Diario del Huila, Crónica
Por: Juan Manuel Macías Medina
Liliana Fernanda Delgado, solicitó la colaboración de los huilenses para poder realizar las terapias que su hija requiere, una bebé de 21 meses de nacida, pues sufre de retinoblastoma bilateral, es decir, cáncer en los ojos.
La madre de la menor contó el drama que han tenido que vivir desde que su hija fue diagnosticada con cáncer en los ojos, una condición que pone en riesgo su vida día tras día. Al inicio, la familia de Nía Fernanda no conocía la enfermedad de su hija, sin embargo, decidieron acudir a un centro hospitalario del municipio de Hobo, lugar donde residen, por una desviación en un ojo de la menor.
“Mi hija tiene, según el diagnóstico médico, una condición que se llama retinoblastoma bilateral, eso quiere decir que mi hija tiene cáncer en los dos ojos. La niña tiene tumores en los ojos, es cáncer. Yo consulté a la doctora cuando la niña tenía un año, porque tenía una desviación pequeña en el ojo izquierdo, ella me decía que eso era normal porque era bebé y estaba en proceso de desarrollo”, aseguró con preocupación la mujer.
Liliana Fernanda, exigió a los galenos del centro hospitalario, una remisión a un especialista, pues necesitaban estar seguros sobre lo que al infante le ocurría en su vista.
“Nosotros después de eso, exigimos una remisión a un especialista para que le hicieran una revisión más exhaustiva, para nosotros saber qué era lo que tenía la niña en los ojitos. En el Huila no contamos con optómetra pediatra y la remitieron para Oftalmoláser, allí la revisó una doctora que viene de Ibagué, la miró y en cinco minutos me dijo que la niña tenía unas masas muy grandes en los ojos”, dijo la madre.
El cáncer en los ojos, le manifestaron a la familia, no solo afectaría la vista de la menor, sino que también podría afectar el cerebro de Nía, por lo que decidieron emprender una cruzada con el fin de salvar, cuanto antes, la vida de la pequeña.
“Me dijeron que tocaba hacer los trámites para intervenirla de una vez porque las masas podían pasar al cerebro y hacer metástasis. La EPS remitió a la niña para el Hospital Cancerológico en Bogotá, pero la médica nos dijo que hiciéramos la gestión para trasladarla a Medellín por cuestiones de que había más tecnología”, agregó la mujer.
Aunque el diagnóstico no fue acertado en el inicio, la mujer reconoció que la EPS siempre corrió con todos los gastos de Nía, por lo que no tienen nada que reclamar.
“La verdad es que no tengo queja de las EPS porque, hasta el momento, todo lo han cubierto ellos. Lo único que pagamos fue unos exámenes para hacer la radiografía, pero el trato ha sido muy bueno”, sostuvo Liliana Delgado.
Aunque los gastos de las quimioterapias corren por cuenta de la EPS, hay gastos externos que no se acomodan a la situación económica de la mujer, pues cada tres semanas tiene que sacar gran cantidad de su bolsillo, cuestión que, a Liliana, le es imposible, por esa razón, solicitó a las personas colaboración, pues la vida de la niña está en riesgo, y la situación se sale de las manos.
“El tratamiento que le hacen a ella es ambulatorio, por eso nosotros tenemos que trasladarnos a Medellín, entonces lo hacemos cada tres semanas. Allá debemos estar cuatro o cinco días. Los gastos son muy grandes porque se nos va casi un millón de pesos cada tres semanas, esos gastos se van en comida, transporte y hospedaje, nos queda muy difícil sacar el dinero, por eso estamos pidiendo la colaboración”, puntualizó la madre de la pequeña.
