DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA
Por: Hernán Galindo
Yolanda Fernández comienza a hacer memoria sobre los orígenes del negocio que atiende en compañía de sus hermanos, fueron diez de los que ya uno desapareció. Los fundadores fueron sus padres Jesús Antonio Figueroa y Raquel Fernández.
“Aquí en este lugar de la avenida circunvalar mis padres crearon el negocio que se ha mantenido durante más de 50 años. Comenzaron con algo pequeño que ha ido creciendo con el paso del tiempo y a medida que se integran los nuevos miembros de la familia que aportan trabajo e ideas”, comenta.
Con ella son diez hermanos; seis mujeres y cuatro hombres. Todos comprometidos y dedicados a la preparación de las empanadas y la molienda del guarapo que se realiza en el lugar. “Todos hemos aprendido y trabajamos por turnos siempre con el compromiso de prestar un buen servicio a los clientes que llegan especialmente en las horas de la tarde”, rememora.
El negocio ocupa una media cuadra al costado derecho de la avenida circunvalar en el sentido sur norte si se va saliendo de Neiva a Bogotá. Los pisos son brillantes y limpios y el techo, aunque se ha modernizado mantiene palmiche para dar el toque especial al lugar. En uno de los costados se ha acondicionado la cocina en donde se elaboran las empanadas que tienen su fórmula y sello de la casa. “Las empanadas se preparan con masa de maíz molido previamente, arroz se hace el guiso especial y se fríen”, indica.
Llama la atención en otra zona del lugar como dos jóvenes que son empleados se dedican a moler caña para extraer el guarapo. El trapiche es movido por un caballo que se mantiene en buena forma. “La gente, los clientes pueden ver como el guarapo se extrae en el propio lugar, lo que le da otro toque especial al negocio y al consumo garantizado para los clientes de guarapo puro”, dice la emprendedora.
Aunque en el momento de la visita no hay muchos clientes si podemos observar movimiento en la cocina en la elaboración de las empanadas. No ingresamos para evitar contaminar el proceso que se adelanta con todas las normas de higiene por lo que las empanadas son de excelente presentación y calidad como podemos constatar al momento de saborearlas.
Frente a la cocina está la registradora, uno de los elementos modernos del lugar, frente a la cual está Andrea, una de las nietas de los fundadores. Al recibirnos amablemente y antes de llevarnos a donde su tía Yolanda para que nos cuente sobre los orígenes y evolución de la guarapearía, dice: “Somos ya la tercera generación frente a este negocio. Siempre con entrega, con compromiso y mucho amor”.
El guarapo después de la molienda se sirve con hielo y limón si el cliente lo desea o rebajado. “El cliente es el que decide como lo quiere, retorna al relato Yolanda Fernández”. Como puede observar los muchachos realizan la molienda aquí mismo por lo que los clientes pueden ver qué van a consumir”, añade.
En el caso particular de su vida cuenta que tiene dos hijos, Juan Carlos que es ingeniero y María Elena que es administradora de empresas. “Lo mismo pasa con mis hermanos que tienen hijos que son profesionales, pero todos seguimos ligados a la empresa. Le tenemos mucho cariño, aquí hemos crecido y evolucionado en la vida”, agrega.
No podemos dejar de tocar el tema de la pandemia. En este caso la afectación fue muy dura especialmente el año pasado que tuvieron que cerrar cuatro meses. A eso se agrega que no hubo San Pedro presencial que en una de las épocas especiales de vacaciones y de fiestas que atrae mucho turista con lo que las ventas aumentan.
“Tenemos muchos clientes de muchos años que son fieles que vienen de Bogotá, o de distintas ciudades de Colombia y del propio departamento, cada vez que llegan a Neiva no olvidan visitarnos. Si Dios quiere este año esperamos que nos vaya bien. No solo toda la familia depende de eso, tienen 10 empleados, son 10 familias que generan sus recursos de este trabajo”, reflexiona.
Han diversificado, una de las novedades de los últimos tiempos son los Juan valeríos, muy apetecidos por los jóvenes especialmente. “Adicional en las festividades sampedrinas si bien no preparamos, si vendemos asado huilense y lechona. Por eso la expectativa sobre las fiestas este año”, añade.
Es una familia que ha crecido y ha visto crecer la ciudad alrededor de su negocio con empanadas que se acompañan de guarapo o gaseosa y de juan valeríos como novedad en la avenida circunvalar de la capital del Huila.