Los anuncios del presidente electo Gustavo Petro ante sus electores, el domingo anterior, han empezado a generar expectativas entre todos los agentes económicos del país, especialmente en el ámbito internacional, donde se está presentando una turbulencia en los mercados por factores exógenos, que están afectando negativamente a la dinámica productiva de Colombia. No la tiene fácil el nuevo primer mandatario de los colombianos, dadas las dificultades que actualmente se están presentando en este escenario. Por eso es plausible la convocatoria a una unidad nacional en búsqueda de soluciones a las grandes problemáticas que padece la sociedad colombiana. Para ello, debemos respaldarlo. Atrás deben quedar las confrontaciones políticas. Su accionar gubernamental debe ser coherente con las verdaderas carencias que posee el pueblo colombiano. Se necesitan consensos y unificar esfuerzos con toda la clase política del país. No se puede discriminar a ningún actor, porque se corre el riesgo de generar antagonismos y confrontaciones absurdas que en nada benefician la política económica del gobierno entrante.
Los factores desestabilizadores que se están presentando actualmente en el mundo, exigen políticas públicas creativas que minimicen los efectos negativos al bienestar de las familias colombianas. El día anterior, la columna de opinión publicada en este medio de comunicación por el economista Luis Alfonso Albarracín Palomino, expresaba que actualmente el escenario internacional presenta grandes nubarrones económicos y políticos que pueden echar al traste las iniciativas que se vayan a desarrollar en los próximos cuatro años. Estamos soportando una escalada alcista de todos los bienes y servicios en nuestro país y en el mundo. La Reserva Federal (Banco central de los Estados Unidos) y la de todos los bancos Centrales en los otros países del mundo, están tomando la decisión de subir las tasas de interés (incluido Colombia: 6%), para controlar la inflación. Es equivocada esta decisión del Banco de la República.
A ésto hay que agregarle, la guerra provocada por la invasión rusa a Ucrania, que va a completar 120 días y no se vislumbra en el corto tiempo su terminación. Con ello los mercados globales han reaccionado dramáticamente a la baja. Y, como si fuera poco, el precio del petróleo Brent, sigue manteniendo un precio superior a los 113 dólares el barril. Para las familias colombianas, va a ser grave el aumento del costo del galón de gasolina, como lo ha anunciado el actual gobierno del presidente Iván Duque Márquez a partir del próximo mes.
Igualmente, se deben mantener y fortalecer las relaciones económicas con los Estados Unidos y con el resto de la comunidad internacional, respetando las reglas del comercio exterior, con el fin de fortalecer el PIB y así afrontar los nubarrones económicos que se avecinan en los próximos meses. Rodeemos al nuevo presidente de los colombianos para que a Colombia le vaya bien.
