A medida que se incrementa la oleada invernal en algunas regiones de colombiana, especialmente en nuestro departamento donde se han venido presentando un incremento de los caudales de ríos y quebradas, empieza a cobrar importancia la colocación de alertas tempranas, para evitar tragedias humanas y daños materiales a la infraestructura productiva del departamento. La opinión pública recuerda, las graves avalanchas ocurridas en la noche del viernes 31 de marzo de 2017, provocadas por las intensas lluvias que contribuyeron al desbordamiento de los ríos Mocoa, Sancoyaco y Mulato. Esta emergencia generó el arrasamiento de 17 barrios de Mocoa y cobró la vida a más de 330 personas. Además, hubo 76 desaparecidos, 400 heridos, 22 mil damnificados y el 40 % de la capital del departamento del Putumayo sufrió la afectación de sus bienes inmuebles.
Así podemos seguir analizando las reiteradas tragedias que se han presentado cuando llega el invierno a nuestros territorios. Inclusive lo sucedido el fin de semana durante la noche del sábado anterior, una creciente inesperada de la quebrada Arenoso, destruyó el puente e incomunicó la principal arteria vial del surcolombiano. El acceso principal a este viaducto colapsó, dejándonos incomunicados, obligando a las autoridades viales para que se utilicen las vías alternas: Neiva-Caguán-La Ulloa-Rivera para los vehículos pequeños y la ruta Neiva- Juncal – Peaje los Cauchos para los vehículos pesados.
Las lluvias han dejado municipios en emergencia por los deslizamientos continuos ocurridos en la malla vial terciaria y secundaria, entre los que se encuentran Palestina, Algeciras, Guadalupe y Santa María. Es indispensable que los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo, estructuren planes de contingencia para mitigar los efectos negativos sobre la población. Se debe impulsar el montaje de alertas tempranas con el fin de prevenir desastres de alto impacto. Se deben hacer grandes inversiones para ubicarlas en sitios estratégicos y que las comunidades contribuyan a través de un sistema de comunicaciones cualquier evento que se llegase a presentar.
Igualmente, las administraciones municipales, estructuren los Planes de Ordenamiento Territorial, Planes Básicos de Ordenamiento Territorial o Esquemas de Ordenamiento Territorial de acuerdo con su población. Los Concejos Municipales deben colaborar al igual que todos los actores que tienen la responsabilidad de planificar el uso territorial del suelo para el desarrollo de las actividades económicas. Estos instrumentos de planificación territorial constituyen para los municipios, un proceso que les permite orientar el desarrollo del territorio y regular su utilización, transformación y ocupación del espacio, de acuerdo con las estrategias de desarrollo socioeconómico, en armonía con el medio ambiente y las tradiciones históricas y culturales. Con ello se delimitaría claramente las zonas hacia donde deben expandirse urbanísticamente, para buscar el bienestar definitivo de esta población.
