DIARIO DEL HUILA, HISTORIA
Por: Hernán Galindo
Al amanecer el primero de agosto Harold Mauricio Valderrama Castillo, un domiciliario que retornaba de entregar su último pedio fue accidentado por un taxi fantasma. El conductor huyó del lugar sin asumir la responsabilidad de dejarlo incapacitado de por vida. Harold pide a las autoridades que le ayuden a encontrar al conductor irresponsable.
Cuando ocurre un accidente con un carro ‘fantasma’, es decir que no fue identificado, o de un vehículo sin SOAT, el Estado a través de la ADRES cubre los gastos médicos de los afectados hasta por 800 salarios mínimos diarios legales vigentes y las indemnizaciones por muerte y gastos funerarios por 750 salarios.
Los hechos
Al amanecer el domingo primero de agosto a eso de las tres y treinta de la madrugada, Harold Mauricio Valderrama castillo, un domiciliario que retornaba de hacer su última entrega iba para su casa cuando de repente en cercanías al Hospital Universitario de Neiva fue accidentado por un “taxi fantasma”
“Me movilizaba en mi moto frente al hospital universitario de Neiva conducía de manera normal cuando de un momento a otro un taxi que iba por la mitad de la calzada intenta girar a la derecha cerca a la estación de servicio, sin colocar direccional ni señal alguna, me lleva por delante, salgo volando y sufro múltiples fracturas”, relata Harold a Diario del Huila.
Tiene múltiples fracturas que son atendidas en la clínica de fracturas. El taxista huyó del lugar por lo que está pidiendo la colaboración de las entidades encargadas teniendo en cuenta que hay una cámara de seguridad allí.
“Que por favor me ayuden a encontrar ese conductor, tengo claro que la cámara de seguridad cercana a la estación de servicio de carrera 16 si está grabado ahí se puede identificar el vehículo y al conductor”, relata y agrega que la familia está averiguando sobre las cámaras. “Pero no es suficiente lo que hacen ellos y por eso estamos pidiendo la colaboración a los medios, la policía, la fiscalía para que haya una investigación que dé con el responsable de este accidente”.
“Mi mamá ha hecho la denuncia ante la fiscalía para que se investigué, la verdad es que yo por el momento estoy hospitalizado en la Clínica de fracturas. No me puedo prácticamente mover, el diagnóstico es estable, pero tengo la paleta del lado derecho partida, el fémur también de pierna derecha, en la pierna izquierda fractura de rótula y no se sabe si también ligamento, fractura en el anular de la mano derecha y múltiples raspones”.
“Por el momento no me puedo valer por mí mismo. Solo me valgo con la mano izquierda”, dice este joven que trabaja como domiciliario en una empresa que no quiso indicar.
Ya era la última entrega de la noche, retornaba a casa a eso de las 3 y 30 de la madrugada y se presentó el accidente que lo deja incapacitado aún no sabe por cuánto tiempo y el temor es convertirse en una víctima más de los tantos accidentes con vehículos fantasmas que terminan incapacitados sin quien responda por los daños causados.
Victimas de carros fantasmas
Aunque no existen cifras claras en torno a el número de accidentes que se registran en Neiva por carros fantasmas, si hay una cifra que de por sí muestra la dimensión de este flagelo social y es los más de 300 registrados que tiene la personería en atención y acompañamiento que hace en lo que llama “plan padrino”.
El personero de Neiva a quien consultamos para conocer la dimensión de este tipo de accidentes y la ruta que deben seguir las víctimas de los llamados carros fantasmas y sus conductores irresponsables, le contó a Diario del Huila qué se debe hacer en estos casos.
Kleyver Laureano Oviedo Farfán Personero de Neiva responde: “Lo primero es que el sistema de salud en ningún momento se puede negar a atenderlo que para eso existen el Fosyga y el ADRES y lo segundo es que hay que hacer la gestión con la policía a través de las cámaras de seguridad que aparecen en la ciudad en aras de mirar a ver si se encuentra evidencia que permita encontrar quién realmente fue el responsable del accidente”, indica.
“De esta manera se busca la reparación en el debido proceso de ese accidente por daño a terceros, sostiene y agrega que la Personería normalmente hace el acompañamiento cuando se le solicita de manera particular y se hace la petición formal a las autoridades tanto a la policía como los organismos puntuales de seguridad para que tomen el caso particular y hagan una búsqueda particular y selectiva”.
“En algunos casos se puede hacer directamente con la personería como garante de derechos, pero, también se puede acudir directamente a la Policía o a la Fiscalía para que los asistan como ciudadanos que requieren esa defensa legítima del Estado”, agrega.
Sobre cifras dijo que es triste encontrar este tipo de casos porque gente que termina lisiada, con problemas de salud bastante complejos y no hay quien responda por las mismas.
“Tenemos un plan padrino porque hay casos muy particulares que además de generar tristeza, no hay quien responda por la irresponsabilidad de gente de mal corazón que no es capaz de asumir la responsabilidad de atender a quien atropelló, no hay cifras oficiales, pero sí en el plan padrino se tienen más de 300 casos”.
Los accidentes se generan muchos en particular en espacios sobre todo donde no hay cámaras que puedan identificar a las personas que cometieron este tipo de sucesos. Son las familias de las victimas las que terminan haciendo una búsqueda selectiva para dar con los responsables de estos siniestros o accidentes.
En torno a las autoridades indicó Oviedo, “por supuesto que la policía tiene un monitoreo de las cámaras de seguridad que puedan ayudar a buscar a los responsables como en el caso de este accidente dado que esto puede desencadenar en demanda de responsabilidad civil y el consejo es que se debe instaurar la correspondiente demanda para que se inicie un proceso penal”.
“Hay que demandar para iniciar un proceso penal por accidente de tránsito en averiguación de responsables y la Sijín tiene la responsabilidad de averiguar quién es el responsable de ese accidente y lo hace la Fiscalía”, concluye.
Panorama
El consolidado de 2018 arrojó que en el país 186.000 personas fueron víctimas de vehículos fantasmas (entre carros y motos), una cifra disparada al compararla con 2017 cuando se reportaron 99.000 afectados por vehículos que, tras embestirlos, se dieron a la fuga.
Estas cifras no disminuyeron en 2019 y 2020 pues, según informó la Adres, en la actualidad se registran casi 500 casos de carros fantasma, por día.
Pero más allá de los gastos económicos que representa para las aseguradoras y entidades encargadas de responder en este tipo de accidentes, hay un drama detrás de cada uno de estos. Unas vidas que se pierden y otras que quedan marcadas para siempre.