Blacky, la perrita que solía ser utilizada por la banda delincuencial «Los Sayayines» para cometer crímenes en la calle del Bronx, Bogotá, encontró una nueva vida como agente de policía.
Después de ser rescatada por la Policía Ambiental, Blacky recibió una segunda oportunidad y ahora está trabajando en misiones junto con la fuerza policial.
Según el intendente Daniel García, cuidador de Blacky, la perrita de 16 años de edad era muy agresiva al principio debido al entorno en el que se encontraba y al maltrato que había sufrido por parte de Los Sayayines. Sin embargo, después de ser adoptada por la Policía Ambiental y recibir amor y cuidado, Blacky se ha convertido en una compañera amigable y cariñosa.
La historia de Blacky demuestra que todos merecen una segunda oportunidad, incluso aquellos que han sido utilizados para cometer delitos. Gracias a la Policía Ambiental y su dedicación por el bienestar de los animales, Blacky ahora está trabajando para proteger a las personas y hacer de su comunidad un lugar más seguro.
