El desorden del tránsito vehicular que se presenta en la zona urbana del municipio, por el irrespeto de las normas contempladas en Código Nacional de Tránsito, por parte de vehículos y motociclistas que circulan desordenadamente por las escasas vías que existen en la ciudad. Desafortunadamente la falta de visión de las anteriores administración municipales, para desarrollar ambiciosos planes de construcción de amplias avenidas, frente al abultado crecimiento de las urbanizaciones en la ciudad. Lo anterior se conjuga con el desorden de los mencionados conductores que circulan diariamente, pasándose los semáforos en rojo, estacionándose en sitios prohibidos, sin tener los documentos de las revisiones tecno mecánicas, contaminación sonora, irrespeto a los guardas de tránsito, entre otros factores que se conjugan con la forma como se está prestando el servicio urbano de transporte en los taxis y buses urbanos.
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No se puede volver a presentar el accidente que provocó el fallecimiento de la joven universitaria de la Universidad Surcolombiana, Laura Sofía Parra, que cayó de un autobús en plena marcha en pasado viernes en una zona céntrica de la ciudad. Estos vehículos no pueden circular con la puerta abierta como ocurrió con este vehículo de servicio público. Son impresionantes los dramas que viven los conductores que si cumplen con el respeto de las normas de tránsito. Viven atemorizados cuando circulan al lado de algunos taxis y buses urbanos que lo hacen de manera salvaje por las vías, ocasionando estrellos y colisiones, y en muchas ocasiones lesionados. A pesar del incrementos de guardas y de las campañas que realiza la Secretaría de Movilidad, desafortunadamente la anarquía de estos depravados sociales superan la respuesta institucional para frenar a estos irracionales.
No se trata de darles la razón a unos u otros, sino de aceptar la realidad: Neiva no resiste más carros, no hay vías suficientes para ellos y las soluciones de fondo tardarán. Y es ahí donde la Alcaldía debe evaluar bien algunas medidas que se deben adoptar como el pico y placa y la utilización del carro compartido, con el fin de frenar este caos vehicular. Igualmente se debe pensar seriamente la institucionalización de colocar las fotos multas en algunos sitios estratégicos de la ciudad. Si lo han hecho, otras ciudades capitales, porque no se piensa implementar esta medida para Neiva. Claro que es antipopular, pero para los transgresores de la normatividad vial.
En un tema tan complejo hay que volver al principio de todos ponen, si queremos un mínimo de movilidad. Y eso significa aprender a usar mejor el carro, respetar estrictamente las normas de tránsito, meter en cintura a los motociclistas y ejercer controles al servicio público de transporte, y ser imaginativos a la hora de desplazarnos y con la implementación de las fotos multas. Todos ponen o todos pierden.