Por: Hernán Guillermo Galindo M
Jorge Ramiro Chilito y Laurentina Ruiz, de 82 y 85 años de edad, celebraron sus 50 años de matrimonio, “bodas de oro”, gracias a la iniciativa y colaboración de la comunidad en el municipio de Garzón. Quienes convocaron a todos los sectores fueron los miembros del grupo Prevención y Educación Ciudadana de la Policía Garzón, para que la humilde pareja pudiera tener una fiesta por todo lo alto, con serenata, renovación de votos y mucho amor. Esta es la Historia de este bonito gesto.
Jorge Ramiro Chilito y Laurentina Ruiz, son dos adultos mayores en condición de vulnerabilidad en el municipio de Garzón, pues viven solos en una humilde vivienda en el barrio La Libertad, sin que nadie vele por ellos.
En medio de todas las dificultades, han soportado las altas y bajas de la vida, a sus 82 años él, y a los 85 ella, dan fe que lograron mantener 50 años de vida en pareja, como compañeros de viaje, tras un matrimonio que hicieron realidad hace medio siglo, en tiempos de juventud y en los que podían trabajar y buscar salir adelante.
Teniendo en cuenta su condición de vulnerabilidad, en una iniciativa de solidaridad y acercamiento comunitario, el gestor de participación y educación ciudadana de Policía Huila, lideró una actividad de celebración de las bodas de oro de esta pareja de abuelitos.
Por eso hicieron posible que las bodas de oro para Laurentina y Jorge Ramiro se vivieran como debe ser, con serenata de mariachi, vestidos para la ocasión, y disfrutando de esta gran fecha.
La celebración
Acompañados por los residentes del sector, se dio apertura a la actividad con la invocación y bendición de los abuelitos por parte del párroco de la iglesia del Rosario, seguido de una serenata con mariachis, entrega de detalles y finalizando con un compartir.
La fiesta no fue solo para los octogenarios, sino para toda la comunidad de barrio la Libertad, que demostró su solidaridad al hacer parte de esta celebración especial.
Tanto Jorge Ramiro como Laurentina se mostraron agradecidos con sus vecinos y en especial con la Policía de Garzón que lideró el festejo al que se unieron el comercio y personas de buen corazón.
“Muy agradecidos con ustedes los de la Policía que nos están acompañando y por traernos todos esos regalos, estoy además de agradecido, muy alegre de poderme volver a casar”, dice Jorge Ramiro, al tiempo que les desea a los uniformados que no les vaya a pasar nada malo.
Laurentina también tiene un gesto de agradecimiento para quienes aportaron para que ella y su esposo pudieran vivir este gran momento en la vida, en especial a la Policía que fue la que convocó.
“Estoy muy agradecida con los policías que me han colaborado, me han venido a ver, que mi Dios les pague, me trajeron muchos regalos. Que Dios los proteja siempre, agradezco a quienes están aquí acompañándome en este momento en el que me volví a casar de nuevo”, comenta con picardía la abuelita, quien abraza a uno de los policías y les dice con alegría: “En ustedes tengo muchos hijitos, son mis hijitos”.
Los abuelos pudieron celebrar su fiesta en medio del acompañamiento de sus vecinos, y olvidar que su situación no ha sido la mejor en los últimos años, pero que siempre aparecen ángeles, esas personas que tienen como propósito el servicio social, el servir y ayudar a los demás como es el ejemplo que deja esta feliz realización de bodas de oro en Garzón.
Policía solidaria
Estas bodas de oro se pudieron realizar a la labor que diariamente realiza la Policía de Garzón, con su grupo de prevención y educación ciudadana, que lidera el Subintendente Oswaldo León Martínez, Gestor de participación ciudadana, que se encontró con este caso y no dudó en poner en marcha todo un operativo para celebrarles las bodas de oro a Jorge Ramiro Chilito y Laurentina Ruiz.
“Una iniciativa de solidaridad y acercamiento comunitario con las familias más desfavorecidas, por parte del grupo de Prevención y educación ciudadana de la Policía Garzón, apoyados por el comandante de Estación (E), se visitó una familia de abuelitos quienes viven solos y en una situación bastante precaria, los cuales por su grave estado de salud y avanzada edad se les dificulta salir a trabajar para conseguir su sustento diario”, dice el Subintendente León.
“Teniendo en cuenta lo anterior y después de entrevistarnos con ellos, quienes manifestaron la fortaleza y duración de su relación a pesar del pasar del tiempo y los obstáculos vividos; se decidió celebrarles de manera simbólica las bodas de oro, para lo cual se dio a conocer la actividad al sector comercio, quienes abrieron su corazón donando diferentes elementos para mejorar la calidad de vida de estos adultos mayores y así poder cumplir sus sueños”, agrega el Uniformado.
Finalmente, resaltó la alegría de estos dos abuelitos de 83 y 85 años, ejemplo para la juventud actual en contra de la violencia intrafamiliar, a quienes lograron organizarles su vivienda, realizarles corte de cabello, arreglo de uñas, también recibieron la bendición de las argollas, mercados, ropa, una cama con su respectivo colchón, juegos de sábanas, elementos para cocina y el acompañamiento de la comunidad.