Diario del Huila, Crónica
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Rodrigo Rivera uno de los integrantes del trío de los hermanos Rivera ha vivido en diferentes regiones del país. Con 63 años retorna a Neiva en donde con sus hermanos Hernando (ya desaparecido) y Jael hace 33 años fundaron el trío. Quiere que lo recuerden como un músico amigo
Rodrigo Rivera retornó a Neiva donde nació hace 63 años en el barrio altico en la calle 7 entre carreras 12 y 13 en un ranchito de bareque. Allí nacieron además sus ocho hermanos de los cinco hombres y cuatro mujeres que tuvieron como hijos sus padres; Rodrigo Rivera y doña Silvia Montealegre. Él era de origen santandereano y su progenitora si era de Neiva.
Los dos tenían afinidad con la música, Don Rodrigo siendo militar y teniendo un origen santandereano estaba lejos de ser una persona recia. Por el contrario, era muy amable y de buen trato. “Eso lo notamos cuando murió que vinieron a su sepelio personas que nosotros no conocíamos”, cuenta Rodrigo.
Por problemas de salud de su madre se fueron a Bucaramanga en donde tampoco le sentó el clima por lo que terminaron en Boyacá. Allí aprendió todo lo que sabe de música. Trabajaba en Bavaria, duró diez años hasta que cerraron la planta. Alternaba los turnos en la cervecería con la música.
El regreso a Neiva
En ese trasegar por el país después de trabajar diez años en la cervecería Bavaria en Boyacá, retorno a Neiva, con sus hermanos Hernando y Jael fundaron el trío los tres Rivera que tuvo éxitos en los años 90 en Neiva y toda Colombia. De eso hace 33 años.
Tanto el papá como la mamá cantaban lindo así se lo dijo el flaco Jael a monseñor Darío Molino, obispo de Neiva para ese entonces, cuando les preguntó que de donde habían sacado la vena artística a lo que respondió: “Nosotros le sacamos la vena artística a mi papá y la vena várice a mi mamá”, se ríe por el recuerdo y la ocurrencia de su hermano.
Comenzaron dando serenatas y tocando en reuniones de amigos, solo recibían trago, comida y gracias. “En un momento reflexionamos, dijimos no señor esto tiene sentido y norte, entonces nos constituimos en el trio de los hermanos Rivera. Comenzaron las presentaciones, se vino la buena racha”, cuenta.
Una de las anécdotas que recuerda, cuando los cien años de la policía nacional, fueron el único trio invitado a la ceremonia especial en la sede de la institución en Bogotá, con toda la cúpula de la policía, presidente y ministros, además de los invitados especiales. “Fue un momento muy bonito que hasta crónica nos dedicaron en el Diario el Espectador”.
Vinieron unos años en los que pudimos dedicarnos a la música y vivir de esta. “Hubo temporadas que no parábamos hasta llegar al agotamiento, todos los días eran tres y cuatro serenatas o presentaciones. Llegamos al punto que tuvimos que parar en vísperas de un san Pedro por agotamiento. Viajamos prácticamente por todo el país a excepción del Valle, Nariño y la costa atlántica”. Agrega.
Con el paso de los años Rodrigo por cuestiones laborales tuvo que volver a salir de Neiva, se fue al eje cafetero. Entre Hernando y Jael trataron de mantener el trío, pero cada quien comenzó a hacer música por su lado y el trío se desintegró, recuerda con tristeza.
Posterior en un nuevo intento ya estando Rodrigo de nuevo en Neiva, tras la muerte de Hernando, de eso hace cinco años, con Jael intentaron revivir el trío, pero su hermano ya se había dedicado a cantar y a hacer presentaciones con pista y el intento falló.
Rodrigo tiene una hija, Edna Rocío rivera que canta lindo tiene muy buena voz las compañeras en el colegio le decían Ana Gabriel por su parecido con la cantante mexicana.
Ahora a los 63 años mientras pleitea el bono pensional con Colpensiones (no aparecen los aportes que hizo en Bavaria), se dedica a hacer presentaciones y de vez en cuando actúan en un trío que llaman los Inéditos, con Luis sabogal y un marcante que consiguieron en la playa.
Previo estuvo por Florencia en donde montaron un grupo que se llamó la manigua que tuvo éxito, a la gente le gustó mucho, luego pasaron a Armenia en donde sí tuvo claro que no gustaba la música que tocaban que era de los Visconti, los chalchaleros y otros, “por allá gusta es el despecho” y nos tocó cancelar.
Mackena cuando fue gerente de Caracol los impulsó. Como anécdota en una oportunidad lo llamaron a la hostería mata mundo en donde solo había hombres tomando y cantando. La sorpresa fue que el homenajeado era Óscar Golden baladista reconocido en los años 70 y 80’s, duramos toda esa noche y hasta mediodía del domingo.
Dice que cantará hasta que Dios le mantenga la voz intacta como la tiene y recordó que para cualquier presentación lo pueden contactar en su celular 314 669 6985
Rodrigo Rivera, quiere que lo recuerden como un amigo porque, “gracias a Dios amigos es lo que he dejado por todas partes en donde he estado y vivido”, cierra.