DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA
Por: Hernán Galindo
La joven huilense, de 18 años, cuenta de lo duro de combinar la doble experiencia de estudiar administración de empresas y entrenar triatlón, una lucha diaria para triunfar en la vida.
El primer contacto de Laura Fernanda Carrillo Trujillo con las actividades deportivas en el agua fue a los 7 años, en Yaguará. Ese día, recuerda con cariño, inició un gusto especial por la natación.
La joven, nacida en Teruel, en el hogar de Ariel y Yina, con un segundo hijo, Kevin, agrega que fue llevada por sus padres a un bañadero, El Caimán, una especie de lago, donde se acostumbra ir a los paseos familiares.
Fue así que posteriormente, ya con el ‘bichito’ de la natación, se relacionó en el municipio con el profesor Giovanny Borbón, licenciado en educación física, quien la encamino por la práctica competitiva.
“Vio mis habilidades para nadar, mi buen desempeño en el agua, y entonces me motivó a asistir a la piscina local. Así inicié mis entrenamientos en natación subacuáticas (natación con aletas), que en esa época tenía un gran auge”, cuenta, mientras se le ilumina la cara, adornada con hermosos ojos verde.
Estudio y deporte
Después, la inscribieron en el club Las Focas, en la categoría infantil, pasando a participar en competencias y festivales a nivel local, departamental y nacional, obteniendo varias medallas y diplomas, de las que se siente orgullosa.
“Recuerdo especialmente un torneo en Medellín donde me fue muy bien, gané la medalla de oro. Fue una de las competencias más satisfactorias en todo aspecto ya que se logró el objetivo que se había trazado con el entrenador y se pudo comprobar que podía seguir avanzando con éxito”, afirma.
Sobre la necesidad de perseverar y consagrarse en medio de los triunfos y derrotas, Laura Fernanda, de 18 años de edad, no olvida nunca una de las recomendaciones en la que siempre le insistieron sus profesores: “La disciplina y constancia en cada entrenamiento para llegar a obtener buenos resultados”.
En ese club, del que está muy agradecida, estuvo casi 5 años, considerando que debió desplazarse a Neiva con la familia: “Estoy muy reconocida por todo el aprendizaje, la enseñanza y preparación que recibí durante ese tiempo, que recuerdo con alegría”.
En la capital del Huila continuó los estudios de bachillerato en La Normal Superior, donde luego se graduó, entre las mejores estudiantes.
“Y seguí mis entrenamientos en la Villa Olímpica con el profesor Carlos Julio Díaz. Me preparó para mis primeros Juegos Intercolegiados, en representación de mi colegio, obteniendo el tercer lugar en 200 metros, en la modalidad de natación con aletas”.
Fatigada de las dos tareas, con jornadas exigentes, decidió darse un corto receso, tomar un descanso de unos meses, que se convirtieron en 48 semanas:
“Volví muy motivada y me encontré con el instructor Carlos Cortés, quien me estuvo observando hasta aconsejarme pasar a practicar triatlón, deporte mucho más complejo que combina las especialidades de nadar, correr y el ciclismo, pues me veía con muy buen potencial”.
Fue una decisión difícil ya que es un deporte riguroso y reclama más consagración, pero no se amilanó, se definió y saltó a la nueva disciplina inscribiéndose en el Club Oasis. Reconoce la gran ayuda del nuevo entrenador quien le enseñó a correr en atletismo y la guio a perfeccionar el ciclismo.
“Así fueron mis inicios en el triatlón. Me empezaron a preparar todos los días para las competencias que se venían. La primera fue en Guatapé, Antioquia. Fue una carrera muy dura tratándose de un desafío nuevo para mí. Seguí entrenando fuertemente. He podido asistir a diferentes ciudades del país. Fueron ricas experiencias”, manifiesta.
Llegaron nuevamente los Intercolegiados, algo también satisfactorio, porque obtuvo un primer puesto.
“Gracias a la Alcaldía de Rodrigo Lara e Inderhuila recibí una bicicleta de ruta, con la que actualmente compito y entreno. Llevo cuatro años dedicada al triatlón, aunque últimamente ha sido muy difícil entrenar todos los días porque los horarios de la Universidad se me cruzan con los de ejercitar”, relata con algo de pesar la estudiante de administración de empresas de cuarto semestre.
Últimamente practica de 2 a 3 horas, siendo lo más difícil el atletismo, que, dice, es la prueba que casi define la competencia ya que es la última disciplina que se realiza luego de haber nadado y montado bicicleta muchos kilómetros.
Apoyo al deporte
Piensa que la política colombiana en lo que respecta al deporte debería ser similar a la de Estados Unidos u otros países donde la mayoría de las medallas obtenidas en los campeonatos mundiales y olímpicos son de atletas de extracción universitaria.
“Por eso, sería bueno que la Universidad Antonio Nariño, donde me formo, ofreciera becas a los deportistas competitivos, juiciosos y responsables”.
Su anhelo es terminar el pregrado y luego especializarse, a la par de continuar con el deporte, que la apasiona, para seguir logrando medallas, no sólo para el departamento, sino también para toda Colombia.
“Mi mensaje para la juventud es que, si se lo proponen, pueden salir adelante con mucha disciplina y dedicación en el deporte o en otra actividad, a pesar de las muchas dificultades que se presenten. No parar y seguir trabajando por el objetivo trazado y que amamos”, concluye, Laura Fernanda.
El Triatlón combina, la natación, el ciclismo y el atletismo en una misma competencia.
