DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA
Por: Hernán Galindo
Aldemar Lizcano, tiene 57 años de edad, nació en Algeciras. Se inició en la escuela musical de esa localidad que, como otros, se ha destacado por tener banda municipal y ser tierra de compositores y músicos en el Huila.
Desde los ocho años le nació la vocación musical y a los doce se presenta a la Banda Departamental como trompetista y se integra tras pasar el examen correspondiente. “Son ya 42 años vinculado a la Banda Sinfónica de Vientos del Huila”, comenta con alegría.
Actualmente alterna su actividad musical entre la banda y la orquesta La Fabulosa, de la que es su fundador y director.
Su niñez fue hasta los doce años en su municipio. Desde los ocho años le nació la vocación musical. Se sentaba afuera, a esperar los ensayos de la banda, que se prolongaban muchas veces pasadas las diez de la noche, hasta que el maestro Jairo Yesid Hernández le dio la oportunidad.
Comenzó con el bombo y a los cuatro días ya participaba de conciertos en la plaza principal de Algeciras. Su memoria lo transporta a la primera canción que interpretó; el pasillo ‘Lirios’, del compositor Carlos Enrique Cortés del municipio de Aipe.
Es empírico. Estudió en la escuela de Algeciras y luego recibió clases particulares con profesores de música. Tocó inicialmente percusión, luego pasó a un bombardino, tocó bugle, ha sido solista de bombardino como barítono, una de las categorías que existen en las orquestas y ahora como intérprete de barítono o bombardino.
La vena musical le viene de su padre Rozo Lizcano Valbuena, que tocaba bandola y la componía con cera de abejas cuando se dañaba. “Tenían un grupo de música con los hermanos, en los tiempos en los que las fiestas duraban ocho y quince días en las veredas; para un matrimonio, un bautizo o cualquiera fuera la excusa para dedicarse a la bohemia y a la música”, dice.
En cuanto a su familia actual, son cinco hermanos; tres hombres, todos músicos; José Amín que es músico y cantante, Arnulfo en Algeciras, que en cuatro meses es capaz de armar una banda. El año pasado formó la banda para el concierto de manos y sonidos para la paz y él.
Las mujeres, una es bibliotecaria, Fanny y la otra, Luz Mila, vive en Algeciras acompañando a su progenitora Mónica Arango.
Tiene esposa, Elvia Mosquera su compañera de toda la vida. Tiene 54 años y es la mánager de la orquesta. “Me representa cuando no estoy, es mi mano derecha”, sostiene. No tienen hijos, pero haciendo cuentas tienen más de 40 ahijados.
La orquesta La Fabulosa
En el año 1979, el primero de enero entra como trompetista a la percusión con Raúl Rivera, el exsecretario de Cultura del Huila y Neiva, oriundo como él de la ‘Despensa Agrícola del Huila’, y así inicia su carrera musical, recuerda.
Es en la orquesta Los Supremos de Colombia, de don Joselino Vidal, que recibe su primera oportunidad de tocar en una orquesta, le vive agradecido, sostiene.
Luego llegaron otras orquestas como la Calamarí, el Combo de Oro, La Grandiosa de Alfonso Ramírez. Posteriormente integraron en Yaguará la Patrulla Ocho. Todo esto lo llevó a tomar la iniciativa de formar su propia orquesta La Fabulosa, con seriedad y responsabilidad, la que ha sostenido a lo largo de los últimos 30 años.
El nombre le nació de escuchar que la gente cuando actuaban con las orquestas en las que tocó antes, decía qué orquesta tan fabulosa. Es director musical y arreglista, todo tiene que sonar bien.
Aldemar está agradecido con hombres de la radio como Rito Antonio Polo y Édgar Donoso, gracias a quienes como programadores de emisoras les permitieron pegar el tema ‘Cuando pienso en ti’.
Como anécdota, cuenta que un día pasaba por los estudios de Jorge Barón Televisión y se propuso conseguir que los invitaran a grabar en el Show de Jorge Barón. Insistió, lo logró y esto los catapultó a nivel nacional.
Le debe todo a la música. “Se puede vivir de la música, pero debe ser muy serio, no se puede tocar para beber. Muchos han sido muy buenos, pero terminan en la nada por borrachos, por los vicios. Le debo todo a la música y siempre he estado ahí para la música”, refiere.
Sobre el legado que deja, está por el lado de muchachos que ha escuchado por las bandas y les da la oportunidad en la orquesta y los transforma en excelentes músicos, como en el caso de uno de sus sobrinos que no sabía nada de música y por internet aprendió a tocar guitarra, hoy es el bajista de la orquesta.
Siempre les dice que busquen la música una alternativa. Tiene profesionales y estudiantes universitarios que se proyectan en la vida y en la música.
Es la historia de Aldemar Lizcano un hombre que espera pensionarse con la Banda de Vientos del Huila y seguir en el camino de la música hasta que Dios lo permita, dice como creyente que se declara.
