Debido al incremento del precio del pescado, se estima que seis de cada diez personas dejarán de consumir este alimento durante Semana Santa.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Angélica Andrade Quimbaya
Semana Santa es la época del año en la que se estima un aumento significativo en el consumo de pescado, no obstante, factores relacionados con la inflación están afectando el bolsillo de los neivanos.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, se proyecta que para el 2023 el consumo de pescado oscilará entre las 28.000 y 30.000 toneladas, enfatizando en que se han ejecutado estrategias que contribuyan a promover el índice de compra de dicha proteína que no solo proporcionar nutrientes importantes para el organismo, sino que es un sector importante de la economía colombiana.
Al respecto, se estima que el auge del sector pesquero y acuícola representa para el departamento del Huila un elemento esencial que favorece el desarrollo y competitividad de la región, tal como lo indicó el director regional Bogotá de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, Carlos Borda, en exclusiva para Diario del Huila, “Para nadie es un secreto que el Huila es el primer productor acuícola y piscícola del país, tiene en este momento el 47.6% de las exportaciones de la producción nacional, lo que lo convierte en una punta de lanza para lo que este gobierno está hablando en el Plan Nacional de Desarrollo que es la seguridad alimentaria y el desarrollo de las comunidades”, comentó en entrevista realizada por la periodista Gloria Camargo.
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Sin embargo, la producción y comercialización del cárnico se ve afectada por la volatilidad del dólar, la inflación, según César Pinzón, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Acuicultores, Fedeacua, además, de las condiciones climáticas de las zonas, acciones que perjudican, principalmente a los pescadores artesanales.
Es así, como el nivel de compra de pescado para esta Semana Santa no se ha dado como en años anteriores, en los que las tradiciones católicas y el gusto por el mencionado cárnico prevalecían entre las familias que profesan prácticas culturales relacionadas con el ayuno y la abstinencia como símbolos de conversión y reflexión cristiana como homenaje a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Precio del pescado en Neiva:
Datos oficiales establecen que el precio del pescado aumentó en cerca del 36 % durante el último año y, para contextualizar, Diario del Huila recorrió expendios de este tipo de carne a partir de los cuales se estableció la siguiente lista de precios.
En consecuencia, algunos pescadores artesanales coinciden en que esta Semana Santa las ventas han disminuido considerablemente en comparación con años anteriores, aludiendo a que la principal razón es la falta de dinero.
“El movimiento de este año en la compra de pescado ha sido un poco lento en comparación con los años anteriores que para esta época era vendíamos mucho, ahora ha estado solo mientras que en otros años esto era lleno de gente comprando, casi no se podía ni andar y esto se debe a la falta de dinero”, manifestó Teresa Claros, comerciante de la zona de pesca artesanal.
Por su parte, vendedores indicaron que el tamaño del pescado también influye en los precios, aclarando que, “Estamos manejando la libra de bocachico criollo a $10.000 de los pequeñitos y $15.000 los más grandecitos, la mojarra grande la tenemos a $7.000 y de 3/4 a $6.000, el bagre lo estamos dejando hasta en $12.000 y la cachama la ofrecemos a $7.000, realmente tratamos de dejar estos precios, aunque no se le gana nada y los que sí aprovechan son los mayoristas”.
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De igual manera, Luis Enrique Losada, integrante de la Asociación de Pescadores Artesanales del Alto Magdalena, dedicado a la pesca artesanal desde hace más de 40 años, manifestó que la situación relacionada con la venta está difícil y que, en nada se parece a la de años anteriores, “la gente exige pescado recién sacado del río Magdalena y se le hace caro comprar un producto así de fresco, pero si el río está crecido no podemos pescar y así piden rebaja, estamos vendiendo graneadito”.
Sumado a lo anterior, Teresa Claros declaró que “Antes la gente venía por cantidad, ahora solo vienen por dos o tres mojarritas, no es más lo que llevan y lo que dicen es que el precio subió mucho y hasta piden rebaja cuando este es nuestro sustento”.
