DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA
Por: Hernán Galindo
La Cucamba es un ensamble musical típico del Eje Musical Andino Centro-Sur en Colombia, ubicado en los departamentos del Tolima y Huila. Se le reconoce por interpretar comúnmente géneros musicales como rajaleñas y cañas.
Rodrigo Celada Cicery, nos cuenta inicialmente que los instrumentos básicos que construyen para la interpretación de la rajaleña son: El tambor, el chucho, la marrana, el ciempiés y la esterilla.
La tradición la inició su abuelo, Raúl Celada Callejas, hace cuarenta años en el municipio de Gigante a donde llegó desplazado por la violencia entre conservadores y liberales. “El abuelo es quien inicia con la fábrica y de paso se mete en el tema folclórico con los rajaleñeros de Matambo. Venían a Neiva a los diferentes concursos durante las fiestas tradicionales”, así comenzó todo recuerda.
Poco a poco se van involucrando desde niño en el caso de él que le ayudaba a su abuelo y a su papá a hacer los instrumentos. “Nos fuimos involucrando, que haga una esterilla, que ayude a hacer un ciempiés y se me fue quedando y me fue gustando esa tradición”, y aquí estamos.
Hace un poco más de 20 años se trasladan a Neiva en donde continúan con la fábrica y la tradición, con la orientación del abuelo y a la muerte de este es su padre, Rodrigo Celada Cardozo quien toma las banderas fabricando instrumentos y una vez faltó el “entonces lo heredo yo y tomo la tradición porque me gusta y porque me sabe la tradición huilense”, dice con convicción
La fábrica
“la fábrica está ubicada en el km 1 vía fortalecillas allí hice un pequeño complejo turístico con Malecón sobre el río Magdalena espera de ser estamos en la primera etapa qué tiene restaurante y el turista allí puede observar Cómo se fabrican los instrumentos de la Cucamba y de paso conoce sobre la gastronomía huilense; cabrito, asado huilense, viudo de bocachico y de capaz, sancocho trifásico. Combinamos el tema de las rajaleñas huilenses con la gastronomía ese es como el legado y el querer familiar”, comenta.
Rodrigo manifiesta: “Si bien la época fundamental para el consumo de los productos de su fábrica es el San Pedro y sus clientes habituales son los folcloristas, ha logrado mantenerse a lo largo del año con los grupos folclóricos de otros municipios como Garzón, Pitalito, Bogotá y otras regiones del país, que tanto a nivel de instituciones educativas como de empresas realizan actividades folclóricas y que llegan hasta su punto de venta en Neiva, o les envía”, relata.
También y distribuye los materiales lo que es la madera de triple para el tambor se trae de Bogotá, pero lo que es el cuero pergamino para poder hacer el tambor qué es el papel animal donde golpea el tambor, tiene la fábrica. “La base del pergamino es el cuero del cabrito, chivo o del ovejo. La guadua, semilla de negro para los ciempiés todo es artesanal y todo recogido de la naturaleza en un 95%”, añade.
Rodrigo Celada es abogado egresado de la universidad Antonio Nariño, con especialización en derecho administrativo de la Universidad Católica. “Aplico el derecho para lo de los negocios, para los contratos. Pero me dedico de lleno a la empresa, a innovar. Eso me consume el tiempo por lo que lo de ejercer la profesión tocó sacrificarlo”, indica.
Su compañera de fórmula es Sandra Milena Delgado con quien llevan 8 años, es muy inquieta y se han propuesto agregar el tema gastronómico y crearon hace tres años el restaurante DESERT GATE, que es el complemento del tema tradicional, con malecón incluido. Los turistas pueden ver el río Magdalena en su esplendor. Allí pueden saborear la gastronomía huilense; el asado, el cabrito, viudo de pescado, entre otros agrega.
La pandemia y el paro
La empresa que lidera Cicery genera cerca de 30 empleos de los que dependen igual número de familias. “En lo de la Cucamba trabajan dos personas de manera permanente y en el restaurante los fines de semana son 25 personas entre cocina y atención las que están ocupadas y generan los recursos para su sustento”, manifiesta.
“Lo de la pandemia ha sido duro, pero ha sido más duro lo del paro, porque ya veníamos debilitados, pienso que serán por lo menos tres o cuatro años para retomar la normalidad, si hay un buen manejo arriba, desde quienes gobiernan”, argumenta con convicción.
Es Rodrigo Celada Cicery un hombre que a sus 43 años de los cuales lleva 23 viviendo en Neiva se declara como un convencido de la tradición y del folclor del Huila que ayuda a difundir a través de la rajaleña y su gastronomía. Su trabajo lo complementa con la venta de artesanías en la carrera 1H en el Centro Comercial los Comuneros en el centro de Neiva.
Su propuesta turística se combina con la gastronomía Huilense.
