Jarod King, ciudadano estadounidense, ha pasado cinco meses en la capital del Huila, buscando que la justicia colombiana haga cumplir la patria potestad que tiene sobre sus hijos. A pesar de que la justicia colombiana ratificó su custodia, la progenitora, evadiendo a la justicia, se niega a entregarlos.
Diario del Huila, Contexto
Jarod Nathan King, un ciudadano estadounidense de 47 años, se encuentra en una angustiante búsqueda para reunirse con sus dos hijos, de 14 y 9 años, quienes actualmente se encuentran en Neiva bajo la custodia arbitraria de su exesposa, Sory Mildred Gallo Díaz.
La historia se ha convertido en un drama familiar que ha llevado a King a movilizarse durante los últimos cinco meses en busca de justicia, intentando hacer valer un fallo de la Corte Suprema de Justicia que le otorgó la custodia de los menores.
La situación se torna aún más complicada debido a la negativa de Gallo Díaz a entregar a los niños, alegando que ellos mismos no desean regresar con su padre a los Estados Unidos. King, por su parte, afirma que no ha tenido contacto directo con sus hijos para confirmar esta versión.
El drama comenzó cuando King regresó a Colombia en junio para pasar las vacaciones de verano con sus hijos, dejándolos al cuidado de su madre. Al intentar recuperarlos al finalizar julio, se encontró con la resistencia de Gallo Díaz, quien, a pesar de la custodia legal otorgada a King, se niega a entregar a los niños.
“»Tengo la custodia legal de mis dos hijos y permiso para sacarlos del país. En diciembre pasado, nos mudamos a Estados Unidos para vivir cerca de mi familia. Comencé a trabajar, y los niños empezaron a estudiar. Regresamos a Colombia en junio para que pasaran sus vacaciones de verano con su madre. A finales de julio, al intentar recuperarlos, la madre, Sory Mildred Gallo Díaz, quien es profesora de inglés en la Universidad Surcolombiana, se negó a entregarlos”, comentó Jarod King, padre de los menores.
King ha emprendido una cruzada legal, presentando denuncias ante diversas instituciones como la Fiscalía, la Defensoría, el Juzgado, la Comisaría de Familia y el ICBF, sin obtener respuestas positivas hasta el momento. Su frustración se acentúa al desconocer el paradero y bienestar de sus hijos, quienes, según él, no están estudiando desde que quedaron bajo la custodia de su madre.
¿Retenidos por dinero?
La complejidad del caso se agrava con las demandas presentadas por Gallo Díaz, quien busca una suma de 6 millones de pesos mensuales para la manutención de los niños en Neiva. King sostiene que estas demandas son ilegales y cuestiona si la motivación detrás de las acciones de su exesposa es simplemente económica.
«No estoy seguro si su único interés es el dinero. Está asegurando los derechos de los niños; no están asistiendo a clases. No tengo contacto con ningún miembro de la familia. La información que tengo se limita a lo que he escuchado de los padres de los amigos de mi hijo, y no dispongo de más detalles”.
King, ingeniero electrónico de profesión, ha sacrificado su empleo y ha gastado sus ahorros durante estos meses en busca de una solución legal que le permita reunirse con sus hijos. Asegura haber respondido por el 100 por ciento de las obligaciones de sus hijos mientras estuvo bajo su cuidado.
La historia
La historia de King y su lucha por recuperar a sus hijos tiene raíces que se remontan a más de 20 años, cuando conoció a la madre de sus hijos en los Estados Unidos. Después de casarse en 2005, la pareja vivió en Neiva desde 2013, iniciando un proceso de divorcio en 2016 que se finalizó legalmente en 2018 con la firma de la custodia por parte de Gallo Díaz.
King relata que esta no es la primera vez que enfrenta una situación legal con su exesposa, ya que es la tercera demanda presentada en su contra. Sin embargo, la justicia había fallado a favor de King en anteriores ocasiones, ratificando su custodia y el permiso para sacar a los niños del país.
Con lágrimas en los ojos, King expresa su desesperación y anhelo de regresar a Estados Unidos con sus hijos para reconstruir su hogar y permitirles retomar sus estudios. Pide a las autoridades colombianas que intervengan y hagan valer la ley para reunir a su familia y restablecer la vida que ha quedado suspendida durante estos meses de incertidumbre.
La situación de Jarod Nathan King destaca la complejidad y las dificultades que pueden surgir en casos de custodia internacional, poniendo de manifiesto la necesidad de una pronta intervención para garantizar el bienestar de los menores involucrados.
