El sexo no se limita a la supervivencia, sino que también es una cuestión relativa al placer. Los seres humanos han empezado a ser más abiertos con respecto a la sexualidad, al tiempo que la ciencia ha ahondado en los misterios de una actividad que por muchos años fue tabú.
Precisamente, al ir quebrando las barreras que impedían conversar abiertamente sobre el sexo no solo aumenta la confianza de las personas para expresarse respecto a este tema, sino que también da lugar a que se conozcan de forma pública cuáles son los beneficios de esta práctica, más allá de la reproducción. Eso es precisamente lo que ha permitido saber que el sexo puede ser un gran aliado para combatir el estrés.
El encuentro sexual en sí mismo demanda una conexión entre los individuos, implica intimidad, corporalidad y emocionalidad, lo cual está determinado a su vez por los procesos internos que suceden en el organismo. De ahí que, según el portal sobre salud y bienestar unCÓMO, el principal beneficio del sexo es que favorece la segregación de endorfinas, una sustancia que está relacionada a la sensación de bienestar.
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El Instituto Nacional del Cáncer, indicó que, las endorfinas son compuestos químicos que se producen en el organismo y funcionan como un neurotransmisor. Su tarea en el cuerpo es la de propiciar el alivio y la mejoría. Por lo tanto, al liberarse durante el sexo pueden fomentar cierto descanso, como si se redujera un dolor.
A su vez, el sexo demanda un esfuerzo físico, razón por la cual es popular decir que es uno de los mejores ejercicios para mantenerse en buen estado. Según explican desde el portal de Doctor Akí, sus efectos positivos se ven reflejados en la salud cardíaca, ya que contribuye a disminuir las probabilidades de padecer de afecciones que deterioran la salud del corazón, al tiempo que favorece la circulación de la sangre por el organismo.
Ahora bien, estrictamente, asociado al estrés, se ha demostrado el efecto de tener relaciones sexuales sobre la regulación de la hormona cortisol, la cual interviene en esta emoción. Frente a la sección de sexualidad de Salud180, un estudio de la Universidad de Princeton demostró que la segregación de esta hormona se reduce si se sostiene encuentros sexuales con frecuencia.
A esto se suma que, durante el punto más álgido del acto, las personas suelen experimentar cierta cantidad de placer, lo que se conoce también como orgasmo. Es así como durante esta fase del encuentro sexual, el cuerpo segrega otra hormona, una que suele ser asociada al parto, pero que también está relacionada con momentos de placer. La oxitocina, de acuerdo con el portal Salud180, se libera en el sexo y permite tener orgasmos más potentes, lo cual produce una sensación de relajación.
Finalmente, es importante recalcar que el disfrute del sexo también depende de la seguridad, por lo que se aconseja tomar las medidas necesarias para prevenir consecuencias no deseadas, como la concepción o las enfermedades de transmisión sexual. Por tanto, es primordial consultar a un profesional de salud.
