero después de esa experiencia, me enamoré por completo y espero pronto poder diseñar una obra de nuevo.
¿Es muy difícil trabajar en el mercado cinematográfico estadounidense?
La verdad es que no llevo tanto tiempo acá y tampoco tengo con qué comparar, pues mi carrera se ha desarrollado es en este país. Pero la percepción que me ha dado es que acá hay mucho trabajo y encontrarlo es cuestión de saberse conectar. De perder la pena, cosa que me cuesta mucho, y escribirle a personas que ni conoces, presentarte y mostrarles tu trabajo, esas son las personas que no se olvidan de ti y seguro te llaman después con un proyecto.
Aquí en el estado de Georgia, dónde vivo, hay incentivos fiscales para atraer producciones, así que todo el tiempo hay proyectos andando y está cogiendo mucha fuerza este Estado cómo una de las zonas donde más se produce en Estados Unidos.
¿En qué consiste su trabajo?
Básicamente me encargo del aspecto y la parte visual de los espacios donde se desarrolle una escena, ya sea en cine, televisión, videos o teatro. Mi trabajo siempre empieza con el guión, hago un desglose de qué se necesita, cómo se diseña o construye, tiempos y números.
Si es una producción grande, tengo bajo mi mando directores de arte, decoradores, asistentes, pintores, carpinteros, etc. Si es una producción pequeña, como la mayoría de las que he hecho hasta ahora, normalmente tengo dos o tres personas más en mi equipo, en donde yo tomo las decisiones de diseño, de logística y presupuesto, pero todos estamos haciendo a la par carpintería, pintura, decoraciones, props (los objetos con los que interactúan los actores), etc. Somos toderos.
También hay que saberse la historia al derecho y al revés: como las escenas no las filman en orden cronológico sino dependiendo de las locaciones, hay que estar pendientes de que todo en el departamento de arte tenga continuidad en el tiempo, o estar alerta de que no vaya a aparecer una taza de café olvidada por alguien, cómo pasó en Game of Thrones, por ejemplo.
¿Dentro de una película qué tanta importancia tiene el diseño de producción?
El diseño de producción es el que ubica al espectador en el espacio y el tiempo de la historia, principalmente. Así que la importancia radica en que de entrada nos comunica de forma no verbal, gran parte del contexto en donde se está desarrollando la escena.
Pero lo bonito, para mí, es que el diseño de producción también puede ser otro actor en la historia. ‘María Antonieta’ de Sofía Coppola no es ‘María Antonieta’ sin toda la exageración, sin los muebles, sin el papel tapiz denso, sin los dulces y tortas y comida por todos lados. ‘Harry Potter’ no sería esa historia mágica si Hogwarts no tuviera escaleras que se mueven, paredes llenas de cuadros con pinturas que hablan, banquetes gigantes o un estadio de Quidditch.
En últimas, idealmente el diseño de producción eleva una historia y permite que junto con otros aspectos de una película, como la iluminación, la dirección, la fotografía, vestuario y actores, tenga coherencia y recordación.
Aunque todos los trabajos sean diferentes ¿Cuál la ha llenado de mayor satisfacción?
Hay dos de los cuales me siento muy orgullosa y son los que más muestro. El primero es ‘Remnant’, un corto de ciencia ficción que hicimos con unos amigos mientras estudiaba la maestría y después durante la pandemia. En éste llevé a cabo todo el proceso, desde la conceptualización hasta la construcción y pintura del set, diseño de props, transporte del set hasta la locación, montaje y desmontaje. Fue un trabajo arduo y que se extendió porque por la pandemia debimos retrasarlo, pero tuve un equipo de arte espectacular y una muy buena comunicación con el resto del equipo del corto, eso fue determinante.
