Diario del Huila

Peyo: amigo arquitecto

Nov 26, 2022

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Amadeo González Triviño 

No es esta una evocación que nos remonte a la época romano-germánica o griega, o pretenda hacer referencia al creador de los pitufos, PEYO, hoy nuestro tema es el amigo, arquitecto y compañero que nos regaló su afecto y en los últimos días pudimos compartir esa forma de vivir del pasado y de soñar en construir un mejor mañana, desde nuestros ancestros y que nos dejó algunas enseñanzas que más de uno, han de saber aplicar su teoría de “tómelo suave” y “viva la vida”. 

Muchas veces vamos encontrando en este devenir existencial muchos conocidos y son pocos los que terminan siendo verdaderos amigos. Disfrutar de la compañía de uno de ellos que además tiene la convicción de una profesión como la de la Arquitectura, donde se busca construir esos espacios aprovechando el aire, la luz y la comodidad de sus habitantes, es un privilegio. Más aún cuando se es cómplice y eterno conversador bajo el incentivo de un buen tinto acompañado de pan o de bizcochos de nuestra tierra, además de otro par de amigos que convocan a una buena charla. 

Hemos sabido degustar y compartir esa época en la que convivimos con unos profesores y compañeros especiales en nuestra adolescencia cuando traviesos rompimos los esquemas tradicionales de la educación en el claustro escolar, porque el Colegio Nacional Simón Bolívar, nos entregó esa oportunidad para conocernos. A su vez, exploramos la docencia cuando realizamos nuestra labor social en la escuela nocturna en el barrio Veinte de Julio del Municipio de Garzón, con la coincidencia de que antes de aceptar nuestra presencia en ese lugar, otro compañero de andanzas y de estudio ya fallecido, nos ofreció su recomendación entre los habitantes de la zona, entre los vecinos, para que nada nos pasara en las noches en las que debíamos cumplir nuestra cita, en ese entonces, barrio conflictivo y de mucha pobreza, como sucede en todos los rincones de nuestra patria. 

Peyo, además de amigo, tenía la paciencia del diseño, de los sueños y de las proyecciones de eso que siempre nos ha apasionado en la vida, ahora en estos momentos que trato de hacer esta evocación es cuando tengo la necesidad de buscar la forma de optimizar su cercanía, su jovialidad, su experiencia y desde su imaginario comprender que era capaz de atrapar en una hoja de papel, dimensiones y ambientes que se adecuaran a los gustos de unos y de otros, sin dejar de advertir soluciones habitacionales o de confort para nuestra ancianidad, porque toda obra arquitectónica, es un espacio que se modifica en cada ser humano y por eso, José Libardo Ramón Ramos, nunca pensó o consideró válido utilizar el mismo planos o repetir las formas y figuras de otras construcciones a quienes en último momento recurrían por sus servicios. Todas ellas, deben llevar sello de diferenciación y de personalidad de cada usuario, así lo refrendaba, porque unos tienen una forma de ver la vida y otros, tienen otras formar de hacerlo, por eso nos identificábamos en ese toque de vanidad y de elegancia que salía de este genio del trazo y de su creatividad. 

Hoy luego de haber acompañado al amigo hasta el lugar de reposo en su eternidad, PEYO, José Libardo Ramon Ramos, sigue vivo allí donde el recuerdo se confunde con la inmensidad de los agradecimientos y los momentos que entregó a sus seres queridos y allegados, con quienes aprendió a corresponder y dejar un sello, una imagen que le permitía de todas formas, ganarse la simpatía, siempre al servicio del otro, sin mirar o poner cuidado a las diferencias ideológicas o de sellos religiosos, José Libardo, era ese ser que ha hecho despertar entre los garzoneños, una mirada, una agradecimiento y una voz de solidaridad con su esposa, sus hijos y sus familiares, ya que su ausencia física, será acompañada del recuerdo de su ser. 

Cuatrotablas, nuestra labor cultural que contó con su apoyo, y amigos como Oswaldo, Ivancho, Baldomero, entre otros, no tendrán que recordarle que la vida es un instante sino una eternidad cuando se sabe comulgar con el otro, en la proyección de ideales y de sueños que siempre pudimos compartir, cada uno, desde su forma de ver la vida y de hacer posible sus esperanzas. Eterno agradecimiento al amigo y compañero. 

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