DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Martha Roció Dussan Andrade, es una gestora cultual, que perteneció al grupo de teatro ‘Tablados’, “somos de la vieja guardia del teatro del año 85, cuando entré a estudiar arte escénico, arte dramático, teatro y danza en la escuela de la calle 13, fuimos fundadores del grupo Tablados con mi esposo Rodrigo Durán que acaba de morir”, cuenta con tristeza en su relato de vida.
Martha Roció Dussan Andrade, es una mujer cincuentona que ha dedicado 35 años de su vida al teatro, la danza, el arte escénico que cultivó desde sus tiempos de estudiante.
Su infancia fue de aquellas en las que los papás “se sentaban a vernos jugar, mi padre en el barrio Cándido, Simón Dussan Vargas y mi madre Paulina Andrade, tuvieron un matrimonio de 70 años, de esos que sí cumplieron hasta que la muerte los separe. Un amor para toda la vida”, relata con nostalgia Martha.
Ser la menor de 12 hermanos, le trajo a Martha Roció, ciertos privilegios, era la consentida de sus padres, pero también de sus hermanos. “Me decían ‘la gata’, ‘la flaca’ por ser la menor me negociaban la comida y yo feliz porque me demoraba para comer”, recuerda. Y comenta que aun hoy día cuando se reúnen los hermanos la molestan con esos apodos cariñosos.
Dice que en su casa nunca faltó nada. “Mi padre era panadero, mi madre ama de casa, siempre con empleados y sin faltarnos nada, siempre hubo una panadería en casa. La primera panadería fue en Calixto, en donde nacieron la mayoría de los hermanos, los dos últimos en Cándido”, cuenta.
Martha Roció Dussan dice que es de las que hizo Preescolar. “Vengo de padres evangélicos, hice mi preescolar en un colegio de la comunidad a la que pertenecíamos, la primaria en escuela de la Contraloría de Cándido, estudié en el Departamental para terminar en el Manuel Asencio Tello en donde inicié a hacer teatro; fundé el grupo ‘Nido’”, manifiesta la gestora cultural.
El teatro y el arte escénico
“Álvaro Gasca, era el director de la Escuela de teatro, nos dio una beca y comencé a estudiar arte escénico y teatro. La escuela estaba aprobada por el Ministerio y el Instituto Huilense de Cultura, pero se buscaba vínculo y aprobación con la Universidad Surcolombiana”, comenta Martha.
“Luego me uní con Rodrigo Durán Rosero, tenía 20 años, convivimos 35 años hasta su muerte, siempre haciendo, gestionando teatro, en eso nos ocupábamos, esa era la vida”, menciona.
Y añade, “continuamos varios años con la corporación, él siguió con la corporación, la escuela y yo trabajaba como docente en colegios privados, para poder buscar el sustento para la casa. Me Salí a vivir con Rodrigo en el 87 y en el 89 que quedé embarazada de mi primer hijo, Santiago Durán que es diseñador gráfico y Danza Charlot que es abogada, ambos profesionales”.
La vida en el amor y en el teatro
Martha Rocío habla con gran cariño de su esposo. “Nos conocimos en la escuela, fuimos compañeros dos años y luego nos fuimos a vivir, hicimos teatro, caminando de la mano, viajando, disfrutando, conociendo, participando en festivales hasta que quedé en embarazo y me retiro, me dedico a dar clases en colegios privados. Él sigue con el grupo. Luego trabajo con el Departamento diez años como educadora terapeuta en el Instituto de Capacitación Juvenil, hacía la parte artística con los menores infractores de Neiva, hasta que en el gobierno de Jaime Bravo cierran el instituto y lo entregan a Hogares Claret. Sigo por corto tiempo y renuncio”.
Los tiempos actuales
“Es duro, pero bendecida”, continúa Martha Roció Dussán. “A mi esposo le diagnostican en el 2019 que tenía un problema de tensión y el once de septiembre le da un derrame cerebral que lo deja postrado, me pegue de Dios, me lo entregaron a los seis meses, me dicen que era vegetativo, lo sentamos, comía por su propio medio, con la mano, los hijos se vinieron, iban y venían, fueron dos años en los que me reconocía, no caminó, no habló, pero nos entendíamos, fueron dos años doce días; relata con lágrimas en sus ojos.
“Hace ocho meses falleció, Raúl Rivera nos dijo que se va a hacer un evento a nombre de Rodrigo como homenaje a lo que hizo mi esposo como director de teatro y como comparsa de los personajes del Huila, que es de la corporación”.
“Siempre le daban los seis desfiles, este año está como personaje, le hice su representación. Voy a mantener el legado, sigo siendo gestora, artista y sigo con la corporación Tablados, sin ser de la directiva, pero tengo a toda la gente y sigo con ellos”.
“Que, en este San Pedro, participemos, nos volvamos a unir, fueron muchos, los artistas, los amigos que se nos fueron por la pandemia, veo mucha desunión ante todo en la parte artística. No quiero hablar de nadie, no estoy para eso, estoy llena de amor para dar amor, esto fue una lección que Dios me quería dar para llenarme de amor, aquí estoy para amar”, reflexiona la gestora cultural a manera de mensaje final.