El segundo proyecto fue el diseño del escenario para la obra ‘Little Women’, para mi trabajo final de maestría. Hablé con mi coordinadora académica y le planteé cambiar un trabajo final, que normalmente queda sólo en planos y en renders, a continuar con un diseño para esta obra que yo ya había iniciado desde antes como parte de un proyecto colaborativo, y que iba a poder ver construido.
A ella le pareció buena idea, y me apoyó. Así que mi rol aquí fue el diseño de parte de la escenografía, pintura escénica, construcción de props y asistir a todas las reuniones con el director musical, actores, diseñadores, etc., tomar notas y hacer reportes. Ya cuando inició el montaje dentro del teatro, hacer retoques finales a pintura y cualquier corrección en general que se tuviera que hacer a los props. La idea era poder desarrollar el diseño desde todas las áreas que pudiera.
La noche del estreno fue algo inolvidable para mí, ver que la gente reacciona al escenario en vivo, ver cómo funciona la tramoya y cómo hacen los cambios de escenografía, cómo se coordina todo milimétricamente con la orquesta y ver el talento de los actores en escena es impresionante. Es una experiencia que quiero repetir muchas veces.
Algo importante de porqué estos dos proyectos fueron memorables es que fueron al tiempo, el nivel de pasión que les metí fue directamente proporcional al estrés, pero valieron la pena.
¿Hacia dónde proyecta su arte?
Lo proyecto más que todo hacia los cortos y largometrajes, que es dónde más he trabajado hasta ahora. Creo que estoy cogiéndole el tiro a los procesos específicos que requieren y por eso es a dónde más le apunto. Pero como mencioné antes, sueño con volver a hacer teatro, y aunque entiendo que funciona totalmente diferente, si es algo en lo que quisiera profundizar más en algún punto de mi vida.
¿En qué tipo de producciones le gustaría trabajar y por qué?
Estoy bastante abierta a todo el trabajo que me llegue. Pero sí me encantaría trabajar en cine independiente y/o con directores que estén empezando, porque es una oportunidad de crecimiento en conjunto y porque hay más espacio para experimentar, más libertad creativa creo yo.
Mi sueño también es diseñar para cine colombiano y mostrar todo el potencial que Colombia ofrece, no sólo por sus locaciones sino todos los elementos culturales y visuales que tenemos cómo cultura, que me parecen muy valiosos y que quisiera ver más en el cine que se muestra de nuestro país.
¿Tiene algún director con el que quisiera trabajar y por qué?
Muchos. Greta Gerwig me parece que es excelente y le pone muchísimo corazón a lo que hace, se le nota. Siento que es muy necesaria la mirada femenina en la industria y me alegra que eso esté siendo finalmente reconocido.
Damien Chazelle con ‘Lalaland’ y ‘Whiplash’ fue demasiado importante en mi decisión de estudiar lo que hago ahora. Trabajar con Alfonso Cuarón también sería un sueño, yo veo ‘Roma’ y cada vez le encuentro más detalles y más elementos de dirección, ligados al diseño, que me parecen increíbles.
¿Qué es el diseño de producción?
El diseño de producción es una de las labores menos conocidas y más importantes en una película. Especialmente, en grandes producciones.
Cuando el trabajo de diseño de producción está tan bien hecho, ni siquiera los profesionales del cine se dan cuenta de si lo que ven es un decorado construido o un decorado natural.
El diseñador de producción es la persona encargada de definir el aspecto visual, espacial y estético de la película. Es decir, aunque el cargo incluya la palabra “producción”, y algo de producción tiene porque debe controlar el presupuesto de su departamento, el diseño de producción en realidad es un trabajo artístico, trabajando muy de cerca con el director y con el director de fotografía en la parte visual de una película.
Diseña o supervisa todos los decorados y objetos que aparecen, y coordina el trabajo de todas las personas que integran los departamentos de arte y vestuario.
El concepto lo inventó William Cameron Menzies para referirse al trabajo que él mismo había hecho en la película ‘Lo que el viento se llevó’, en 1939.