El aumento de los precios:
Para el director ejecutivo de Fedeacua, el incremento de los precios de pescados como la tilapia y la trucha también se debe a los costos de los insumos, cuyas materias primas son importadas en gran proporción, a lo que el analista económico Juan Carlos Pardo agregó que, “un tema importante es la tasa de cambio, pues a partir de la mayor devaluación, el costo al cual importan los productores es más alto”.
Asimismo, las proyecciones para el sector piscícola y acuícola durante Semana Santa indicaban la acogida local como en años anteriores y, a diferencia de esto, la principal razón por la que el Huila es el primer productor de tilapia es la venta externa, cuyos datos indican que, a nivel nacional, “las exportaciones ascendieron un 39 % anual en 2022, con 18.985 toneladas”.
Por otro lado, las conclusiones formuladas tras los análisis realizados por el Ministerio de Agricultura indican que, en el año 2021, el consumo de pescado por persona fue de 9,60 kilogramos en Colombia, cifra inferior al del promedio mundial que equivalió al 20,05 kilogramo per cápita entre 2018 y 2020, de acuerdo con estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
Con dichos comparativos se pronostica que el posible consumo por persona a nivel mundial aumentará en más de 21 kilogramos para el año 2030.
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El pescado de mayor demanda:
De acuerdo con lo evidenciado, la tilapia roja es la de mayor consumo durante esta época, seguida del bocachico y el bagre. En cuanto a las razones por las que se considera que Semana Santa es cuando la gente más consume pescado, se establece que guarda relación directa con el tributo religioso que se rinde como medida de recogimiento y reflexión.
“Comprar pescado es una tradición que siempre hemos tenido en mi familia porque no se puede comer carne, es una costumbre de los católicos que se hace por ser Semana Santa”, opinó Sofía Manrique.
Sobre los días de mayor demanda durante la Semana Santa, los microempresarios señalaron que, el miércoles, jueves y viernes santos han sido los que representan mejores niveles de ventas, “Esta vez no hemos tenido la misma afluencia y lo que no hagamos al viernes, ya después es tiempo muerto para nosotros”, compartió el integrante de la Cooperativa de Vendedores de Pescado, Félix Lugo, quien lleva 20 años comercializando el producto.
Además de eso, Camilo Perdomo, residente de la ciudad de Neiva, comentó: “Estamos viendo buenos productos, frescos y de calidad, siempre compramos pescado en este sitio porque es confiable y cuando no podemos venir nos lo llevan a domicilio. Satisfactoriamente lo consumimos con frecuencia puesto que el pescado contiene una proteína única en el mundo, es lo que se debe consumir en Semana Santa y la demanda se debe a que es temporada de subienda y turismo, los precios acá en la zona de la cooperativa están más asequibles”.
Igualmente, la docente Ali del Carmen Ríos Paz, compartió que compra pescado por ser su plato preferido y que siempre se debe consumir de manera regular, “Soy de Quibdó, Chocó, vivo en Neiva hace casi 50 años y me gusta mucho el bocachico, lo consumo desde muy temprana edad y lo preparo frito, asado, sudado, cocido, al horno, con hojas de plátano, con banano o con un apetitoso borojó”, reiteró.
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Las opciones:
Frente a la situación económica por la que pasan algunas familias, expertos recomiendan que durante Semana Santa se puede incluir en la alimentación la ingesta de leguminosas entre las que se encuentran fríjoles, lentejas y soya, productos de alto valor nutricional que, acompañadas con proteínas como pollo y huevo, le proporcionan al organismo vitaminas indispensables, aminorando así el gasto que representa la adquisición de los tradicionales comestibles para cumplir el ayuno durante los días santos.
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En lo que se refiere a los enlatados, se consideran un reemplazo para los pescados frescos, pero se debe tener precaución en la alta carga de sodio que contienen, además de las recomendaciones al momento de adquirirlos, relacionados con la revisión de los rótulos, constatando que sean visibles, claros, que el empaque esté en perfectas condiciones y contenga la información completa del producto, en lo que refiere a registro sanitario, nombre del alimento, ingredientes, tabla nutricional, identificación del lote, fecha de vencimiento, instrucciones de conservación y peso neto del producto.
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